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El Monje de Camoruco: Homenaje a la mujer en su día

Sergio Márquez Parales / El Monje de Camoruco: Columna 8-3-2018

Hoy le rendimos un merecido tributo a las mujeres del mundo y especialmente a las “Guerreras venezolanas”.  En nuestra Venezuela, son muchos los casos de mujeres que se convirtieron en padres y madres a la vez; por lo que, su incorporación a todos los quehaceres de la vida pública, le ha dado un gran impulso a las diversas actividades que se realizan en el país.

El Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.

La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.

La primera convocatoria tuvo lugar en 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza extendiéndose su conmemoración, desde entonces, a numerosos países.

En 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

En 1945, la Carta de las Naciones Unidas se convirtió en el primer acuerdo internacional que reafirma el principio de igualdad entre hombres y mujeres; hoy, la igualdad de género es una de las dos prioridades mundiales de la Unesco.

En mi caso, me considero un ser sumamente privilegiado, tuve una de esas Madres que desempeñó los roles de padre y madre a la vez. Tengo mis hijas que son motivo de orgullo y satisfacción, al igual que una hermana que cada día demuestra su calidad profesional atendiendo a niños y jóvenes. Por supuesto, una compañera que desde hace más de veinte años soporta mis achaques y malcriadeces. Sin dejar de mencionar, que en el campo laboral, Dios también me ha permitido compartir con excelentes damas profesionales que han aportado su granito de arena para que hoy en día, sea lo que soy; entonces, cómo no admirar, amar y querer a la mujer, si de ella recibimos la vida.

Nuestro reconocimiento a las Damas en su día. Muy especialmente a las venezolanas que se crecen ante las adversidades, siendo vivo ejemplo de dignidad, fortaleza y bondad. Dios las bendiga siempre.

Hasta nuestra próxima entrega apreciados lectores.

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