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La cosecha de maíz blanco ha sido la más baja en los últimos 35 años

Productores de maíz y representantes de la agroindustria presentaron ante la Comisión Especial para la Crisis Agroalimentaria de la Asamblea Nacional, las dificultades que enfrentan para producir harina de maíz precocida. Los sectores coincidieron en que la congelación de precios ha trabado la producción por falta de rentabilidad y la cantidad de maíz blanco importado por el gobierno ha sido insuficiente para cubrir el déficit que deja la cosecha de 2016 por falta de semillas y agroinsumos.

“No hay suficiente maíz, la cosecha actual ha sido la peor en los últimos 35 años y por lo tanto el maíz que hay en el país alcanza para producir hasta mediados de enero. El momento de tomar decisiones es ahora, el momento de procurar soluciones es ahora”, señaló Manuel Felipe Larrazábal, director de Alimentos Polar, durante su intervención.

Añadió que se tendría que importar 1,1 millones de toneladas para reactivar las 3 plantas de Polar que están paralizadas por falta de maíz blanco y para que al sector no se quede sin insumos a mediados de enero 2017.

Larrazábal añadió que el gobierno les respondió que era inviable el acuerdo que la industria estableció con los agricultores porque estaba atado al aumento del precio del kilo de la harina precocida de maíz de 190 a 760 bolívares. “760 bolívares es el precio que le pedimos al gobierno para la Harina P.A.N. mientras ellos venden la que importan de Colombia a 2.100 bolívares”.

Recordó que el kilo de maíz blanco está regulado para los productores en 96,50 bolívares pero necesitan que suba a 259 bolívares, para cubrir costos y que la actividad sea sostenible.

“Por primera vez en 55 años la producción de harina precocida de maíz está paralizada”, lamentó.

Larrazábal expresó que es ilegal que el gobierno los obligue a producir a pérdida y que por cada kilo manufacturado pierden 203 bolívares.

Producción comprometida. Antonio Pestana, presidente de Fedeagro, indicó que al incrementar la producción agrícola nacional gana el pueblo con mayor cantidad de alimentos disponibles y pierden los importadores, especuladores y bachaqueros que tanta distorsión generan en la economía. Señaló que la rentabilidad en la cosecha de los distintos rubros es indispensable para que se incremente la producción por ello considera que es urgente ajustar los precios.

Según Pestana, el abastecimiento de arroz y azúcar también está comprometido por la caída de la producción y el abastecimiento de todos los rubros dependerá de la disponibilidad de insumos que importe el Ejecutivo.

Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación Venezolana de Industriales de la Harina de Maíz, afirmó que de 27 plantas de maíz que operan en el país 8 son de sus agremiados y todos generan 16 marcas de harina de maíz precocida con lo que se desmiente el monopolio que dice el gobierno tiene Polar.

Lamentó que el Ejecutivo importe harina y la venda a 1.706 bolívares, mientras que el precio de las marcas nacionales está congelado en 190 bolívares. “El circuito arranca con la siembra en el campo y continúa en la agroindustria. Incluye a 6.000 trabajadores que resultan afectados por tales políticas”.

Informó que en 2016 la producción de maíz descendió a 458.000 toneladas pero el sector requiere de 1,6 millones de toneladas al año, para satisfacer la necesidad de materia prima de la industria.

El presidente de la Comisión Especial, diputado Carlos Paparoni, dijo que el objetivo de la reunión “es conseguir soluciones a los problemas alimentario que deja el gobierno. Son 5 millones de hectáreas expropiadas, 19 millones de venezolanos perdiendo peso, 72% de la población preocupada por el hambre y la escasez”.

Cañicultores trabajan a pérdida

Durante la celebración del sexagésimo aniversario de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela, representantes de los estados Aragua, Carabobo, Cojedes, Portuguesa, Trujillo y de tres municipios de Lara, coincidieron en que “no es posible que el Ejecutivo los mantenga castigados con un precio regulado que está muy por debajo de los costos de producción”.

Por el rezago en los precios, durante varias zafras han trabajado a pérdida y los resultados se reflejan en la caída de la producción de caña, denunciaron. Los cañicultores requieren que el precio del kilo suba de 479 a 1.530 bolívares.

Además del desabastecimiento de insumos, aseguran que también les afecta la inseguridad, los robos e invasiones a las fincas.

En paralelo a esta denuncia, Bolivariana de Puertos informa a través de su cuenta en Twitter @BolipuertosGob el arribo de 30.000 toneladas de azúcar a Puerto Cabello y la descarga fue inspeccionada por la autoridad única del Sistema Portuario Nacional, Efraín Velasco.

Fuente: El Nacional

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