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Luis Fuenmayor Toro: Concertación por el Cambio (Declaración)

 

Les presento el documento casi textual de la alianza política recientemente presentada en rueda de prensa por Henri Falcón:

Venezuela se encuentra sumida en la desesperanza. Fracturada y dividida, empobrecida y deshecha, la nación siente menguadas sus fuerzas para encarar con ilusión el porvenir. Venezuela necesita reencontrar el sendero de la reconciliación y la unidad de todos. Necesita una Concertación por el Cambio. Si juntamos nuestras fuerzas como hijos que somos de una misma patria, podremos acometer la tarea de trabajar por convertir el desencanto en fe, la desconfianza en certidumbre, la rabia en lucha, la abstención en participación y la derrota en victoria.

Quienes desde hace mucho nos encontramos en la defensa de la ruta democrática para lograr los cambios políticos, económicos, sociales y culturales que Venezuela demanda a gritos; quienes a partir de ese propósito nos encontramos durante la última campaña electoral alrededor del acuerdo que se expresó en la candidatura de Henri Falcón y en la propuesta La gran transformación, hemos tomado la decisión de desarrollar nuestras coincidencias más allá del escenario electoral y acordarnos en el plano de acciones políticas permanentes, centradas en acompañar a la gente en su lucha por defenderse de la crisis y exigir la plena vigencia de la Constitución. Queremos ayudar a conformar una alianza política abierta pero definida, que con muchos otros propicie un vasto encuentro en el que tengan expresión y cobijo las más diversas y representativas fuerzas, organizaciones y personas, comprometidas en impulsar una transición política democrática y pacífica que permita la reconstrucción institucional, económica, social y moral de Venezuela.

A la nación la agobian males de todo género, que ya casi resulta ocioso mencionar pues los venezolanos los padecemos a diario:

·   Una crisis en el orden económico y social de inmensa gravedad, que se expresa en el quebrantamiento de todos los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales del pueblo: en su alimentación, debido a un proceso hiperinflacionario que convierte en sal y agua los ingresos de los venezolanos, y al desabastecimiento de productos básicos; en su salud, debido a la carencia de medicamentos y en general a la ruina de todo el sistema de salud; en su educación, debido al desmejoramiento sensible de la calidad de la enseñanza y al deterioro de las condiciones de instituciones y profesores y maestros; en su bienestar general, debido al caos creciente en todos los servicios públicos, entre ellos: agua, electricidad, transporte y vías de comunicación, y gas; en su medio ambiente, debido a la destrucción progresiva de nuestro entorno natural en nombre de inconvenientes proyectos económicos rentistas, como el Arco Minero del Orinoco; y en su seguridad personal, debido al incremento incesante de los índices de violencia social.

·   Una expansión indetenible del ignominioso fenómeno de la corrupción administrativa, que socava la institucionalidad y compromete recursos cuyo destino debe ser el pueblo.

·   Un déficit democrático creciente, que impide el cabal ejercicio de los derechos políticos y civiles y que se expresa en la conformación de un partido/Estado que, a través de poderes cuya autonomía ha sido confiscada y de una Fuerza Armada cuyo profesionalismo ha sido comprometido, ejerce su hegemonía en transgresión constante de la Constitución de la República.

·   Una violación sistemática de los derechos humanos, de lo que son evidencia la existencia de presos políticos, contraria a la idea misma de democracia, y las ejecuciones por parte de cuerpos policiales y militares.

·   Un aislamiento cada vez mayor de Venezuela en el concierto de naciones del mundo, con importantes consecuencias políticas, económicas y sociales para nuestro pueblo.

Venezuela necesita un cambio. Esta Concertación propone un cambio en paz. En esta perspectiva, ratificamos nuestro compromiso con la ruta democrática: pacífica, civil, electoral y nacional, que nos encuentra:

·   Defendemos el voto como instrumento de cualquier estrategia democrática frente a un régimen autoritario con prácticas dictatoriales y vocación totalitaria, como el que nos desgobierna: los abusos de poder del partido/Estado no serán vencidos poniéndonos al margen de las disputas electorales sino participando masivamente en ellas.

·   Apoyamos el diálogo y la negociación como forma civilizada para la solución de nuestros conflictos políticos, por lo que juzgamos necesario avanzar hacia un amplio acuerdo nacional que, sobre la base del consenso, permita reconciliar a los hijos de esta patria y a partir de allí re institucionalizar y reconstruir a la nación.

·   Compartimos las luchas populares de calle siempre dentro de los parámetros de la protesta pacífica: nos deslindamos de antemano de toda acción violenta, que pretenda hacerse del poder por la senda imponderable de los atajos.

·   Reafirmamos la condición civil de nuestra estrategia, que incluye el respeto a la naturaleza institucional de nuestra Fuerza Armada, tanto de quienes ejercen el poder y abusan de él como de las fuerzas de oposición que propugnamos un cambio de gobierno.

·   Favorecemos y resguardamos la condición nacional del cambio político que queremos impulsar, lo que no implica el rechazo sino por el contrario valora todas las muestras de solidaridad de gobiernos y naciones del mundo con nuestro pueblo, pero sí la repulsa a toda injerencia o pretendido tutelaje extranjero.

Con base en estos valores proponemos a la nación, a los hijos de esta patria traicionada, propugnar entre todos una Concertación por el Cambio. Es hora de recobrar el orgullo de ser venezolanos. Sabemos que es posible cambiar para bien a Venezuela y cambiar en paz. Los venezolanos podemos. Entonces, que así sea.

 

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