Como un camposanto de buses rojos luce el patio de la sede principal del Metro de Maracaibo, en Altos de La Vanega. Las unidades han echado raíces en el sitio y hasta maleza les ha salido entre los vidrios, motores, mientras algunas están en el suelo, sin cauchos; y en las calles, los zulianos sufren por la carencia de transporte público y aguardan la recuperación de los vehículos para disfrutar de lo económico de sus pasajes y comodidad.
Fuera de la ciudad, en una granja vía Los Dulces, se encuentran otras 45 unidades también “arrumadas”. En total, 247 metrobuses están desincorporados del servicio de movilidad urbana por falta de autopartes, repuestos y aceites.
Apenas ruedan 18, de 265, que abarcan las rutas urbanas en Maracaibo e interurbanas de La Concepción, La Cañada de Urdaneta, San Francisco y Mara. Los detalles de la dramática situación los ofreció el presidente del Sindicato Bolivariano de Trabajadores del Metro de Maracaibo, Adrián Barrios, quien se mostró preocupado por el deterioro del servicio.
“Más de 90% de los buses están parados y de los trenes solo quedan dos o tres funcionando, de seis que hay, los cuales están en condiciones pero necesitan mantenimiento. Pedimos a las autoridades que se hagan cargo de la situación”, exhortó.
Recordó que durante las “guarimbas” de hace tres meses fueron atacados algunos vehículos y también se sacaron de circulación.
Por el contrario, el presidente del Metro, Tito Meleán, precisó, el pasado viernes, que existen 40 unidades activas y aseguró que ha solicitado los recursos al Gobierno para la adquisición de insumos.
“Necesitamos autopartes; hay una manguera que cuesta 13 millones de bolívares. Aparte, existe una escasez enorme de repuestos que no conseguimos. Hemos buscado aceite para buses que tenemos paralizados y tampoco se encuentran en la ciudad”, explicó el representante, durante una asamblea con los trabajadores de la institución para discutir el pago de pasivos laborales y la reducción de la flota.
Meleán informó que el Ministerio de Transporte, a través de Fontur, llegó a un acuerdo con la empresa china Yutong para recuperar las unidades; sin embargo, la compañía no ha cumplido.
El 17 de octubre, el vicepresidente de Obras Públicas y Servicios, Luis Motta Domínguez, aseveró que en los últimos días arribaron suficientes repuestos al país para cubrir los requerimientos de los vehículos Yutong.
Las rutas con alta demanda como La Limpia, Bella Vista y C-2 resultan las más perjudicados. En algunas se suspendió el servicio tras las protestas de junio, en las que llegaron a quemar una unidad extensible (acordeón) cerca del C.C. Galerías. Recientemente se reanudaron pero solo en horas picos: 7:00 am, 12:00 del mediodía y 4.00 pm.
Para las líneas del 18 de Octubre, Pomona y Urdaneta-Cuatricentenario se suspendieron indefinidamente las operaciones por el desplome de la flota, especificó Barrios.
Próximamente se sumarán otros 10 buses para cubrir el transporte interurbano de La Cañada, La Concepción, Carrasquero y Paraguaipoa.
En las paradas, los usuarios se quejaron de la situación, pues alegaron que las unidades les brindaban mayor seguridad y un ahorro significativo con respecto a las tarifas de carritos y buses.
“A los adultos mayores nos daban prioridad y además íbamos con aire acondicionado. En cambio, en los buses normales vamos de banderita y aparte aumentaron el pasaje y uno gasta casi mil bolívares”, expresó Omar González, de 62 años, en Bella Vista.
Mientras que en La Limpia, caminando en dirección al casco central, Idaelba Batista, ama de casa, y también de 62 años, aseguró que regularmente usaba el servicio y desde que dejó de funcionar prefiere caminar, “antes que pagar tanto dinero por un carrito por puesto o bus”.
En las pocas paradas activas, caras fatigadas reflejaban la larga espera por las unidades. En las líneas de La Concepción y Km 4, las personas manifestaron que aguardaban más de una hora.
“Para el cuatro (Km 4), colocaron dos buses y se tardan bastante en llegar, y se forma un colón porque mucha gente se beneficia con ellos”, expuso Helí Saul Mejía, de 45 años.
Aumentar la tarifa urbana de Bs.50 a Bs.200 es una opción presentada por Tito Meleán, presidente del Metro, al Ministerio de Transporte, con la medida busca aumentar los ingresos de la institución y rehabilitar los metrobuses; no obstante, fue rechazada. “Lo aprobaron verbalmente pero cuando lo solicitamos por escrito nos fue negado”, puntualizó el arquitecto.
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