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Eduardo Fernández: No tenemos una verdadera alternativa ante un gobierno impresentable

 

El doctor Eduardo Fernández considera que las elecciones de concejales no deben ser vistas como un episodio más de la política nacional sino como un hecho local en el que se debe participar. Reitera, además, que abstenerse es peligroso.

Enrique Meléndez

A continuación la entrevista:

Vista la salida de AD de la MUD, ¿se plantea en estas circunstancias una nueva unidad; algo que varios sectores vienen reclamando?

-Desde hace mucho tiempo en Venezuela se está sintiendo que, no sólo tenemos un gobierno muy malo, sino tenemos una ausencia de alternativas. Una democracia bien organizada tiene un gobierno responsable y tiene una alternativa democrática que pueda sustituir a ese gobierno en cualquier circunstancia dentro del marco de la Constitución.

-En Venezuela el gobierno no es responsable, Se trata de un gobierno muy inepto con una idea muy equivocada, y frente al gobierno no hay alternativas. Entonces, de lo que se trata no es solamente de una operación construida por unas siglas partidistas. Lo que hay es que construir una verdadera alternativa democrática, y eso compromete a todo el liderazgo nacional. No solamente a los líderes de los partidos políticos, sino al liderazgo nacional.

-A mí me ilusionó mucho cuando se anunció la creación de ese gran frente; donde estaban los rectores de las universidades, los líderes de la economía; los líderes empresariales; los líderes sindicales. Porque pensé que ese era el comienzo de la construcción de una alternativa frente al gobierno. De eso se trata: de construir una alternativa frente a un gobierno absolutamente impresentable.

¿Usted lo dice porque hasta ahora, según se ha señalado, han privado los intereses de algunas figuras individuales en los intentos de unidad que han tratado de hacer las fuerzas opositoras?

-Efectivamente, los intereses personales y los intereses grupales son los que han prevalecido en las operaciones políticas de los ambientes opositores. Lo que hay es que pensar en Venezuela; colocar el interés personal por encima de cualquier ambición partidista y, por supuesto, mucho más por encima de cualquier vanidad personal.

El CNE ha convocado a las elecciones municipales para el mes de diciembre; según se ha destacado, en una forma irregular pues han debido ser convocadas el año pasado. ¿Vale la pena participar en este proceso?

-Yo creo que las elecciones municipales son un hecho fundamentalmente local. Las elecciones municipales no deben verse como un episodio más de la política nacional; sino como un hecho municipal; que en cada municipio, los habitantes de las localidades busquen las personas más representativas; que más puedan hacer en su beneficio para resolver los problemas.

-De modo que yo creo que es evidente que los habitantes de cada municipio deben elegir sus representantes ante el órgano municipal. Porque esos son los que van a velar por los intereses de los ciudadanos que viven en esos municipios. Entonces, eso no es problema de partidos nacionales ni problemas de la confrontación entre el gobierno y la oposición. Las elecciones municipales deben ser vistas desde una perspectiva de gobierno local; de los intereses de los vecinos que viven en un determinado municipio.

Sin embargo, todos los partidos nacionales tienen representación municipal, y hay varios partidos que han sido invalidados en el CNE, en vista de que no participaron en las elecciones del 20 de mayo. ¿No le parece que, en ese sentido, son cuestionables esas elecciones?

-Yo pienso que los vecinos tienen derecho a tener sus concejales. No solamente tienen el derecho, sino que también tienen el deber de construir a que cada municipio tenga un gobierno municipal que se ocupe de los problemas de los vecinos.

¿Cómo convencer a la ciudadanía venezolana de participar en los eventos electorales con un CNE al que se considera un apéndice del gobierno?

-Con ese mismo CNE la oposición tuvo una clamorosa victoria en las elecciones para la Asamblea Nacional de diciembre de 2015. Lo que necesitamos es voluntad política, además de responsabilidad ciudadana. Si nos quedamos en la casa se perpetúa la dictadura, y no hay ningún horizonte. Si participamos en las elecciones municipales, para resolver los problemas del municipio; si participamos en las elecciones regionales, para resolver los problemas de los estados, y si participamos en las elecciones nacionales habrá alguna posibilidad de salir de esto.

Sin embargo, hay mucho escepticismo todavía con respecto al voto. ¿No le parece?

-Eso es obvio; es evidente. Se puso de manifiesto el 20M: que la abrumadora mayoría de los venezolanos no fueron a votar. Eso es peligroso. Es síntoma de una situación muy difícil y, además, yo no creo que sea accidental. Yo creo que eso es promovido desde el propio gobierno. La comisión de estrategia del gobierno hace lo necesario para desanimar a los ciudadanos a que participen en las elecciones y de esa manera se perpetúan ellos en el poder.

¿Qué opinión le merece a usted la posibilidad, según lo manejan algunos, de que Maduro salga por la vía de la intervención de una fuerza multinacional?

-A mí me parece que eso es muy poco probable y muy poco deseable.

¿Qué sabe usted de un documento de fidelidad al régimen que, supuestamente, se obligó a la oficialidad de la fuerza armada a acatar, antes de producirse los ascensos?

-Una de las cosas más tristes y más dramáticas que han hecho estos veinte años del llamado socialismo real es acabar con la institucionalidad de las fuerzas armadas. De modo que una de las tareas, que habrá que acometer en la reconstrucción del país es recomponer la institucionalidad de la fuerza armada.

¿Por qué, a su modo de ver, la dirigencia política no ha acompañado a las diversas manifestaciones que se han suscitado en el país?

-Pues la verdad es que no tengo una respuesta para esa pregunta. Puede ser, por ejemplo, que las enfermeras y los médicos no quieran ver las caras de ninguno de esos dirigentes en sus conflictos.

¿Por qué, a su juicio, este gobierno no corrige esa situación?

-Francamente, no lo entiendo. Por qué no toma conciencia. No despierta a la realidad que tiene por delante; como es el hecho de que los venezolanos se están muriendo de hambre; que los venezolanos estamos sufriendo mucho las consecuencias de este gobierno en deterioro de la calidad de la vida. El deterioro de todos los servicios públicos, como el de transporte, el de la electricidad, el de la salud, el de la educación.

-Entonces, el gobierno debería despertar y reaccionar. Ahora, no sé si le ha pasado el tiempo para hacer eso; para despertar y reaccionar y más bien, lo que debería el gobierno es analizar que las circunstancias lo obligan a irse, a preparar su salida, a promover una consulta nacional para sustituir al gobierno. Porque el gobierno, no solamente no quiere resolver los problemas: es que, aunque quisiera, no puede resolver los problemas; porque ha perdido la confianza, tanto la interna de la opinión pública; como la internacional.

¿Estamos ante un régimen de mafias o estamos ante un régimen de burocracia al estilo de los regímenes de la llamada órbita soviética?

-Estamos ante un gobierno, manifiestamente, incompetente para resolver los problemas; con independencia de las calificaciones que se le endilgan al gobierno. Lo más importante es que se trata de un gobierno que ha provocado los problemas que estamos sufriendo, y que no tiene ninguna capacidad ni la intención de resolver los problemas, que estamos sufriendo.

¿Estaría usted de acuerdo con algunas opiniones en el sector oficialista que piden un cambio de la política económica?

-Totalmente de acuerdo. A mí me parece que no hay nada más absurdo que los controles artificiales de la economía. Ni el control de cambio ni el control de precios han servido para nada; sino para desatar la más impresionante hiperinflación que se registra en la América Latina. Venezuela se trata de un país donde no había habido nunca hiperinflación, y la que se está sufriendo, como consecuencia de esas medidas, como son el control de cambio y el control de precios.

-De modo que, mientras más pronto eliminen esos controles artificiales; que no son sino fuentes de una monumental corrupción, la situación económica venezolana va a seguir de mal en peor. Por tanto, hay que hacer algo urgentemente, y tengo la convicción de que este gobierno no está en capacidad de tomar las medidas que hay que tener en cuenta, y que es importante que, dentro del marco de la Constitución, se elija un nuevo gobierno que permita llevar a cabo los cambios que el país requiere.

¿Qué entiende usted por despertar y reaccionar, de acuerdo a un artículo que escribió recientemente para los medios de comunicación social?

-Bueno, que hay que tomar consciencia de que la mejor manera y, me atrevo a decir, la única manera civilizada de salir de este gobierno tan malo, que tiene la República es a través una vía democrática, de confianza y de organización del pueblo; de trabajo al lado del pueblo; de compartir el sufrimiento del pueblo, como sería la vía electoral.

En otro artículo, asimismo, citaba al famoso filósofo alemán Martín Heidegger. ¿Nos pudiera recrear esa cita?

-Yo mencioné a Heidegger para rebatirlo; él tiene una frase que dice: el hombre es un ser para la muerte. Yo sostengo que el hombre es un ser para la vida. Nosotros hemos sido creados para la vida. Hemos sido creados para la felicidad; de modo que todo lo que conspire contra la vida y contra la felicidad está conspirando contra la esencia de la persona humana.

-Los seres humanos existimos para vivir y para disfrutar de la vida; disfrutar de la naturaleza; disfrutar de la belleza; disfrutar de tantas cosas buenas. Este gobierno, que tenemos en Venezuela, está conspirando contra ese derecho humano fundamental; que es el derecho a la vida y a la felicidad.

Lea másDespertar y reaccionar 

 

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