El espíritu unitario y un llamado a la reconciliación son clave para concretar los acuerdos y negociación necesaria para superar la crisis general; pero antes es necesario llegar al poder por medio de unas elecciones; aunque algunos piensen que este camino se ha cerrado y otros se centran en exigir condiciones para un proceso, el analista político y consultor electoral Aníbal Sánchez Ismayel sostiene que un cambio de condiciones no será efectivas sin un compromiso que conlleve a la organización y defensa de esas voluntades.
“el problema fundamental está en lograr incentivar o movilizar un caudal de voluntades superior al del adversario en el universo total de electores y posteriormente poder defender los resultados” no es suficiente con el rechazo que puedan tener la otra opción, o que el descontento sobre una gestión supere su intención de voto; La defensa de las voluntades pasa por que no se forjen otras manifestaciones, expresó.
El hablar de defender las manifestaciones de voluntad, no se puede centrar en el hecho importante “Tener Testigos en todas las Mesas de Votación” para este año 2018 calculadas en unas 34 mil 110 tanto en el territorio nacional como en las 127 oficinas consulares del país, donde se instalarían unas 276 “las ubicadas en el país se reparten en 14 mil 638 centros de votación”.
Sánchez sostiene que la defensa de la voluntad popular, en un proceso electoral es tarea de varios, y en cada uno de las fases desde la elaboración y actualización del padrón de electores o registro; como en la constitución de los órganos subalternos, entre ellos las Juntas Electorales y Mesas de Votación, hasta la revisión o certificación de las aplicaciones e instrumentos utilizados; lo que ocurre en las Auditorias, recuerda “este 9 de Abril debe iniciar la auditoria de Datos de Electores donde al revisar los datos biográficos y biométricos se busca respetar el precepto de un elector un voto; al certificar los archivos y su forma de almacenamiento (mezclado) es fundamental para garantizar el secreto”.
Es poca la promoción oficial sobre el 1 millón 21 mil 230 electores sorteados para prestar el servicio electoral en las juntas y mesas; 432 necesarios para cubrir las 24 Juntas Regionales, 6.030 en las 335 Juntas Municipales, y 1.278 para las Juntas Parroquiales, y 1.013.490 como miembros de Mesas de Votación “todas estas personas deben ser motivadas, captadas, adiestradas, y acreditadas” en muchas ocasiones es preferible tener un adepto como miembro que de testigo.
El tener al menos unos 68 mil 220 testigos de mesas, para cubrir la totalidad de las mesas de votación, ha sido uno de los retos a vencer por los candidatos, al tener una campaña inspirada en la conectividad emotiva, donde su canal es de aire; no facilita la creación de estructuras celulares de adeptos ubicados en función de los centros de votación y de ahí en la mesa respectiva.
El analista señaló que, ante la desesperanza de la gente, se deben saber manejar las expectativas o necesidades para atraer al descontento, al tiempo que comprendan y confié en el sistema electoral “y así concretar o consolidar una mayoría circunstancial de voluntades que creen en la necesidad de un cambio, lo cual es expresada en votos”. Los requerimientos de testigos y adeptos o comprometidos no se reparte de forma lineal en todos los centros, en Anzoátegui los centros se pueden cubrir con 3.510 testigos, pero se deben comprometer unos 323 mil electores (30%) para tener una oportunidad.
En otros Estados como Zulia se requerirían 7.794 testigos para cubrir 3.897 mesas, pero se deben movilizar por la misma opción unos 735 mil adeptos para mantener las posibilidades, en Miranda baja la cantidad de testigos necesarios a 6.680 y la meta de compromiso estaría por los 624 mil; en la región de Caracas se requieren 5.272 testigos y el compromiso de 499 mil electores, acoto.