Este 10 de mayo se cumplen 223 años de insurrección de negros y zambos acaudillada por José Leonardo Chirino (JLCH) en la hacienda Macanillas, Curimagua, de la sierra de Coro. Es considerada la primera por nuestra independencia y génesis de la Americana. Se adelantó dos años a la de Manuel Gual y José María España que como esta gesta la motivó la revolución francesa.
No obstante su condición racial, JLCH era libre debido a que su madre era una india. Se rebela el 10 de mayo de 1795, junto a más de doscientos africanos y afrodescendientes esclavizados y libres, cantidad que bien podía representar una significativa fuerza para lograr la victoria con el fin propuesto de terminar con el sistema esclavista.
Prometía el movimiento de JLCH aplicar la “Ley Francesa”, lo cual significaba establecer una república democrática; abolición de esclavitud; supresión de tributos pagados por indígenas, los impuestos, la “alcabala” y eliminación de aristocracia blanca.
La rebelión estalló después de unos bailes animados con versos subversivos: “más vale negro con placa (moneda), que cabeza de blanco, candela arriba (la sierra), candela abajo (Coro), muera lo blanco, lo negro viva, saca la machaca (instrumento degolladador), corta la cabeza, come los zamuros, beva la aguardiente”.
JLCH sirvió a José Tellería, rico comerciante y síndico procurador de Coro, a quien acompañó en viajes al Santo Domingo francés (Haití). Allí escuchó hablar de la Revolución Francesa y sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Allá los negros esclavos se habían levantado contra los blancos y luchaban por su libertad. Estableció contacto con José Caridad González, líder negro congolés muy informado de la Revolución Francesa, quien se trasladó a las tierras corianas y terminó incorporándose al movimiento. Fue apresado cuando se proponía la toma de Coro y lo asesinaron en intento de fuga cuando era trasladado a la cárcel. Fue acusado de autor intelectual de la sublevación.
El 10 de diciembre 1796 JLCH es inmolado en la horca, en plaza pública y su cuerpo fue descuartizado y colocadas sus partes en distintos lugares. Como escarmiento y para desalentar futuras rebeliones, su cabeza fue puesta en una jaula de hierro que se colocó en camino hacia los Valles de Aragua y Coro. Además, sus 2 manos cortadas se fijaron en Caujarao y Curimagua.
Oportuna justicia es reconocer en la bibliografía de JLCH a Josefina Jordán en su diligente investigación de la histórica acción. La intensificó desde 1991 en las reconocidas fuentes nacionales y siguió en el Archivo General de Indias de Sevilla y en el Archivo Histórico de Madrid. En 1992 creó la Fundación Historia y Comunicación bajo cuya presidencia se editó la historieta “JLCH. Un grito de Libertad en la Sierra”, con guión de Sonia Chocrón e ilustraciones de Abilio Padron y presentación de Elías Pino Iturrieta. En 1996 editó y presentó el Tomo I de “Documentos de la Insurrección de JLCH” y al siguiente fue editado el II tomo.
“Libertarios…Todo empezó en Coro”, la historia novelada del zambo prócer, fue la despedida de la comunicadora social falconiana, que nos dejó físicamente en 22 de julio 2015.
En su tierra natal Curimagua se inspiró Román Antonio González para escribir en 1950 su canción “Adelante Venezuela”, que se convirtió en himno popular en 1958, tras derrocamiento del régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez. Se hizo bandera para unir a venezolanos en la esperanza de un mejor porvenir en el nacimiento de la democracia.
Bien difundido es ahora el pasaje Pa’ Curimagua de Reynaldo Armas: “Esta canción la dedico con gran orgullo a la tierra de urupagua”.
AL MARGEN. Dos personajes oficialistas en sus respectivos enchufes, se destacan en dar uso indiscriminado al género masculino y femenino, que cuestiona la Real Academia de la Lengua. Electores y electoras; trabajador y trabajadora (etc…) Identifiquelos usted.