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Rubén Ávila: Cuenta las 16 vidas del 13-A

Para quien valora la historia y la vive en uncía a la literatura y deleitan con tantos  escritos que se dejan ver en diarios locales y nacionales, igualmente en sus obras literarias como ‘El Taita’, ‘Crónicas viajeras’ y la inédita ‘La Lucha Armada’, esta fecha esta encarnada a la Revolución Bolivariana, nos habla el padre del ‘Hombre de la Tanqueta’, Rubén Ávila Serrati, a 16 años de aquel abril irrenunciable del año 2002.

Rubén Ávila nos dice: “yo no cuento años, cuento vidas”. Por eso las vidas han sido marcadas por los movimientos que liberarían al pueblo políticamente, cuando las izquierdas tomaron las armas y se fueron tras una réplica de la Sierra Maestra. Mas sin embargo, no fueron aquellos los días para ganar en la revolución, hoy por hoy asegura que ese momento es ahora.

Hugo Rafael Chávez Frías fue su amigo desde 1985, pero antes conoció a Fabricio Ojeda en 1967, quien lo embistió como jefe de propaganda de la Junta Patriótica, fue en la guerrilla del bajo Tucupido de Guárico cuando lo vió por última vez; de vuelta al Comandante eterno lo sigue viendo todos los días, en el pueblo que mantiene la esperanza de la revolución..

Reveló Ávila, que entró clandestinamente a Mérida, trabajó en la Universidad de los Andes, en su perfil de químico. A este guerrillero de corbata le vino la vena revolucionaria desde su esencia y la ejerció desde que se ató a la silla de Gómez en sus años de liceísta, más tarde era ‘Payara’ jefe de logística estratégica y allí cuenta se enfrentó a la muerte sin tenerle miedo.

En sus cruzadas de incursión opositora (1963 en adelante durante la cuarta) se vió perseguido, con allanamientos a su vivienda con menores hijos y esposa, aun así no le tembló el pulso para seguir atando su corbata revolucionaria, se enfrentó al jefe de la Digepol en medio de una sonrisa para salvar tres vidas del comando central de la guerrilla “eso no era interesante, sino la obligación y el deber de hacer la revolución”.  Ahora entendemos el arrojo del Tcnel. Rubén Ávila Ávila, aquel 4F de 1992 cuando la famosa tanqueta derrumbó las puertas Miraflores dando ejemplo de patriota y ensañando al pueblo que hizo, en definición, lo mismo aquel 13A de 2002.

El otrora ‘Payara’ siente hoy día  que ha dado a la revolución y que ahora quiere dar mucho más, porque el camino no puede ser tan corto, el silencio le duele, aquello fue un momento histórico, tal vez un lunar o una lucha, por eso La Lucha Histórica no va a permanecer callada, “aun no se cuentan los muertos, no se sabe el total de quienes cayeron a la izquierda, porque los que quedamos vivos estamos como muertos”, expresa al referirse del ahora y los que guardan en sus mentes esa vidas revolucionarias.

Rubén piensa, que “el pueblo está expectante, lo noto callado, el oposicionista y oportunista agudiza en relación a la opinión” porque la satanización la produjo un dólar especulativo y “esto es una guerra y no sabemos qué tipo de guerra es, pero han tumbado un gentío basta ver los lados Brasil, Argentina, Honduras, Ecuador. “Tenemos que ser firmes, leales y profundos”, asintió.

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