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Un gigante dormido: Estudiantes fueron clave para que Daniel Ortega frenara las reformas

Muchos jóvenes universitarios debaten si mantienen las protestas, aunque el Gobierno haya dado marcha atrás con la reforma del seguro social. Un gigante dormido”: cómo los estudiantes fueron la clave para que Daniel Ortega frenara la reforma que desató protestas sin precedentes en Nicaragua

Muchos jóvenes universitarios debaten si mantienen las protestas, aunque el Gobierno haya dado marcha atrás con la reforma del seguro social.

Es algo que no ha sido muy común en los 11 años y tres meses de gobierno que lleva Daniel Ortega como presidente de Nicaragua: que diera marcha atrás en una de sus decisiones.

Varias jornadas de protestas encabezada por jóvenes universitarios, que han dejado unos 25 muertos -según organizaciones sociales-, hizo que el Ejecutivo desistiera de una reforma a la seguridad social que reduciría en un 5% la pensión a los jubilados.

“Él está cediendo para desmontar las protestas y para luego tener una excusa para reprimir cuando los muchachos no se desmovilicen”, dice Carlos Tünnerman, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y exembajador de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA).

Las protestas contra Ortega se iniciaron el miércoles pasado. Las autoridades no han brindado estadísticas oficiales, pero organizaciones de derechos humanos mantienen que hay más de 100 detenidos, 25 fallecidos y decenas de heridos.

Para controlar los disturbios, Ortega sacó al Ejército a las calles en la norteña ciudad de Estelí y enfrentó a las tropas antidisturbios con los universitarios.

“Despertó un gigante dormido”

El académico, a quien le tocó defender a estudiantes en las manifestaciones de los 60 contra el régimen militar somocista, dice que Ortega no se ha dado cuenta que “despertó a un gigante dormido”, en alusión a barrios enteros que apoyan a los estudiantes.

Cómo quedaron los comercios tras los saqueos en el quinto día de protestas

De manera general, las calles de Nicaragua han sido, desde el triunfo de la revolución en 1979, monopolio del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Ortega “sintió que estaba perdiendo eso y que la población estaba volcada a apoyar a los jóvenes”, asegura Tünnerman.

El mandatario anunció que eliminaba el decreto de la seguridad social, que estaba dispuesto a ir a un diálogo nacional, con la Iglesia católica como garante, pero no dejó claro si aceptaría a representantes de los universitarios en el citado diálogo. Tampoco dijo cuándo se iniciaría este diálogo.

No puede seguir habiendo más represión. No puede seguir habiendo más muertos. No pueden seguir perdiendo la vida nuestros jóvenes”

José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada

Y son precisamente los universitarios los que forzaron esa apertura de Ortega.

Todo comenzó con un pequeño grupo manifestándose frente a la jesuita Universidad Centroamericana, que luego se extendió hasta las estatales Universidad Nacional Agraria y Universidad Nacional de Ingeniería.

Más tarde alcanzó la bautista Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), la única casa de estudio donde permanecen unos 500 jóvenes atrincherados, indecisos si se van a sus casas por el anuncio o si aprovechan para presionar a Ortega e impulsar otras reformas.

Estudiantes lanzando piedras en Nicaragua.

Todo comenzó con un pequeño grupo manifestándose frente a la jesuita Universidad Centroamericana, que luego se extendió a otros centros de estudio.

“¿Cómo es posible que mi abuela que recibe 4.000 córdobas de pensión (US$128) y se mató trabajando toda su vida ahora le van a quitar de su pensión?”, gritaba uno de los jóvenes el sábado mientras se trenzaba en un duelo portando un lanza morteros y una bomba molotov frente a las balas de goma, balines y el gas lacrimógeno de las tropas antidisturbios de la Policía de Nicaragua.

“Basta ya”

“Aquí ya no solo es por el seguro, aquí queremos que se vaya Ortega“, decía otro.

Y esa era precisamente la discusión que la noche de este domingo tenían los jóvenes universitarios: si se iban o que quedaban, cuando fueron atacados por policías vestidos de civil, según denunciaron en transmisiones en vivo a través de redes sociales.

“Ortega, este es tu diálogo que querés”, gritaban durante la transmisión.

Estudiantes en una barricada en Nicaragua

Ortega dijo que la lucha de los estudiantes era justa pero que estaban acompañados también de mareros y delincuentes que se dedicaban a implantar el caos.

“Basta ya. Están atacando la Upoli por el lado del Rupap, hay varios heridos e incluso se habla de algún muerto. En este ambiente no puede haber ningún diálogo. Que cese ya la represión”, denunció en su cuenta de Twitter el obispo auxiliar de Managua Silvio Báez.

El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, que ha llamado para una marcha por la paz este lunes, también denunció el hecho: “No puede seguir habiendo más represión. No puede seguir habiendo más muertos.No pueden seguir perdiendo la vida nuestros jóvenes”.

Horas antes, durante su anuncio de que retrocedía de las reformas, Ortega dijo que la lucha de los estudiantes era justa, pero que estaban acompañados también de mareros y delincuentes que se dedicaban a implantar el caos y que la justicia se encargaría de todos ellos.

En el caso de la muerte del periodista Gahona, mientras que su esposa dijo que testigos le dijeron que un agente antidisturbios era quien le había disparado, el portal oficialista El 19 Digital indicó que “grupos criminales de la derecha vandálica, llenos de odio y saña, asesinaron al periodista Ángel Eduardo Gahona”.

Policías corriendo en la calle

Sectores empresarios pidieron el fin de la “represión” en el país.

El subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz, dijo el domingo que la Policía Nacional no tenía ninguna presencia en la zona.

El mayor en retiro del Ejército de Nicaragua Roberto Samcam opina que llamarle pandilleros a los universitarios “significa capturas selectivas, desarraigo y ejecuciones”.

Samcam considera que los jóvenes deben estar presentes en el diálogo nacional con una agenda abierta sobre temas de corrupción gubernamental, institucionalidad, Estado de derecho y elecciones libres y transparentes.

Los estudiantes todavía no han dicho si van a pedir algo más que justicia para sus compañeros muertos en las protestas.

BBC Mundo

Por qué se rompió el idilio de Daniel Ortega con la Iglesia católica y los empresarios de Nicaragua, sus principales apoyos en la última década

Marcha de empresarios en Managua.

La marcha convocada por los empresarios marca una separación de ese sector con el gobierno de Ortega.

Que el Consejo Superior de la Empresa Privada de Nicaragua (COSEP) fuera uno de los convocantes de la gran marcha de este lunes en la que participaron miles de nicaragüenses para protestar contra el gobierno de Daniel Ortega dice mucho de la situación política en el país.

Lo primero, pone en evidencia una gran fisura en las buenas relaciones de Ortega con los empresarios, que en la última década habían sido sus aliados, según señalan algunos analistas consultados por BBC Mundo.

Después de días de grandes protestas y de represión policial (se calculan en más de una veintena los muertos), el presidente nicaragüense revocó el domingo las polémicas reformas al sistema de seguridad social y pensiones.

Pero eso no consiguió frenar la indignación en parte de la población.

En el comunicado en el que la COSEP llamó a la marcha de este lunes, se pedía el cese de la represión policial, liberar a los detenidos y garantizar la libertad de prensa.

“La marcha fue multitudinaria, la gran mayoría eran jóvenes, pero la sociedad en general acompaña este movimiento social”, dice a BBC Mundo Óscar René Vargas, analista político nicaragüense.

Marcha de empresarios en Managua.

Muchos de los que se manifestaron contra Ortega son gente joven, dicen los analistas.

“Matrimonio” del gobierno y los empresarios

El sector privado había vivido un idilio con el gobierno desde que Daniel Ortega volvió a la presidencia en 2007.

“En 2006, Ortega ganó las elecciones con una diferencia muy pequeña y supo que tenía que aliarse con los empresarios, con los que en los 80 no había tenido una muy buena relación”, explica a BBC Mundo Félix Maradiaga, director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP).

Según Maradiaga, la administración de Ortega y el COSEP tuvieron un “matrimonio” que se plasmó enla Alianza Público Privada, un acuerdo por el que los empresarios tuvieron representantes asesorando al gobierno.

“Claro que Ortega podía operar con los más de US$600 millones anuales de ayuda venezolana que le permitían darle al sector privado concesiones y contratos, por ejemplo de construcción”, cuenta.

Maradiaga dice que las reformas al sistema de la seguridad social fueron solo “la gota que derramó el vaso”.

Daniel Ortega y Rosario Murillo

Los empresarios y sectores de la iglesia han marcado distancias con el gobierno de Daniel Ortega.

Según él, en Nicaragua había ya una “indignación acumulada”, que había estado fuera del radar internacional.

“En las calles ahora mismo poco se habla de las reformas a las pensiones. El enojo viene creciendo desde hace tiempo, con elecciones fraudulentas, violaciones a los derechos humanos y corrupción“, explica.

Maradiaga considera que el sector privado ya no puede regresar a su relación anterior con Ortega porque “sabe quele costaría muy caro y es un modelo que no funciona”.

Asegura que son varios los factores principales por los que esta ruptura podría ser definitiva.

Por un lado que Ortega aprobara las reformas sin el COSEP, por lo que los empresarios consideran que deshonró los acuerdos que tenía con ellos.

También, se trataría de una cuestión de imagen, ya que el gobierno ha perdido el favor de la opinión pública aceleradamente en los últimos días.

Marcha de empresarios en Managua.

La mayoría de los manifestantes contra Ortega es gente joven, dicen los analistas.

Y la Iglesia

Al enfrentamiento entre el gobierno y los empresarios, se suman las críticas de la Iglesia católica. Una parte de ella se ha mantenido cercana, o poco crítica, al Ejecutivo de Ortega en la última década.

Pero el viernes pasado, la Conferencia Episcopal de Nicaragua demandó en un comunicado que el gobierno derogara las reformas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.

Aunque los analistas explican que la Iglesia no tiene una postura en bloque, varios obispos se han mostrado cada vez más críticos con el gobierno de Ortega, quien en 2005, en un guiño simbólico a la jerarquía eclesiástica, se casó en una ceremonia religiosa.

También, como concesión a la Iglesia y a los partidos más conservadores, derogó en 2006 un artículo en el código penal de más de 100 años de antigüedad, que permitía la interrupción del embarazo bajo ciertas circunstancias.

En los últimos días, desde la Iglesia, el más crítico del gobierno ha sido Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.

No veo condiciones para ningún diálogo con el gobierno de Nicaragua. Hay que detener la represión, liberar a los jóvenes presos, restituir la transmisión del canal 100% Noticias y discutir la democratización del país con todos los sectores del país”, dijo en un mensaje en Twitter.

 Silvio José Báez@silviojbaez: No veo condiciones para ningún diálogo con el gobierno de Nicaragua. Hay que detener la represión, liberar a los jóvenes presos, restituir la transmisión del Canal 100% Noticias y discutir la democratización del país con todos los sectores del país.

“El diálogo es la única salida”

Desde el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional, Jacinto Suárez, encargado de relaciones internacionales, dice que no hay ruptura entre el gobierno y la iglesia y los empresarios.

Suárez destaca que que “las manifestaciones han ido amainando en los últimos días”.

“Las cosas van volviendo a la normalidad, la de los empresarios fue una marcha pacífica”, señala en declaraciones a BBC Mundo.

“Este país ya tuvo mucha guerra y la gente ya no quiere más problemas. Se ha dado cuenta que si la revuelta sigue, el pueblo también sufrirá, por ejemplo con la marcha la inversión extranjera”, dice.

“El diálogo es la única salida de esta situación para todos los sectores”, dice.

Manifestación en contra del gobierno de Daniel Ortega.

Hay quienes piden la salida de Ortega y no quieren el diálogo.

Sin embargo, en la marcha muchos pidieron la salida de Ortega del Gobierno. “No al diálogo con los asesinos”, decían algunas pancartas.

“El nivel de indignación es muy alto, hay muchos, sobre todo los estudiantes, que no van a aceptar una reparación cosmética”, asegura el director del IEEPP.

En el medio, hay algunos como el periodista Ismael López, exeditor de política en el diario La Prensa, que dice que “todavía no hay una ruptura como tal con el sector privado”.

“Creo que hay fricción, pero todavía se puede arreglar”.

La respuesta dependerá en buena medida de cómo se maneje la crisis en los próximos días.

BBC Mundo

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