Frente a los precios de la charcutería no hay cestaticket que valga. El valor de los embutidosse disparó en Caracas mucho más rápido que los aumentos salariales que incluyen el bono de alimentación, lo que trajo la disminución de las ventas en los establecimientos que los expenden.
Este lunes 11 de diciembre, Efecto Cocuyo constató que el kilo de jamón de pierna cuesta hasta Bs. 602.000 en los supermercados, dependiendo de la marca, mientras que el de espalda llega a costar Bs. 404.000 y el de pavo, se consigue hasta en Bs. 615.000.
Ante esos precios el sueldo mínimo de un trabajador, estipulado en Bs. 177.507, simplemente no alcanza para comprar un kilo de ningún tipo de jamón. Se requieren de tres a cuatro sueldos para adquirirlo.
Si a ese sueldo se le incluye el cestaticket, (Bs. 456.507), tampoco alcanza para comprar un kilo de jamón, alimento que ha aumentado semanalmente en las charcuterías de Caracas en los últimos meses, según afirman quienes despachan el alimento.
Desde el mes de octubre, el jamón de espalda pasó de Bs. 95.115, hasta 404.000, un incremento de 324%, en menos de dos meses.
Más costos, menos ventas
Una empleada del supermercado Unicasa en la Candelaria (centro de Caracas), quien pidió que se resguardara su identidad, confesó que la charcutería en ese establecimiento, aumenta de valor cada vez que llega nueva mercancía. “Entre octubre y noviembre los precios subieron más que en otros meses”, indicó.
En ese supermercado, los precios de los embutidos se incrementan hasta Bs. 100.000 cada semana, alzas que ahuyentan a la clientela, que deja de ir al lugar o disminuye la cantidad de charcutería que compra. “Mira como esta esto de vacío, hace un año, esta área se la pasaba full”, expresó la entrevistada.
En el Central Madeirense de Bello Campo (este) los empleados observan una situación parecida. “Si la gente antes compraba un kilo de cualquier jamón, ahora compra 150 gramos. Con esos precios ¿quién puede pagar más?”, se preguntó un empleado. El jamón de pierna más caro cuesta Bs. 632.000 el kilo.
Otro empleado destacó la poca afluencia de personas en el supermercado. “Da tristeza ver los pasillos vacíos. Es diciembre y mira como no hay casi personas, cuando yo empecé a trabajar aquí, en el depósito uno ni siquiera podía caminar”.
De jamón de pierna a fiambre
Roselis Sánchez, una informática quien compra sus alimentos en el Exelsior Gama de Santa Eduvigis, municipio Sucre (este de la ciudad) expresó que desde hace cuatro meses no compra la misma cantidad de productos de charcutería.
“Pasé de jamón de pavo, a jamón de pierna, luego a espalda y terminé con fiambre. Los precios son muy fuertes, no alcanza y no te lo dice alguien que gana sueldo mínimo”.
Otra compradora, pero en el Unicasa de la Candelaria, Andreína Reguero, dejó de comprar kilo y medio de jamón de pierna a la semana, por el incremento constante del valor de la charcutería. “Los precios empezaron a subir semanalmente. Mucho más rápido que mi sueldo, por eso ahora no compró más de kilo y medio”.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por la Fundación Bengoa e investigadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), los venezolanos en el 2016 disminuyeron su consumo de embutidos 10,5%, debido a los altos precios de los mismos.