Uno, dos y hasta tres meses sin recibir agua son los recurrentes testimonios de los caraqueños, que a vox populi exigen mejoras sustanciales en los servicios básicos.
El Valle, municipio Libertador, es una de esas zonas en donde el agua es un tesoro preciado y del que tienen mucho tiempo sin saber. El sector San Andrés es el más afectado con esa situación. Deben cargar tobos de agua desde la avenida intercomunal hasta sus respectivos hogares, muchos ubicados en la parte alta del barrio.
“Hasta 20 mil bolívares nos cobran por un tobo de agua”, alegan los vecinos molestos porque la alcaldesa del municipio, Erika Farías, no se ha pronunciado sobre esta situación en la que tienen más de 8 meses. Ni consejos comunales ni mesas técnicas de agua de Hidrocapital se han pronunciado.
La parroquia Santa Rosalía, también del municipio Libertador, no se salva. Y es que a pesar de que tienen más de dos meses sin recibir agua de forma regular, ni las autoridades de Hidrocapital ni los consejos comunales se han pronunciado para dar respuesta a esta problemática.
Los edificios ubicados en el conjunto residencial Miranda, municipio Sucre, estuvieron sin agua ni luz por casi 26 horas. Hasta este jueves en horas de la noche se restablecieron los servicios.
Según alegaron algunos residentes, conocieron de forma extraoficial que la falla se originó por una supuesta avería en la torre de transferencia de Caucagüita.
Carlos Rojas, vecino de la zona, aseguró que la falla del servicio eléctrico ocasionó los problemas con el agua. “Solo en esta urbanización estamos hablando de que son más de ocho mil personas afectadas, sin contar a aquellos que hacen vida en los sectores de Parque Caiza y Caucagüita.
Caraota digital
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