Durante la sesión del pasado lunes 5 de febrero el mercado de valores norteamericano vio un cierre con fuertes pérdidas.
En la primera sesión de la semana, el Promedio Industrial Dow Jones (DOW) retrocedió en 4,60%, ubicándose en 24.345,75 puntos, lo cual representó la mayor caída diaria de su historia; el Índice Compuesto Nasdaq cayó 3,78% llegando a los 6.967,53 puntos; y el S&P 500 cerró a la baja en 4,10% ubicándose en 2.648,94 puntos.
Esta fuerte caída se ha debido a que el mercado se encontró súbitamente con una gran cantidad de ordenes de venta auto programadas que se ejecutaron simultáneamente, por ejemplo, estas órdenes de venta estaban programadas para ejecutarse en el DOW entre los 24.000 y 25.000, y para el SP& 500 en los 2.700 puntos.