No nos referimos a los 10 millones ofrecidos “a quien vote por mí” sino a la promesa de cumplir con la gran aspiración del comandante eterno: 10 millones (mills) de votos. Esta vez aumentó la lejanía. Para la Constituyente del 30-07-17 declaran 8 mills que se convierten en 6 para el 20M-18
Y en paralelo a la instalación de la ANC se inician las sanciones (plan “guerra económica”) de EEUU a funcionarios gubernamentales.
El 23/01/18 la ANC convoca las presidenciales antes del 30-Abr. Y de inmediato aumentan los sancionados, precios del dólar e inflación. Los Clap y el Partido del Hambre pierden capacidad de respuesta y el descontento cunde a pesar del regalo de bonos.
Esto puede explicar la tesis de 80% del electorado contrario al gobierno y a la reelección de Maduro. Por eso cuando las oposiciones deciden no votar “porque no hay condiciones” el Psuv respira aliviado. Apenas enfrentará una fracción disidente encabezada por Henri Falcón y emergentes sin mayor espacio electoral.
Sin embargo, la tarea fue dura y penosa. De los 16.5 mills de Carnet de la Patria y 6.5 mills de militantes del Psuv ¿cuántos cumplen el 20M? ¿Cuántas veces se dijo que los votos duros del Psuv y del Polo Patriótico sobrepasarían los 10 mills? Una votación para saldar la deuda con Chávez y mostrarle a EEUU-Comunidad Europea y Grupo de Lima que la revolución tiene apoyo popular para su defensa.
Pero el 20M, la disminuida figura de Maduro alcanzó un triunfo basado en todo tipo de compra-venta y fundamentalmente en el culto a Chávez o “ideal chavista” que muchos ven alejado de Maduro. Y todos saben que el tal 68% es sobre la base de 6 contra los 2 mills de votos de HF. Se trata de obviar así 54% de abstención y la diferencia de 2 mills de votos del 30Jul/17 al 20M/18
La respuesta de HF ante los resultados fue el desconocimiento del proceso por lo que previamente conocía: el ventajismo oficial. Y al parecer, el candidato sólo jugó a ganador porque una encuestadora lo convenció de que ganaría con 8 puntos de ventaja. Al frágil “madurismo” que custodia el poder militar, lo enfrenta una fracción opositora llamada a darle fuerzas.
Por eso, Sancho, la revolución de los sin 10 mills ganó, se proclamó, juramentó e inventó un “nuevo comienzo” que quiere deshacerse de sus dos décadas de la misma y “vieja miseria” para implantar un tal y verdadero socialismo S-XXI.