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Abraham Gómez R.: Alguna vez Zapatero, siempre mamporrero.

 

La definición de mayor uso para mamporrero se da para describir a una persona que ayuda en la realización de una tarea moralmente repugnante.

En la antigüedad se le quiso dar al   oficio de mamporrero un cierto prestigio, ya que en su momento implicaba que la persona involucrada contase con la habilidad suficiente para posibilitar la procreación de los mejores caballos. ¿Cuál era la misión del mamporrero?: conducir el falo del equino semental, con puntería, hacia la vagina de la yegua. Trabajo que resultaba indispensable para poder contar con los mejores ejemplares.

No resulta difícil construir una metáfora, en la actualidad, con la   palabra y oficio de mamporrero.

Así entonces, hay personas que no escoden su apariencia, su disposición, voluntad y ganas de hacerse mamporreros en la política; serviles de los tiranos, para el trabajo sucio;    cooperadores con el dictador. Poco importa el lugar de procedencia del mamporrero: sea de la China, de Rusia o de España.

Total, para ellos lo más importante es ser mamporreros para que los sátrapas desembuchen sus deleznables propósitos.

Innumerables dirigentes políticos, en cualquier latitud geográfica y distintos épocas y circunstancias, parecen que reciben una inoculación perpetua para exteriorizar conductas enfermizas, extravagantes o idiotizadas.

La historia se ha encargado de aportarnos bastantes ejemplos de especímenes a quienes le cuadra la descripción anterior. Por cuanto las protuberancias con las que han actuado no les da tiempo para un trabajo remedial, o para disimular las estupideces cometidas.

Las fuentes consultadas nos ofrecen enjundiosos relatos inimaginables acerca del tristemente famoso Calígula, que develan su crueldad y su demencia.

Se cuenta que en sus últimos años de vida estuvo envuelto en una serie de escándalos entre los que destacan mantener relaciones incestuosas con sus hermanas e incluso obligarlas a prostituirse.

En su reinado, ninguno de los partícipes lo refiere de manera favorable; por el contrario, los criterios se centran en su crueldad y perversidad sexual; en resumen, presentándolo, a cuerpo entero, como un tirano desquiciado.

Analicemos este otro caso: a mediados del siglo XIX se desató una crisis económica incontrolable en Haití; lo cual generó varias insurrecciones, que fueron duramente reprimidas, por órdenes del emperador Faustino I; el mismo personaje que había sido, hasta hacía poco, el humilde Faustino Soulouque, originario y proveniente de las masas esclavizadas. Pero, comenzó a padecer delirios de grandeza, al tiempo que desató sanguinarias persecuciones contra su misma gente.

El orate de Soulouque y sus fuerzas imperiales no pudieron contener al pueblo que clamaba libertad; por lo que terminaron sus días guillotinados unos y en el destierro otro.

Idi Amin Dada, mejor reconocido como Amin, nunca escribió una autobiografía, ni dio su autorización para que se hiciera una versión oficial de su vida, por lo que existen discrepancias sobre cuándo y dónde nació. La mayoría de fuentes biográficas sostienen que nació en Koboko o Kampala hacia el año 1925.

Se sabe que durante sus años en el poder, Amin pasó de la lealtad a occidente y de recibir un apoyo firme de Israel a ser respaldado después por la Libia de Muamar el Gadafi

Las fuentes consultadas nos indican que Idi Amin era polígamo y se casó con al menos seis mujeres, de tres de las cuales se divorció.

Amín se nombró a sí mismo presidente de Uganda, comandante en jefe de las fuerzas armadas y jefe de los estados mayores del ejército de tierra y del aire.

En qué guarda relación  con los déspotas anteriores; nada más y nada menos en que  el gobierno de Amin se caracterizó por el abuso flagrante de los derechos humanos, la represión política, la persecución étnica, los asesinatos extrajudiciales, el nepotismo, la corrupción y la mala gestión económica.

Saloth Sar (Prek Sbauv, ​ más conocido como Pol Pot, fue un dictador camboyano, y el principal líder de los Jemeres Rojos desde la génesis de éstos en la década de 1960 hasta su muerte en 1998. Fue también primer ministro de Kampuchea Democrática, durante la dictadura de los Jemeres Rojos, Forjador de un Estado de corte maoísta. El temible Pol Pot pasó a la historia como el principal responsable del denominado genocidio camboyano, que fue la principal razón de la constitución de un Tribunal Internacional.

Cada uno de los abominables personajes anteriormente citados tenía para su uso particular su propio mamporrero.

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