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Oscar Figuera: PCV escogerá su candidato presidencial en su XIV Conferencia Nacional el 17 y 18 de febrero

El secretario general del comité central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Óscar Figuera, afirmó que uno de los términos por los cuales se rige la agrupación política es que cualquier candidato que se postule para las elecciones presidenciales debe ser bajo los parámetros estipulados por la tolda.

En el programa Sin Duda que transmite Unión Radio destacó que para que el PCV apoye a un aspirante es necesario que se propicie una conferencia previa, posteriormente el elegido se presentará públicamente.

“La conferencia nacional que tenemos este fin de semana 17 y 18 se tomará la decisión de hacia dónde va el apoyo del partido, si apoyaremos al presidente Maduro, si se apoyará una opción que se está discutiendo de distintos sectores del movimiento popular, si lanzaremos una candidatura propia del partido”, dijo.

XIV Conferencia Nacional Del PCV: Amplia Discusión Y Construcción Colectiva De La Salida Revolucionaria A La Crisis Capitalista (Documento)

El Partido Comunista de Venezuela (PCV), por mandato del VII Pleno de su Comité Central, reunido en Caracas el día martes 19 de diciembre de 2017, y en correspondencia con los principios organizativos y normas estatutarias que rigen nuestra vida orgánica, decidió abrir la más amplia discusión interna sobre el cuadro socioeconómico y político nacional e internacional, las tareas del PCV en la presente coyuntura y la selección de la candidatura del PCV a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela para las elecciones presidenciales de 2018, cuya decisión final corresponderá a la XIV Conferencia Nacional del PCV.

El cuadro socioeconómico y político de la actual crisis capitalista en Venezuela. La salida revolucionaria y las tareas del PCV

El contexto actual de la lucha de clases

1) Iniciamos los trabajos preparatorios de la XIV Conferencia Nacional del PCV, a seis meses de finalizado nuestro XV Congreso Nacional, en cuyo llamamiento precisamos que el mismo se desarrollaba «en el marco de una profunda y prolongada crisis del sistema capitalista mundial en su fase imperialista y del agotamiento del modelo rentista de acumulación capitalista dependiente venezolano», cuya «resolución no es posible en el marco caduco del modo de producción capitalista y sus relaciones sociales de explotación de la fuerza de trabajo asalariada, de máxima depredación de la naturaleza y su creciente tendencia a la concentración y acumulación monopólica de toda la vida económica, social, política y cultural de la humanidad, que agudiza las contradicciones de clase» y, a la vez, «relieva el papel histórico de la clase obrera como única y verdadera fuerza dirigente de los procesos de cambios revolucionarios en la presente época de tránsito del capitalismo al socialismo, ampliando el campo de las alianzas populares frente a un enemigo común representado en las fuerzas del capital monopólico transnacional –encabezado por su fracción financiera especulativa– que descargan sobre los hombros de los pueblos el peso de la crisis que genera el propio sistema de explotación.»

2) Afirmamos, que «En este escenario, se potencian las confrontaciones capitalistas e interimperialistas que crean las condiciones objetivas para elevar las guerras y conflictos locales – generadas en la disputa por la hegemonía global– a la categoría de conflagración mundial, colocando a la humanidad y a todas las formas de vida en la tierra, al borde de la extinción, lo cual convierte en un imperativo de los pueblos la lucha por el desarme y la paz.»

3) Así mismo, expresamos que «El techo del reformismo progresista –que confunde a las masas con su fraseología “socialista”, cuando en esencia no ha hecho más que administrar el modelo capitalista dependiente latinoamericano–, es condición consustancial a la crisis que afecta tales experiencias, las cuales no han roto los mecanismos de dominación y subordinación impuestos por el sistema mundial del imperialismo en el contexto de la división internacional del trabajo».

4) A la luz de los acontecimientos más recientes, es posible afirmar que las tendencias referidas anteriormente se han venido consolidando, produciendo un creciente empobrecimiento en las condiciones de vida y trabajo de las masas populares y trabajadoras de la ciudad y el campo, a la vez que avanza la agresiva e injerencista política del imperialismo estadounidense y europeo, retomando posiciones que había perdido en el primer lustro del presente siglo en distintos países de América Latina e imponiendo las fracciones políticas de derecha que le son afines, ya sea por la vía de la división de las corrientes progresistas en el marco de los clásicos procesos electorales burgueses – como fue el caso de las presidenciales en Argentina (2015) y como pareciera que serán este año en las de Colombia– o por diversas modalidades de golpe institucional que desconoce la voluntad popular –como ocurrió en Brasil (2016), con la destitución de Dilma Rousseff, y en Honduras (2017) con el fraude al candidato ganador–, así como por el debilitamiento de gobiernos identificados inicialmente con posiciones de izquierda que, al no contar con un proyecto genuinamente revolucionario, facilitaron el reposicionamiento de sectores social-reformistas, desmarcándose paulatinamente hacia posturas de centro-derecha y reconstruyendo alianzas con el gran capital, como es el caso de Uruguay y, luego de la salida de Rafael Correa, también en Ecuador.

5) El ahondamiento de la crisis estructural y general del modo de producción capitalista mundial en su fase imperialista, producto, entre otras causas, de la caída tendencial de la tasa de ganancia, profundiza el conjunto de contradicciones inherentes al sistema: la contradicción fundamental del tiempo histórico entre el capital y el trabajo, en virtud a que sólo es posible recuperar en parte la tasa de ganancia del capital intensificando la explotación de la fuerza de trabajo y la depredación de la naturaleza por las grandes corporaciones transnacionales capitalistas, a cuyo efecto requieren subordinar a sus intereses los Estados nacionales generando con ello, la exacerbación de la contradicción nación-imperialismo y el desarrollo de las contradicciones interimperialistas en disputa por el control de las fuentes de energía, los mercados, la fuerza de trabajo calificada y barata, los descubrimientos científico-técnicos, la biodiversidad y fuentes de agua dulce, las rutas comerciales, el posicionamiento geopolítico.

6) Como queda demostrado, una aguda confrontación geoestratégica de carácter económico, política, militar, científica, tecnológica y cultural por mantener, recuperar, ampliar o conquistar zonas de influencias y/o de dominación, que en la práctica se expresa en un nuevo reparto del mundo, está en curso entre las tradicionales grandes potencias imperialistas estadounidense y europea, de una parte, y el bloque de países encabezados por China y Rusia en calidad de potencias emergentes, de la otra. Venezuela y, en general, América Latina y el Caribe, están en el centro y son parte activa en esa disputa. La reconquista –por parte del imperialismo estadounidense y europeo– de estos territorios con todas sus riquezas y potencialidades, junto a la subordinación de sus gobiernos, les colocaría en ventaja estratégica frente a China y Rusia, a la vez que remacharía la condición de dependencia de sus economías y, en general, del conjunto de la sociedad.

7) En esa realidad de agudización de las diversas contradicciones sistémicas del capitalismo en su fase imperialista, se inscribe la sostenida agresión económica-financiera y de presiones políticomilitares del imperialismo estadounidense y europeo contra el pueblo y gobierno venezolanos; al igual que actúan contra otros gobiernos y pueblos (entre los que se cuentan Cuba, República Popular Democrática de Corea, Palestina, República Árabe Saharaui Democrática, Siria e Irán), que no se le subordinan e impulsan políticas de multipolaridad, de ruptura de la hegemonía imperialista estadounidense y de alianza con el bloque de potencias emergentes encabezadas por China, Rusia e India, en procura de construir un desarrollo independiente y soberano.

8) Al caracterizar el contexto actual de la lucha de clases a nivel nacional e internacional, al evaluar los combates por la liberación de nuestros pueblos y por su desarrollo soberano e independiente, al considerar el surgimiento acelerado de corrientes ultraderechistas y fascistas, al analizar el proceso de acumulación de fuerzas y la perspectiva socialista en el continente y mundialmente, al precisar el estado actual de la correlación de fuerzas interna y externa, no cabe duda para las y los comunistas, que el imperialismo estadounidense y europeo, continúa siendo el enemigo principal de los pueblos del mundo y es necesario construir y desarrollar, en el marco de profundas contradicciones y diferencias ideológicas, políticas y prácticas, la más amplia alianza antiimperialista y antifascista.

9) No es desdeñable la resistencia frente al imperialismo estadounidense y europeo, de gobiernos dirigidos por liderazgos progresistas de sectores de capas media, pequeña burguesía e indígenas que se mantienen, bajo un sostenido acoso, en diversos países latinoamericanos y caribeños. Por eso, la unidad en la diversidad, entre pueblos, fuerzas políticas revolucionarias, movimientos sociales populares y gobiernos progresistas, se mantiene como un imperativo de estos tiempos.

10) Pese a los avances en la recomposición de la dominación imperialista en el continente latinoamericano y caribeño, constatamos una renovada voluntad de lucha y resistencia de los pueblos y su clase trabajadora frente a las políticas del gran capital monopólico local y transnacional, y de los gobiernos a su servicio. Tales son los casos de los grandes combates obrero-populares y campesinos que se vienen librando especialmente en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Honduras en defensa de los derechos democráticos y socioeconómicos de los pueblos, amenazados por la dictadura del capital.

11) El PCV y la JCV reafirman su solidaridad y compromiso militante con todos los pueblos en lucha por su soberanía e independencia, asimismo con quienes combaten desde las propias cárceles de las potencias imperialistas, como son, entre otros, los casos de los camaradas Ilich Ramírez Sánchez (Francia) y Simón Trinidad (EEUU).

12) Los nuevos combates en desarrollo, en la medida que la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, con el fundamental papel de dirección clasista-revolucionaria de los Partidos Comunistas, asuman el liderazgo de los procesos progresistas a nivel nacional y continental, se podrán perfilar como procesos de genuina profundidad transformadora que, objetiva y científicamente, apunten al derrocamiento de la dictadura del capital e instaurar la dictadura del proletariado –máxima y verdadera democracia de las mayorías obreras y populares–, para la construcción del socialismo, en la perspectiva de la formación económico-social comunista.

II.- El cuadro socioeconómico y político nacional

13)En el caso venezolano, el imperialismo estadounidense y europeo intenta romper los vínculos económicos, políticos, científicos, culturales y militares, que el proceso bolivariano ha venido construyendo con el bloque de países liderados por China y Rusia, los cuales son considerados amenazas a su seguridad (más bien a la condición de potencia imperialista hegemónica) por los Estados Unidos de Norteamérica. Dicha política, de profundo contenido antiimperialista, se inició bajo la dirección del presidente Hugo Chávez, con su concepción de pluripolaridad y multicentrismo, siendo continuada por el presidente Nicolás Maduro, en medio de un complejísimo cuadro económico y político nacional e internacional, marcado por la abrupta caída de los precios del petróleo y su negativa incidencia en la realidad socioeconómica del país, dándole un sesgo marcadamente pragmático que apuntala nuevas formas y vínculos de la dependencia, ahora con el referido bloque de potencias emergentes.

14) Así mismo, como señalamos en el proceso hacia nuestro XV Congreso, a los intereses de las grandes corporaciones transnacionales estadounidenses y europeas, está atada en condiciones de subordinación y dependencia la parasitaria burguesía venezolana «–la de viejo y nuevo cuño– y los partidos agrupados en la llamada “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD) que le sirven de expresión política y quienes, en connivencia con las corrientes socialdemócratas y entreguistas del proceso bolivariano, avanzan en una línea de desmontaje de las conquistas sociales, políticas y culturales alcanzadas en los primeros 14 años de la denominada “revolución bolivariana”, para recomponer una alianza económica y sociopolítica bipartidista que tiende a expresarse en un nuevo pacto de élites a nivel nacional con su correspondiente correlato de exclusión, segregación, persecuciones y reforzamiento de la dependencia y debilitamiento de la soberanía nacional.»

15) También indicamos, que «Transitamos por un complejo cuadro de agudización de la lucha de clases y de confrontación por el poder político en Venezuela», enfatizando en que «Fracciones de la burguesía monopólica transnacionalizada y de la pequeña burguesía devenida en nuevos grupos económicos, además de sectores enriquecidos por la corrupción, ejercen el protagonismo en la disputa del aparato del gobierno y del Estado, como medio para ejercer control y acceso al usufructo de la renta petrolera y demás ingentes riquezas naturales que subyacen en el territorio nacional, a cuyo efecto construyen alianzas estratégicas con grandes monopolios mundiales, mientras al grueso de la clase obrera y demás capas explotadas de la sociedad venezolana se le pretende subordinar a estos grupos que expresan los intereses de clase del capital.»

16) El desenvolvimiento de la situación socioeconómica del país y su impacto en las amplias masas populares, abordado en profundidad en la Línea Política del XV Congreso del PCV (junio de 2017), viene confirmando las tendencias antes indicadas, particularmente en lo que concierne a la profundización de la crisis del modelo capitalista dependiente y rentista venezolano, frente a la cual el gobierno del presidente Nicolás Maduro no ha concebido y, mucho menos, ejecutado políticas o planes que signifiquen una salida revolucionaria a la crisis capitalista venezolana, limitándose a gestionar la crisis sin afectar el dominio del capital.

17) La evolución del cuadro político

18) En el terreno de lo político, la convocatoria por el Presidente de la República (1º de mayo de 2017) a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), realizada el 30 de julio de 2017, se convirtió en un punto de inflexión que debilitó a la oposición y favoreció al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

19) Este importante evento, se enfrentó al abierto sabotaje y llamamiento a la abstención por la oposición en pleno. El PSUV obtuvo el control absoluto de la ANC con una amplia victoria electoral, lograda sin contendor, la cual, se convirtió en derrota política a la violencia desatada por los sectores fascistoides  que se habían propuesto impedirla, provocando una generalizada desmoralización de las bases opositoras y una evolución distinta de la situación política nacional, neutralizando y desmontando las guarimbas asesinas y, a la vez, cambiando el curso de la iniciativa política, cuyo ejercicio pasó de la oposición al gobierno bolivariano y, más específicamente, al presidente Nicolás Maduro. A partir de esta victoria gubernamental, así como de la decisión opositora de no reconocer la ANC ni al Consejo Nacional Electoral (CNE), afloran con mayor fuerza las profundas divergencias que perviven en el seno de la MUD. El PSUV, viéndose libre de la presencia opositora, desplegó al máximo su tradicional posición hegemónica, al no propiciar ningún escenario para el acuerdo unitario. El Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB), más que en otras oportunidades, brilló por su ausencia para la elección de la ANC.

20)Desmoralizada la base social opositora, la ANC convoca la elección de gobernadores y gobernadoras, que se pautó para el 15 de octubre de 2017. Amplias fracciones de la MUD reconocieron al CNE que poco antes decían ilegítimo, mientras el sector neofascista llamó a la abstención, calificándoles de colaboracionistas y traidores. Aun cuando a nivel de la cúpula oposicionista definieron sus candidaturas regionales, en la práctica se sabotearon y debilitaron mutuamente. El PSUV, con papel fundamental de los demás partidos del GPPSB, obtiene una victoria superior a la esperada, facilitada por la abstención y división opositora. Esta victoria se amplió posteriormente con la decisión del partido Primero Justicia de no juramentarse ante la ANC, obligando a una nueva elección de gobernador en el estado Zulia, que ganó el PSUV.

21) En estas elecciones el PCV, pese a contar con exiguos recursos materiales para adelantar la campaña, fortaleció una sostenida tendencia de crecimiento: 134.356 votos en 2004; 140.169 votos en 2008; 250.789 votos en 2012; hasta los 319.727 votos en 2017. El aporte al total de la votación obtenida por el GPPSB ha sido cada vez más determinante.

18)         Continuando con la ofensiva política, la ANC convoca la elección de alcaldes y alcaldesas, pautadas para el 10 de diciembre de 2017. Las fracciones de la oposición que decidieron por la abstención fueron mayoritarias con respecto a la elección de las Gobernaciones, ya que la MUD, oficialmente, decidió no participar. Mientras que en el campo del GPPSB no hubo acuerdo integral. La dirección del PSUV, en voz de su máximo dirigente, presidente Nicolás Maduro, exigió total subordinación a sus decisiones unilaterales, lo cual no aceptamos el PCV y otros sectores del proceso, incluido el PPT. Se produjo finalmente una abrumadora victoria del PSUV, ante la ausencia de las principales organizaciones de la oposición, a lo que se sumaron las maniobras que ejecutó contra otros partidos del GPPSB.

19) Estas elecciones a nivel de Alcaldías, hizo más visible el creciente deterioro del liderazgo Gobierno-PSUV y el acelerado proceso de descomposición institucional, expresados en la utilización de diversas maniobras a través del CNE –como invisibilizar a Eduardo Samán en la boleta electoral (municipio Libertador, Caracas), no proclamar como ganador a Régulo Reina (municipio Libertador, Monagas), eliminar la tarjeta del PCV en cuatro municipios del país, incluido donde postulamos a Ángel Prado (municipio Simón Planas, Lara), entre otros– y mediante la ANC (que no autorizó la candidatura de constituyentes postulados por PCV y PPT, mientras sí lo hizo con quienes postuló el PSUV). Adicionalmente, ejecutaron en forma descarada un cerco mediático, que aún pervive, en contra del PCV y sus candidaturas durante todo el lapso de la campaña elección. Con todo este accionar intentan impedir el desarrollo de liderazgos de base popular, los cuales estaban en condiciones de obtener la victoria frente a candidaturas psuvistas.

20) Además, se ejercieron diversas formas de presión, manipulación y control de masas para “inducirlas” a votar por el PSUV. Entre otras, se cuentan: amenaza de perder derechos sociales concedidos por el Ejecutivo; chantaje con la alimentación; ilegal ejercicio del voto asistido o fotografiado para vigilar por quién se vota; el descarado, masivo y abusivo uso de instrumentos del Estado venezolano (“bono niño Jesús”) por estructuras del PSUV, para comprometer y, en la práctica, comprar el voto e incidir en la decisión del elector o la electora. En importantes sectores sociales y políticos identificados con el proceso bolivariano, este uso abusivo del poder profundiza el desprestigio de la dirección política gobernante. Asimismo, en otros sectores sociales cultiva conductas reaccionarias como el clientelismo y la mercantilización de la relación política, rebajando la acción conscientemente revolucionaria de las masas. Esta práctica contrarrevolucionaria dinamita la confianza entre las fuerzas políticas y sociales del proceso, a la vez que hace mucho más inoperante al GPPSB, ya de hecho un aparato que no cumple ninguna función política práctica en la actualidad, lo cual pone sobre el tapete la necesidad imperiosa de impulsar la construcción del Frente Popular Antiimperialista y Antifascista (FPAA) en todo el territorio nacional.

21) El PCV, resistiendo estas múltiples maquinaciones políticas ilegales e inmorales, y a pesar de no contar con la necesaria logística, logró seguir avanzando en la tendencia de crecimiento de su votación para elecciones municipales: 121.963 votos en 2004; 141.623 votos en 2008; 176.626 votos en 2013; y 271.802 votos en 2017. El PCV, a lo largo ya de seis elecciones consecutivas, desde las presidenciales de 2012, se ha consolidado, aunque aún muy distante del PSUV, como la segunda organización del GPPSB. Se demuestra así la potencialidad contenida en la política de unidad revolucionaria obrero-campesina, comunera y popular trazada por el XV Congreso del PCV en su Línea Política, que orienta a todo el Partido a fortalecer los procesos de reencuentro y rearticulación con las corrientes obreras y populares de base para el desarrollo del proceso de acumulación de fuerzas.

22) Las nuevas condiciones políticas, antes que potenciar en el seno de la dirección del gobierno y del PSUV, una línea de profundización del proceso socioeconómico, cultural y político, aplicando medidas que afecten al gran capital monopólico financiero, bancario, industrial y comercial transnacional, lo que hace es fortalecer la conciliación, expresada en la construcción de acuerdos con la oposición, tanto con los grandes grupos económicos (Consejo Nacional de Economía Productiva, motores productivos, precios concertados, cancelación de 73.000 millones de dólares de deuda externa en tres años), como con los sectores políticos en la mesa de diálogo de Santo Domingo, auspiciada por la socialdemocracia internacional, combinada con la creciente presión del imperialismo estadounidense y europeo. Diálogo, negociación y presión es la fórmula que aplica la derecha internacional, la cual actúa en interés del gran capital monopólico transnacional. Está claro el reparto de roles: unos presionan y otros conversan, para lograr el mismo objetivo, revertir las conquistas sociales y políticas del pueblo en el marco del proceso bolivariano, aplicando medidas que afectan a las amplias masas.

23) Sobre la Asamblea Nacional Constituyente

24) Las expectativas positivas que una amplia franja de la población se había hecho con la elección de la ANC, se han venido diluyendo a medida que corre el tiempo y las respuestas que las masas esperaban a problemas concretos no se han hecho efectivas y, más bien, voceros de la institución han respondido los reclamos populares con posturas altisonantes y arrogantes. Lo cual puede explicarse dado el carácter de clase de las fuerzas que son hegemónicas en su seno.

25) Con ocasión de la Jornada nacional de discusión (8 de julio de 2017) del PCV y el Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora (FNLCT), denominada «El pueblo trabajador construye su propuesta revolucionaria a la Constituyente», al referirnos al «Carácter y alcance de la Asamblea Nacional Constituyente para la clase trabajadora», expresamos:

26) «Las fuerzas convocantes de la ANC han dejado muy claros sus objetivos: alcanzar la paz, lograr una salida “democrática” a la crisis y consolidar constitucionalmente una solución capitalista a la crisis del capitalismo dependiente venezolano. Con ninguno de estos propósitos podemos coincidir los comunistas, si se entiende la paz como la concreción institucional de la entrega de las conquistas populares y la solución a la crisis como la legitimación de las superficiales medidas de carácter reformista que se vienen implementando en favor de los capitalistas, bajo el trillado pretexto de impulsar la capacidad productiva del país.

27) «En el Partido Comunista de Venezuela y su Juventud Comunista, consideramos en primer lugar que la Asamblea Nacional Constituyente por sí sola, no representa para las masas trabajadoras de la ciudad y el campo ninguna salida real a los problemas que las agobian como resultado de la crisis capitalista y las políticas reformistas. La ANC tendrá utilidad para los intereses del pueblo trabajador, en la misma medida en que su dinámica esté determinada por una agenda de agitación y lucha dirigida a materializar las demandas urgentes de las masas trabajadores y populares frente a la ofensiva del capital. […]

28) «En segundo lugar, debemos tener claro que el carácter de la Asamblea Nacional Constituyente corresponderá en todos los casos a la correlación de fuerzas que surja al elegir a los 545 representantes que la integrarán. […]»

29) La ANC y su actividad se ajusta a la caracterización anteriormente realizada. Cada día su práctica demuestra que fue concebida como instrumento para legitimar los acuerdos que se van construyendo en el Consejo Nacional de Economía Productiva y, más recientemente, en los diálogos de República Dominicana, ya conocidos como el «Pacto de Santo Domingo». La ANC avanza en forma acelerada a su deslegitimación, empezando por su concepción y metodología de funcionamiento, que coarta y secuestra el debate interno, con lo cual limita la construcción colectiva, obligando a la mayoría de las y los constituyentes a aprobar leyes y acuerdos que no conocen previamente, a la vez que limitan el derecho de palabra en plenaria sólo a quien decide la junta directiva.

30) Productos de esa realidad son las leyes aprobadas por la ANC, que en manos de sectores reaccionarios lesionan el ejercicio de derechos individuales y colectivos de las masas trabajadoras, intentando limitar su capacidad de lucha. Sólo dos ejemplos resaltantes: la Ley contra el odio, por la convivencia pacífica y la tolerancia, que está siendo utilizada por el presidente del Metro de Caracas, M/G. César Ramón Vega González, para desarrollar una política antiobrera de persecución y despido de trabajadores/as que denuncian irregularidades en la empresa; Ley de inversión extranjera productiva, que lesiona la soberanía nacional y privilegia al capital transnacional. Asimismo, el proyecto de Ley de Consejos Productivos de Trabajadores, que intenta subordinar a la clase trabajadora a los intereses del patrono.

31) Hemos acudido, tanto el PCV como en conjunto con el FNLCT, ante distintas comisiones de la ANC, en particular la de Economía y la de Trabajadores, presentando análisis, problemas, críticas y propuestas de solución. En algunas de esas oportunidades se nos ha atendido, pero hasta la fecha no hemos recibido respuesta ni existen decisiones que demuestren que se hayan tomado en consideración nuestros planteamientos, ni en lo concerniente a la economía ni a los derechos de las y los trabajadores.

32) Surge una clara conclusión: dado el carácter pequeñoburgués y social-reformista de la corriente mayoritaria que controla la dirección del gobierno y del proceso, la ventaja táctica que se logró con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, no se utilizó ni aprovechó para avanzar en la adopción de un programa que propusiera e impulsara una salida revolucionaria a la crisis del capitalismo dependiente y rentista venezolano. Se agota la ANC, en una política de conciliación y concesiones al capital, así como en la adopción de medidas asistencialistas que, al no atacar las causas de la crisis capitalista, no es posible que den respuesta efectiva a los problemas de fondo de la sociedad, postergándose el desarrollo soberano de la producción agroindustrial a gran escala, y agravándose la situación de las masas populares.

33) La situación socioeconómica de las masas

38) Mientras se avanza en la ofensiva político-electoral, en la conciliación con los grupos económicos y políticos opositores, en una postura retórica ante la burguesía y el imperialismo; a la vez que se adoptan medidas sociales que, aun siendo insuficientes frente a la magnitud de la crisis, son paliativo para las penurias de vastos sectores del pueblo; se deja las manos libres a la banca para la especulación financiera y cambiara en detrimento de la producción interna, y para que imponga un corralito que impide a las y los ahorristas acceder a su propio dinero; se permite a los monopolios de la alimentación imponer el llamado “precio justo” y ejercer el bachaqueo de sus productos, encarecer los precios y golpear a la población para elevar su tasa especulativa de ganancia; se permite a sectores comerciales y empresariales, la especulación cambiaria con el dólar preferencial (10 Bs/USD) para alimentos/medicinas y el dólar paralelo (266.630 Bs/USD), obteniendo ganancias milmillonarias con el hambre y la salud del pueblo; se permite el deterioro de instalaciones industriales y agrícolas, o no se proveen los insumos oportunamente, para  justificar su paralización y posterior liquidación o privatización, favoreciendo al capital privado o a los especuladores cambiarios, quienes con la masa monetaria que manejan en bolívares se apropian a precios viles de numerosos centros productivos del país; se desvaloriza la fuerza de trabajo y se reduce la capacidad adquisitiva del salario real, independientemente del aumento regular del salario nominal, favoreciendo objetivamente al capitalista frente al trabajador; se mantiene el flujo constante de migración juvenil profesionalizada, la fuga de cerebros, ante la inestabilidad de la economía y la pérdida de confianza en el futuro del país, lo cual afecta las perspectivas del desarrollo nacional.

34) La judicialización e intentos de limitar las movilizaciones y luchas obreras, campesinas, comuneras y populares en general, con la utilización de organismos y aparatos de seguridad del

Estado, ejerciendo presión y represión, es un indicativo del debilitamiento de la capacidad “persuasiva” del Estado y sus instituciones de control ideológico y político. Establecer controles militares en las entradas de centros de trabajo, utilizando a la FANB para detener, requisar y golpear dirigentes obreros y populares que no se subordinan a las políticas de conciliación de clases, burocráticas y corruptas promovidas por algunos sectores gubernamentales y del PSUV, que intentan impedir los procesos de organización de las masas, es signo inequívoco de autoritarismo y de que la clase dirigente avanza en forma acelerada hacia su deslegitimación.

35) La política asistencialista del gobierno, no está resolviendo el problema de la calidad de vida de las masas. La capacidad adquisitiva del ingreso de las y los trabajadores es cada día menor, tanto por la especulación y los altos precios de la canasta básica, como por el proceso de su bonificación creciente. El salario mínimo de las y los trabajadores, más el bono de alimentación, no llega a 3 dólares mensuales, si nos guiamos por el dólar paralelo, que es el que sirve de referencia real para imponer los precios altamente especulativos; pero, incluso, asumiendo la denominada «tasa implícita» (9.500 Bs/USD, según la relación de la liquidez monetaria y las divisas de la reserva internacional de la República), el ingreso mensual equivale a menos de 84 dólares. El cada vez menor acceso a la alimentación, a la atención médica de calidad y a las medicinas, producto del bloqueo imperialista, de la corrupción privada y pública, así como de la ineficiencia estatal, está afectando gravemente a la población.

36) La producción nacional está en franco descenso, con más de tres años consecutivo de caída del PIB. El extractivismo, una de cuyas consecuencias es la dependencia y el rentismo petrolero, se relanza con el arco minero, debilitando la soberanía, afectando a las comunidades y pueblos indígenas, poniendo en riesgo el medio ambiente y la principal fuente generadora de energía eléctrica del país. El Petro, diseño de criptomoneda con respaldo en reservas de riquezas naturales del país, iniciativa que, junto al arco minero, puede generar en forma inmediata importantes recursos que requieren la economía y los programas sociales del país, es innegable que nos coloca en la perspectiva de mayor endeudamiento, pérdida de soberanía y reforzamiento de la dependencia.

37) La inseguridad se hace realidad diaria con el control de campos, caseríos, barrios, urbanizaciones y ciudades por las redes delictivas, especialmente del «pranato», vinculadas por lo general a bandas integradas por funcionarios de la seguridad del Estado. Es otra realidad que, junto a la impunidad y corrupción policial, fiscal y judicial, demanda inmediata y eficiente atención, antes de que las nuevas generaciones de niñas y niños sean cooptados y sometidos a su control.

38) Frente a este cuadro, que presenta una sociedad anarquizada y una ausencia efectiva de las instituciones del Estado y del gobierno, se está incubando una inmensa incertidumbre, angustia, desesperación e indignación en amplios sectores del pueblo. Se está generando un acumulado de condiciones favorables para una explosión social sin contenido revolucionario, la cual sería alentada y apoyada por la derecha pro-imperialista, pero cuyo caldo de cultivo es la realidad objetiva con su carga de injusticias y desesperanzas ante una vida que, a diferencia de otros tiempos del proceso bolivariano, no vislumbra opción de salida en interés de la liberación nacional y social del pueblo.

39) Construir una nueva correlación de fuerzas, liderada por una sólida unidad revolucionaria obrerocampesina, comunera y popular, es un objetivo estratégico, para asegurar la implementación de políticas, medidas y acciones de gobierno que apunten no sólo a salir de la crisis del sistema capitalista, en favor de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, sino también con el objetivo del triunfo de la revolución proletaria y popular. Todo lo cual demanda tareas de corto y mediano plazo para el PCV y la JCV.

 40) Los escenarios de la confrontación de clase por el poder en Venezuela

41) El VII Pleno del Comité Central del PCV (19 de diciembre de 2017), al precisar la agenda de la

XIV Conferencia Nacional, convocó a toda la militancia comunista del PCV y la JCV a discutir sobre

«El cuadro socioeconómico y político actual y las tareas del PCV. Escogencia de la candidatura del PCV a la Presidencia de la República». Dicha discusión debemos abordarla en forma integral, considerando los diversos escenarios previsibles del desarrollo de la lucha de clases por el poder político en Venezuela, en un contexto de profundización de la crisis del sistema capitalista y agudas confrontaciones interimperialistas, de exacerbación de la sostenida agresión internacional de la derecha mundial contra Venezuela y su gobierno, de agravamiento de las condiciones de vida del pueblo venezolano y aumento progresivo de la violencia social.

42) En este contexto se prefiguran, al menos, tres complejos escenarios y combinación de ellos, que nos indican la justeza de la orientación del Comité Central de preparar al Partido y la Juventud Comunista para actuar revolucionariamente, cualquiera sean las circunstancias de la lucha.

1.- Elecciones con serias turbulencias sociopolíticas, cerco y presión internacional. Con participación de amplios sectores de oposición.

2.- Elecciones con disturbios sociopolíticos controlados, participación de algunos sectores opositores y abstención de otros, fuerte presión externa con presencia paramilitar activa. Fractura militar y violencia que puede derivar en guerra civil.

3.- No hay elecciones. Violencia social ascendente, crisis política e insurrección cívico-militar. Situación revolucionaria. Victoria revolucionaria o reaccionaria, según la correlación de fuerzas. Guerra civil. Presencia militar extranjera.

43) Sobre la candidatura presidencial

44) Aunque la decisión corresponde a la XIV Conferencia Nacional, este debate está abierto en el seno de todos los organismos del Partido y la JCV. Debe realizarse en el seno de las células del PCV y no en espacios externos a la organización.

45) Elementos esenciales a considerar en el análisis tienen que ver con el contexto internacional y las correlaciones de fuerzas a nivel mundial, latinoamericano-caribeño y nacional; las condiciones objetivas y subjetivas para el avance de las luchas concretas y el desarrollo de los procesos de acumulación de fuerzas; la identificación del enemigo principal y el carácter de las fuerzas que debemos unir para resistir y vencer a ese enemigo principal y abrirle perspectivas al socialismo; la necesidad de avanzar en la acumulación de fuerzas revolucionarias obrero-campesinas, comuneras y populares, lideradas por la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, para garantizar la dirección y el curso revolucionario del proceso nacional liberador; interpelarnos sobre el carácter antiimperialista del proceso socioeconómico y político venezolano, así como respecto a la profundidad y alcance de las realizaciones actuales del gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro, son demandas del análisis objetivo de la realidad.

46) Si en el análisis sobre el carácter antiimperialista del gobierno, llegamos a la conclusión de que el mismo no expresa una línea de consecuente resistencia antiimperialista, ¿por qué y bajo qué condiciones el PCV debe mantenerle su apoyo? ¿Por qué tenemos que apoyar su candidato? ¿Existe alguna razón de interés nacional, más allá del compromiso antiimperialista y/o con los derechos del pueblo trabajador, que determine la pertinencia de apoyarlo? ¿Qué opción o qué opciones frente a las elecciones presidenciales asumirá la XIV Conferencia Nacional del PCV?

47) Nuestra política de amplia alianza antiimperialista y antifascista, nos orienta en la búsqueda de una candidatura unitaria que exprese un programa consecuentemente antiimperialista, antioligárquico, antimonopólico, democrático y popular.

48) Esto es parte fundamental del debate que tenemos que abordar en los organismos del Partido, conscientes de que la decisión final le corresponde a la XIV Conferencia Nacional del PCV y la misma, luego del amplio debate desplegado, es de obligatorio cumplimiento para toda la militancia comunista.

III.- Nuestra propuesta: gobierno de unidad revolucionaria obrera- campesina, comunera y popular

49) En medio de una economía improductiva e inflacionaria, donde los monopolios de los sectores financiero y bancario, industrial y comercial, dependientes del capital transnacional, ya sean vinculados a la oposición o al gobierno, manipulan las divisas y la economía; donde sectores militares corrompidos son los principales responsables del contrabando de extracción, tanto de bienes de consumo masivo como de gasolina; donde se desvaloriza a diario el precio de la mercancía fuerza de trabajo, la salida no es el aumento salarial y los bonos. Hay que ejercer control social obrerocampesino, comunero y popular sobre el capital, la producción, la distribución y el consumo, nacionalizando todo el sector financiero y bancario, los monopolios industriales, agroindustriales y de la comercialización, las importaciones y las exportaciones; expropiando a las/los corruptos y mafiosos estén en la oposición o en el gobierno, sean civiles o militares, enviándoles a la cárcel; hay que  declarar la emergencia productiva en el campo y en la industria, con base en un plan centralizado de desarrollo nacional.

50) Frente a las propuestas del capital monopolista representado por la derecha pro-imperialista, y la propuesta reformista pequeñoburguesa de la conciliación y la farsa del “capitalismo humano”, el Partido Comunista de Venezuela asume con firmeza, convicción y audacia, la labor de presentarle al pueblo venezolano nuestra Propuesta Programática para un Gobierno de Unidad Revolucionaria Obrera-Campesina, Comunera y popular, como la única opción realmente diferente, porque ésta sí se plantea una ruptura real con el orden económico burgués y con la dominación imperialista sobre nuestro país, tal como lo determina la Línea Política del XV Congreso del PCV.

 IV.- Las tareas del PCV

51) El XV Congreso Nacional del PCV (junio de 2017), definió con precisión y claridad en la Línea Política, las tareas actuales del PCV. Elemento esencial en su formulación y aplicación práctica, que transversaliza toda la actividad del PCV, la JCV y los frentes políticos de masas, es la POLÍTICA DE

ACUMULACIÓN DE FUERZAS REVOLUCIONARIAS OBRERO-CAMPESINAS, COMUNERAS Y POPULARES (XXXI Pleno del CC, 20 y 21 de febrero de 2016), que nos permitirá avanzar en la construcción de una nueva correlación de fuerzas y, a la vez, ganar a la clase obrera y al pueblo trabajador de la ciudad y el campo para que asuma la vanguardia de la lucha por el poder en Venezuela e impulse la revolución nacional liberadora, abriéndole verdaderas perspectivas al socialismo en Venezuela.

52) La construcción nacional del Frente Popular Antiimperialista y Antifascista (FPAA), será la expresión orgánica de ese proceso de acumulación de fuerzas, que a su vez, es el motor generador de la más amplia alianza antiimperialistas y antifascista.

53) Para hacer exitosa esta política, es imprescindible que las células desarrollen una actividad diaria de politización, formación, organización y movilización de las masas, al igual que todas las instancias y estructuras orgánicas (incluidos los frentes políticos de masas) dirigidos por el PCV y la JCV, se  consoliden, desarrollen y crezcan cuantitativa y cualitativamente, a cuyo efecto es imprescindible actuar con perfil propio, aplicando la orientación de «CONFRONTAR, DESLINDAR Y ACUMULAR FUERZAS PARA AVANZAR» (XXX Pleno del CC, 30 de enero de 2016), en función de enfrentar al imperialismo, el fascismo, el entreguismo y la corrupción, abriéndole perspectivas a la construcción del Bloque Popular Revolucionario (BPR) o el FPAA, a cuyo efecto es fundamental fortalecer al PCV: verdadera y genuina organización revolucionaria de la clase obrera y el pueblo trabajador.

54) Este proceso demanda aplicar consecuentemente la «OFENSIVA IDEOLÓGICA, POLÍTICA, DE MASAS, MÁXIMO IMPULSO ORGÁNICO Y AMPLIO DESPLIEGUE INTERNACIONAL» (XXVIII Pleno del CC, 29 de agosto de 2015), que nos determina el curso de la planificación nacional, regional, local y celular. Máximo impulso orgánico, que se concreta en el crecimiento planificado, dirigido y selectivo (Campaña Nacional de Afiliación «Centenario de la Revolución Bolchevique» y plan intensivo de formación ideopolítica); a la vez que demanda de las y los comunistas un mayor esfuerzo partidario en la organización, impulso y acompañamiento de las luchas obreras, campesinas, comuneras y populares en general. Como bien establecimos en nuestra XIII Conferencia Nacional (8 al 10 de agosto de 2014): «el Partido conquista su papel dirigente al calor del contacto directo en las luchas de la clase obrera y el pueblo trabajador», lo que significa que el PCV no se convertirá en fuerza que impida la movilización de las masas por sus justas reivindicaciones, sino que, por el contrario, consecuente con su tradición histórica se colocará al frente de las mismas para ayudar a darles contenido y perspectiva clasista-revolucionaria.

55) El Partido tiene una línea clara en cuanto a las confrontaciones de las y los trabajadores frente a la patronal oficial o privada, especialmente en la actual agudización de las contradicciones de clase y de deslinde con los sectores social-reformistas, por lo que el VII Pleno del CC orientó a toda la estructura militante para organizar, impulsar y acompañar las luchas populares en todos los escenarios y sectores. No sólo organizarlas e impulsarlas, sino también acompañarlas donde no seamos nosotros quienes las impulsemos u organicemos como Partido. Adoptar una línea de acción de mayor confrontación, de movilización, de identificación de los problemas de las masas y acompañarlas e impulsarlas.

56) Frente a este escenario, debemos participar en la organización e impulso de las luchas de las masas, levantando nuestro programa que propone una salida revolucionaria a la crisis del capital y no la salida reformista pactada con la burguesía en favor del capital, que es la que impulsa la fracción mayoritaria del gobierno y el PSUV.

57) En esta dirección es necesario fortalecer el esfuerzo de construcción revolucionaria del FPAA, como una manera de acumular fuerzas frente al imperialismo, a la burguesía y también frente a quienes están pactando y negociando las conquistas alcanzadas por el pueblo durante este proceso y a lo largo de nuestra historia republicana.

58) La unidad revolucionaria obrero-campesina, comunera y popular, debe abrirse un espacio creciente en la dirección del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, para garantizar un curso consecuentemente antiimperialista al proceso político venezolano y a su perspectiva socialista, sobre las bases científicas del marxismo-leninismo.

59) Cuando el PCV se acerca a sus 90 años de existencia combativa y consecuente, queda patentado que –por su ideología de vanguardia, su forma de organización y su programa estratégico– no existe ningún otro partido con la potencialidad y capacidad de dirigir al proletariado para que cumpla su misión histórica: enterrar al capitalismo y construir la nueva sociedad productiva, planificada, genuinamente democrática y sin explotación; por eso legítimamente el PCV sigue siendo «La fuerza del pueblo trabajador». En la medida que todo el colectivo comunista cumplamos nuestras tareas, podremos lograr nuestros objetivos.

Buró Político del Comité Central PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA – PCV

Caracas, enero de 2018.

 

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