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La manifestación de protesta convocada ayer en Caracas por la oposición degeneró en una serie de choques violentos. La Policía impidió a los manifestantes, entre ellos al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, acercarse al Parlamento. Eso empeoró los choques con grupos progubernamentales que abrieron fuego contra la procesión.
En el Parlamento, controlado por la oposición antichavista, se iba a realizar una sesión para remover a los magistrados de la Corte Suprema, cercana al gobierno chavista, que días atrás firmó una sentencia, luego retirada, en la que se atribuía las funciones constitucionales del Poder Legislativo.
Desde las primeras horas de la mañana se percibía que las cosas no iban a terminar bien: los accesos a Caracas fueron bloqueados por la Policía y por la Guardia Nacional, una docena de estaciones de metro fueron cerradas y el centro de la ciudad estaba completamente militarizado. Los manifestantes debieron afrontar a las fuerzas del orden a cada paso: la tensión resultó muchas veces en choques y enfrentamientos.
Como se dijo, el momento crítico se produjo cuando los manifestantes llegaron al Parlamento y Borges, junto con otros diputados, intentaron ingresar. La Policía intervino con gas lacrimógeno y nuevos embates. En ese punto, la multitud se replegó sobre la avenida Francisco Fajardo, que atraviesa todo Caracas, pero se enfrentaron con grupos paramilitares ligados al Gobierno, que dispararon contra los manifestantes. Un líder estudiantil resultó herido por dos disparos de bala y fue trasladado a un hospital. Según diversas fuentes, hubo otra persona herida.