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José Machillanda: La muerte de la… MUD N° 1

 

La juramentación de los gobernadores adecos ante la fraudulenta constituyente muestra cómo desde hace tiempo partidos de la MUD se fueron entendiendo subrepticiamente hasta “entregarse” al postchavismo, postchavismo que empleará esta “entrega” para profundizar las grandes contradicciones de los partidos del S.XX con los partidos del S.XXI a objeto de convertirse en la mayor minoría del sistema político y mantener el protagonismo de la barbarie del socialismo a juro. Los entendimientos subterráneos de los partidos de la MUD con el postchavismo fueron los que impidieron que la Asamblea Nacional electa el 6-D de 2015 construyera un proyecto que cumpliendo con la Constitución desalojara al régimen autocrático-militarista del poder.

La juramentación de los gobernadores adecos muestra un estado de descomposición, división, desunión y desarreglo que hoy causa el más alto grado de desconfianza e indignación de un cuerpo societal que se siente ofendido y vejado, por quienes atribuyéndose condición de liderazgo, resultan que no son más que operadores de grupos de interés que nada tiene que ver con la democracia. Con la democracia y mucho menos con la expectativa de más del 83% de los venezolanos que padecen la desgracia del postchavismo ladrón, inepto e irresponsable en su gestión que hoy abraza vía juramentación a los gobernadores adecos.

La juramentación de los gobernadores adecos arrastra al extremo la descomposición de la MUD y decreta su muerte. La muerte de una organización suprapartido que debió comprender la enorme responsabilidad que significaba dirigir el valor democrático frente al bestiario autocrático-militarista y marxistoide. Grupo marxistoide que después de 18 años ha creado una sociedad a nivel de las desgracias. La muerte de la MUD significa el fin de un espacio político en el cual irresponsablemente se ha venido jugando el destino de una sociedad que reclama democracia, que cree en el gentilicio venezolano, que siente desprecio por el militarismo y sobre todo…quiere curar la llaga de la exponencial corrupción que ahoga hoy a Venezuela.

La muerte de la MUD se explica por la enorme desconfianza que hoy sienten los venezolanos frente a la escaza dimensión moral de los supuestos líderes y al oportunismo de unos operadores políticos regionales, además la falta de una institución invisible capaz de ampliar la calidad de acciones dentro del sistema político. Una institución que hubiese privilegiado la moral política por el bien común de los venezolanos y que precisará el tiempo crítico para la resolución de las demandas que hoy aterran a la Nación. La muerte de la MUD obliga a que haya una RENOVACIÓN del supuesto liderazgo y que esa RENOVACIÓN defina una VISIÓN POLITÍCA DE PAÍS y relacionada con ella una ESTRATEGIA donde se defina la META y quede asentado que no existe ninguna posibilidad de negociación con la revolución.

La muerte de la MUD constituye un reto para los partidos del siglo XXI y para todas aquellas agrupaciones políticas que entiendan que las democracias reales en tensiones permanentes demandan de la confianza del ciudadano como un acuerdo del pueblo. La muerte de la MUD lo que propone no es otra cosa más que el ejercicio del poder pero como poder de prevención, poder de prevención que tendrá que estar íntimamente ligado al ciudadano mediante un proceso permanente de retroalimentación para que sepa de manera cierta, cuál es el vector de direccionalidad que afecta a la crisis política venezolana.

La muerte de la MUD impone, obliga a distanciarse del régimen autocrático, dictatorial, comunista que manipula, sobrecarga de información y trastoca mediante la opinión pública el funcionamiento del gobierno. Así mismo la muerte de la MUD obliga la presencia permanente de la Resistencia Civil para contener al régimen autocrático-militarista que viola la Constitución, desprecia las leyes, coopta al venezolano y pretende engañar la postura internacional con el solo interés de mantenerse en el poder. Esta demencia y vacío por la MUD es la que pudiera conducir a Venezuela a una posible explosión social.

Posible explosión social ante el vacío de la muerte de la MUD, más la falta de presencia de acciones políticas concretas, más la incomprensión del nuevo mapa político lo que conduciría a esa posible Explosión social que está llamando a gritos a un liderazgo político emergente —que aún no siendo clase política— pueda producir un halo de rectitud que facilite la posibilidad conducir una Resistencia Civil distante de los enfrentamientos públicos y las provocaciones del partido político en armas como gobierno, que desde el 15-O ha venido amenazando a la ciudadanía democrática venezolana.

 

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