En 2015, la investigadora Yorelis Acosta, apoyada en teorías científicas, ensayó un mapa emocional de Venezuela, según el cual el miedo es muy arraigado en caraqueños, llaneros de Cojedes y margariteños, mientras la rabia/molestia está muy presente en diversas regiones, pero señaladamente en Anzoátegui, Zulia, Portuguesa y Yaracuy. La tristeza anda por ahí suelta haciendo estragos, pero sobre todo en Zulia, Carabobo, Lara y otra vez Caracas. La resignación/aceptación parece ser más fuerte en Portuguesa y la alegría sería mayor en Sucre que en las demás regiones estudiadas. Del lado positivo, la expectativa se distribuye equilibradamente en nuestra geografía, la esperanza está muy repartida y hay mucha más en Lara que en Carabobo y la repugnancia es emoción apenas existente.
La verdad es que la paz es la vida civil. La vigencia del derecho a vivir y progresar en paz. A vivir que es bastante más que apenas sobrevivir. Es tener salud y seguridad, obvio, pero también la posibilidad de crear, de saber y comprender, de producir. La vida civil es el ejercicio libre del derecho a participar en las decisiones y el gobierno, en la creación y el goce de la riqueza y el futuro. De eso trata la ciudadanía.
@AveledoUnidad
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