Cuando niño encontré un perrito en un basurero con una pata quebrada cerca de mi casa, voy donde Cirila mi vecina, le manifiesto de este perrito en el basurero de la pata quebrada y me dice ella tráelo para ver que tiene. Cirila es siega perdió la vista con los años, tenía varios perros en su casa vivía sola sin pariente alguno yo le hacia los mandados en la bodega del barrio.
Le llevo al perrito, ella lo curo le puso una tablilla en la pata y cojeaba. Siempre lo iba visitar y saber cómo seguía. El creció mucho un poco a la par conmigo. Era robusto y grande, Cirila le puso el Manco yo siempre visitaba a Cirila para hacerles los mandados, me daba algo o una moneda o una galleta,
Los demás perros ella los tenía en un cuarto, el manco en la sala pequeña de la casa. El manco era casi mío yo lo quería mucho, le abrazaba y hacía cariño cuando iba a la casa de Cirila. Haci pasó mucho tiempo hasta que un día casi se me vino encima ladrando con furia, yo retrocedí hasta la puerta y no pude salir, Cirila casi nunca abría completa la puerta a nadie: uno entraba a media abierta con cuidado por precaución de ella, en eso Cirila dice tranquilo manco es Jaime. El perro el manco se pone detrás de ella yo le vi los ojos ya calmado no ladraba, pero yo sentí que ya no era mi amigo y desde allí un respeto mutuo yo no me acercaba a él ni el a mí.
A Cirila se la llevaron sus pariente, nunca supe cuándo ella se fue, ni de regreso a su casa, no los vi más, ni a ella ni al manco. Algunas veces paso por donde ellos vivieron, me acuerdo, me llegan los recuerdos del manco en el basurero, cuando lo lleve herido donde Cirila y jugaba con él, pero entendí en el tiempo, el perro no es el mejor amigo del hombre, al menos el manco él era el mejor amigo de la señorita Cirila, claro ella era siega al final lo entendí él la protegía de cualquier peligro que ella pudiese sufrir, algo paso que él me ladro, quizás no fue a mi oh! un eminente peligro que la acechaba muy cercano a ella, alerto al manco… algo paso. 24/12/2017