En Anpage afirman que negocian con la banca para instalar el pago electrónico.
En 700 estacionamientos de la Gran Caracas propietarios y encargados se reinventan para evitar caer al abismo como ocurrió con 600 propietarios tras dos regulaciones de tarifas en 2005 y 2014, y aumentos salariales consecutivos y de bonos de alimentación que destruyeron sus estructuras de costos.
La nueva medida que asumieron es el cobro de tarifa plana a Bs 1.000 las primeras cuatro horas de estacionamiento, y de Bs 1.500 el resto de las horas de parqueo en estas estructuras en todo el país, afirma Benigno Luis Marcos, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios y Administradores de Garajes y Estacionamientos (Anpage).
Afiliado a Anpage tuvieron que cerrar entre 1 y 3 pisos de estacionamiento en centros comerciales y demás parqueaderos de la Gran Caracas, porque los costos no alcanzan para mantenerlos.
“Aún con menos oferta, hasta 350 puestos cerrados por parqueadero, y tarifa plana, tratamos de pagar la nómina. También hay muy poco trabajo por la crisis política y económica del país, protestas y demás acciones que nos han llevado a reducir la atención“, dice.
Asegura que muchas veces los trabajadores no pueden llegar a sus puestos por la situación del país. “Hoy día nosotros no estamos buscando hacer aumentos, sino cubrir los costos de la nómina. Al no poder trabajar nos retrasamos entre uno y tres meses con la mensualidad del alquiler, condominio y pago a proveedores del país.
Marcos reconoce que hay estacionamientos que solo pueden sobrevivir con tarifa plana a Bs 1000. “Pero los más grandes, hasta 90 parqueaderos, cobran Bs 1.500”.
Conductores del este y oeste de Caracas señalan que la tarifa plana afecta al que dura menos tiempo en un estacionamiento. “Tampoco hay puntos de pago y muchas veces nos quedamos encerrados por no tener dinero en efectivo”, asegura Alex Dugarte.
Marcos adelanta que el miércoles la junta directiva de Anpage se reunió para informar que conversan con representantes de la banca para obtener puntos de pago electrónico.
“En algunos casos nos piden mantener montos fijos en cuentas bancarias (hasta Bs 3,5 millones) como garantía para que te otorguen un punto de venta electrónico. En bancos más grandes informan que no cuentan con equipos para nuevas solicitudes. Sin embargo, vamos a otras entidades para tratar de resolver la petición de la clientela“, indica.
La crisis también la viven los choferes, pues al haber menos personal y poco mantenimiento se reduce la calidad del servicio. “En mi caso, que permanezco en una oficina todo el día pago menos tarifa que la del puesto fijo. El pago por menos tiempo me perjudica, igual si cierran por inseguridad”, señala Raiza Altuve, cliente.
El Universal