A partir de 2016 inicia la era de mayor demanda de efectivo en los bancos. El pago de pensionados y jubilados encendió las alarmas de escasez tras empuje de decretos y ajuste de salarios a trabajadores por la voracidad de precios de bienes
El indicador de precios de bienes y servicio acumulado a 2017 se sitúa en 1.369 por ciento. Meteórico ascenso de más de mil por ciento, comparado con 2014 cuando cerró en 68,5 por ciento. Esa presión en los productos, más la política de emisión de billetes y aumentos de salarios y pensiones planificados dentro de sorpresivas medidas oficiales hacen que la población demande más dinero, más efectivo, más papel moneda que no alcanza para el global de necesidades, pese a que la liquidez monetaria da saltos agigantados en las cuentas del Banco Central de Venezuela, al pasar de 8,3 billones a 81,7 billones en los últimos doce meses.
Desde agosto de 2016, se encendían las alertas de lo que sería hoy la escasez de bolívares, la crisis por tener billetes para cubrir necesidades básicas, bienes y servicios imposibles de cancelar con tarjeta bancaria o trasferencia bancaria. Un sector vulnerable y obligatorio a dotar demandó atención y garantía de su derecho económico. El pago a jubilados y pensión comenzó a reclamar a las afueras de las entidades. Tres millones de seres reclamó obtener beneficios completo ante las limitaciones e insuficiencias del sistema bancarios.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela desconoció las condiciones que atravesaba el sector financiero. Publicó la resolución en la que ordenó pagar en billetes de alta denominación. Directriz imposible de cumplir por la remeses incompletas que llegaban del BCV, aunque ya se aceitaban dos políticas: más emisión de billetes de 100 y el lanzamiento de un nuevo cono monetario.
El ente señaló en su balance -para la fecha- 13 millones 737 piezas en monedas y billetes. Cerca de 626 mil millones de bolívares en las 13 unidades del cono monetario, vigente desde la reconversión monetaria de 2008. En medio de la emergencia de efectivo, la inflación se hacía suprema, tocaba 100 por ciento en variación, según análisis no oficiales, emitidos ante la opacidad del BCV.
Dinámica inflacionaria
José Guerra, economista y diputado de la AN, alertó la dinámica de la inflación sobre el poder adquisitivo y la disponibilidad de efectivo de la población, y de que matemáticamente era imposible atender una “sorpresiva, apresurada y altamente riesgosa” decisión de sacar de circulación el billete de 100 bolívares sin tener suficientes piezas del nuevo cono para cubrir montos del circulante y demanda.
La subida constante de los precios de los alimentos, artículos de aseo personal, medicamentos, de vestidos, calzados, de alquileres de vivienda, educación y otros gastos familias arropó 10 ajustes salarios decretados en dos años -acumulado en márgenes de 349 por ciento-. Ya en el fondo desde finales del siglo XX, cuando cerró el centenario en 20 por ciento de inflación e inició de la era socialista con Hugo Chávez prometiendo sacar a Venezuela de crisis social, política y económica.
La Verdad