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Simón García: Actuar en el presente y pensar en el futuro

La disyuntiva entre votar o abstenerse ha tenido dos formas de expresarse. A través de un debate escenificado en distintos niveles y mediante los hechos. Uno y otros están indicando que la tendencia se mueve hacia recomponer una mayoría social en torno al uso y la defensa del voto como arma para reconquistar la democracia.

El debate ha sido fecundo en argumentos y ha insinuado dos conclusiones: que en ambas posiciones existen riesgos y que es posible compatibilizar las diferencias. El  juego en varios tableros puede ser articulado en modo descentralizado, mientras se asienta una nueva comprensión de la unidad que involucre al país. Este enfoque permitiría que las diferencias tácticas puedan ser direccionadas hacia intereses estratégicos comunes como salir de Maduro y superar la crisis que golpea cada vez más severamente a los venezolanos.

La iniciativa del Frente Amplio se vislumbró como un paso en esa dirección. En algunas regiones, como Aragua, la plataforma de asociaciones civiles Conexión Ciudadana propuso su integración con la presencia de las diferentes oposiciones que han surgido de la disolución de la MUD, las gamas de chavismo no madurista y sectores independientes que actúan en organizaciones sociales. Pero lamentablemente, a nivel nacional, privó el hábito de instrumentalizar la amplitud y reducirla a una confortable trinchera sólo para abstencionistas.

Los partidos que fueron eje de la MUD y los que apoyan la candidatura de Falcón mantienen conversaciones para explorar alguna reconstrucción de unidad de acción antes del 20 de mayo. Pero existen focos que pugnan por acentuar la división en la oposición y que intentaron crear una subpolarización irreconciliable entre votar o abstenerse, en vez de apoyar la exigencia nacional de ir todos contra Maduro, cualquiera sea el medio que se elija.

En apenas mes y medio, las dos mediciones realizadas por la mayoría de las encuestadoras muestran a un Falcón ganador. Esta condición la potenciaría algún grado de apoyo o neutralidad de los partidos ejes de la MUD. Sería un adiós contundente al mito del régimen invencible.

La contradicción principal sigue siendo entre un país castigado por el hambre, lleno de rabia y desesperado versus una pequeña cúpula obsesionada por aferrarse al poder dictatorialmente y a costa de la miseria de la población. Esa cúpula enfrenta condiciones peores de participación electoral que las que está doblegando Falcón.

Cada día avanza la intuición de que es posible derrotar electoralmente al fraude y que un país unido podrá imponer su contundente voluntad de cambio contra el plan de prolongar el desastre que es Maduro. La fuerza la hay, las soluciones y medidas concretas para gobernar, también. Pero hay que ganarle al que cuenta los votos y Falcón solo no puede: hay que buscar ayuda.

Mientras mayor sea la participación electoral más segura será la salida de Maduro y la apertura de una transición a la venezolana. Nunca antes el voto había tenido tanto valor para elegir el mejor destino para el país. A los electores, especialmente a los jóvenes y a las mujeres, les toca pensar en el futuro y decidirse a conquistarlo.

@garciasim

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