“No podemos callar lo que a diario vemos en lo económico, político o social, tampoco vamos a mentir, tenemos que decir la verdad y entre todos emprender acciones para buscar soluciones”, manifestó el representante de la Iglesia Católica
Abordar el panorama socioeconómico de un país y decir la verdad no es inducir al odio, dijo el monseñor Azuaje
Advertencia
Al abordar la “Ley Contra el Odio por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia”, el monseñor Azuaje dejó claro que en una sociedad no debe existir odio, pero advierte que elaborar un instrumento para usarlo en contra de aquel que piense distinto es un peligro, ya que pone en riesgo la democracia
Hebert Morillo Carrizo – Abordar el panorama socioeconómico de un país y decir la verdad no es inducir al odio. Ese es el criterio del Monseñor Cástor Oswaldo Azuaje, quien realizó tal pronunciamiento para cuestionar las recientes declaraciones del presidente de la República, Nicolás Maduro quien pidió a la Fiscalía y al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), investigar a un obispo en el marco de la llamada Ley del Odio.
Aunque en su alocución Maduro no dio nombre, el comentario fue en alusión al Obispo de Yaracuy, Víctor Hugo Basabe, quien pidió a la Divina Pastora, librar al país de “la peste”, de la corrupción política que condujo al país a la ruina moral, económica y social.
Criterio
En medio de la polémica, Oswaldo Azuaje, invitó al mandatario nacional a analizar la palabra del Obispo de Yaracuy y constatar que en ningún momento hay un contexto de odio.
“En su discurso no hay una incitación al odio, hay un abordaje a una realidad que está a la vista”, manifestó Azuaje, quien asegura que en el contacto social que permanentemente hace la iglesia católica, se palpa como en Venezuela hay una gran cantidad de niños desnutridos, madres que mueren por falta de asistencia o medicamento y jóvenes que han tenido que irse del país en busca de mejores oportunidades.
“No podemos callar lo que a diario vemos en lo económico, político o social, tampoco vamos a mentir, tenemos que decir la verdad y emprender acciones para entre todos buscar soluciones”, enfatizó Azuaje.
Hay quienes piensan que la Iglesia no debe inmiscuirse en la política. ¿Cuál es su opinión?
Si bien predicamos el evangelio, hay que tener en cuenta que la política nos incumbe, pues a través de la palabra buscamos la paz, el equilibrio, la armonía espiritual y el bienestar de los hombres, en ese proceso, tenemos que mediar para que el gobierno escuche las peticiones del pueblo. No podemos quedarnos callados ante hechos de injusticia o que vulneren los derechos de la ciudadanía, cuando eso ocurre, tenemos que denunciarlo.
Evidentemente en ese proceso puede existir confrontación, pero hay que tener en cuenta que la confrontación forma parte de la política, pues de lo contrario no sería política.
Para finalizar, el Monseñor Azuaje abordó la “Ley Contra el Odio por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia” y dejó claro que en una sociedad no debe existir odio, pero advierte que elaborar un instrumento para usarlo en contra de aquel que piense distinto es un peligro, ya que pone en riesgo la democracia.
El Tiempo de Valera