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Enrique Meléndez: Cada vez se hunde más

 

La verdad es que se cumplió la advertencia; que señalaban algunos pronosticadores, en el sentido de que la constituyente cubana se instalaba; sólo que dicha instalación terminaba de hundir al gobierno; sobre todo, porque la intención, que perseguía el gobierno; como era la de conseguir por esta vía la aprobación de ciertas operaciones de carácter financiero; que la Asamblea Nacional no se las aprueba; en busca de dólares, que necesita para poder honrar los compromisos de pago de la deuda externa durante los meses por venir; no podrá ser, consecuencia de las sanciones financieras, que acaba aprobar la administración de Trump contra nuestro país; lo mismo que la Unión Europea.

Pero, además, porque el pueblo ha quedado más decepcionado todavía; si se parte del hecho de que el gobierno prometió villas y castillos con la misma, para no resultar nada: las mismas caras de siempre, los mismos discursos demagogos de siempre, y lo peor del caso es que su transformación en aparato de terror legislativo, terminó por darle una muy mala proyección a nivel internacional, y que es de donde parte el mundo occidental, para justificar la aplicación de esas sanciones.

Obsérvese que Julio Borges fue a Europa; fue atendido por todos los jefes de Estado de las principales potencias del viejo continente, mientras aquí Maduro despotricaba de su persona: lo acusaba de traidor, precisamente, por el supuesto hecho de haber incitado a la aplicación de esas sanciones, y hasta consideraba que debía ser juzgado por la constituyente cubana, y ahí lo vemos: sentado en su curul de la AN, y hasta participando de los diálogos; que, finalmente, el gobierno admitió reasumir por presiones internacionales; lo mismo que los sectores de la oposición.

Pudo el primer día la constituyente cubana intervenir el Ministerio Público y echar a correr a Luisa Ortega Díaz. Pero hasta allí llegó su atropello institucional; tanto más, con una Fiscal, destituida a la fuerza, que por sólo ese hecho era acogida con todos los honores en todos los rincones del mundo, y donde aprovechaba para denunciar, con pruebas en la mano, a la nomenclatura del presente régimen; en especial, en lo que se refiere a su participación en el tráfico de drogas a nivel internacional; algo que, por lo demás, la colocaba en la situación de ser condenada a muerte por las mafias del narcotráfico internacional, y de allí el que suponen muchos, que de ahora en adelante Ortega Díaz pasa a la condición de testigo protegido por las autoridades de EEUU. Con independencia de la orden de detención, que libró este gobierno contra su persona, en Venezuela por los momentos no puede vivir; después de lo que dijo; mucho menos en Colombia. Ahora, ¿qué se hará con este cúmulo de denuncias? El tiempo lo dirá.

¿El discurso de Trump en la ONU? Una vergüenza; pero yo no lo digo por una supuesta concepción antiimperialista de mi parte; sino porque lo que se desprende de allí, es que los venezolanos somos tratados como unos niños: desde el mismo momento en que Pedro Carmona Estanga se estancó en aquel famoso proceso de transición frustrado; como lo fue el del 11 de abril de 2002, desde ese momento los venezolanos demostramos que no sabemos resolver las cosas. ¿Qué no fue aquella famosa toma de la plaza Altamira en ese mismo año, sino un absurdo?

Si un veneno se incubó en la mentalidad de nuestra clase media, a raíz de que votó en una forma inmadura por Hugo Chávez en 1998, fue el veneno de la desesperación: “yo lo monté en la presidencia, ahora yo lo tumbo”. En eso hemos pasado dieciocho años: trastada tras trastada por un problema de inmediatez; sumado al problema de las ambiciones, como lo demostró Carmona Estanga ese día; que puso su interés por encima de los intereses del pueblo, y por eso estamos aquí. Obsérvese que las dos grandes preocupaciones de Trump en su discurso se refirieron a Corea del Norte y Venezuela. Aquí un nacionalista indignado, una vez finalizada su pieza oratoria, me expresó que más tiempo le había dedicado a su preocupación por Venezuela; destacándome lo de la posible intervención militar; que es una de las opciones que más de uno está deseando en nuestro país.

En lo particular yo no quisiera que fuerzas extranjeras terminaran mediando en nuestros conflictos; lo cual es un vicio que nos viene desde la época misma del Libertador; a quien al final de su vida le dio por proponerle a Inglaterra, que nos ofreciera un protectorado; algo que indignó a Páez, a Santander, es decir, a las principales figuras republicanas, y que provocó una conjura, para asesinarlo en el palacio de gobierno de Bogotá, precisamente, por estos mismos días del mes de septiembre del año 1827.

Pero, cuando yo le pregunté a este nacionalista indignado, que por qué no tenía la misma reacción; cuando, por ejemplo, Raúl Castro opina sobre nuestros conflictos, entonces me respondió que esa discusión la podíamos sostener otro día. Es decir, la discusión sobre la presencia de una fuerza de inteligencia ocupacional cubana se obvia; porque como ellos, presuntamente, no nos están haciendo mal, entonces no se sienten: ellos no están sino ayudándonos. ¿Ayudándonos? A los cubanos se les regala 86 mil barriles de petróleo diario; además de pagarle una cuota de 5 mil millones de dólares por los médicos. No obstante, como lo dijo el propio Trump en sus palabras: un gobierno que tiene muriéndose de hambre a su pueblo. No solamente, son las sanciones de Trump y de la Unión Europea; también son líneas de créditos que se le van cerrando al gobierno: Canadá, aunque Delcy Eloina diga que eso no es nada; la banca chilena, como se acaba de anunciar; aparte de las demandas, que tiene el gobierno pendiente por deudas de Odrebrecht; compañías extranjeras que fueron expropiadas, y que han demandado a nuestro país en cortes internacionales y, ahora, al parecer, también se le cierra el crédito de los chinos.

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