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Domingo Alberto Rangel: Voto nulo contra todos

 

Estudié ingeniería aún cuando hay quienes juran que soy abogado, economista o comunicador.

Con mi profesión universitaria mantengo una relación ambivalente: Detestando a veces la frialdad del concreto armado y los perfiles de acero… sin embargo año tras año me sumerjo en el arte de la ingeniería para mantenerme al día.

Así me entero de nuevas técnicas constructivas o de sueños desbordados que las mentes más avanzadas del planeta imaginan y que algún día se han de concretar.

Una de estas ideas me impactó positivamente al enterarme que unos colegas proyectan un “túnel sumergido”… desde Inglaterra hasta los Estados Unidos.

Será un inmenso proyecto que se ha de tragar literalmente los productos de todas las siderúrgicas existentes en el mundo actual y casi todo el cemento que la tierra produce durante varios años.

El proyecto ya está en la etapa de costos y resumiendo se puede decir que será visto como una gigantesca tubería hundida a cien metros de profundidad en el Atlántico Norte, dentro de la cual los usuarios viajarán por trenes especiales, que los llevarán en 1 HORA DESDE LONDRÉS HASTA NUEVA YORK… a la velocidad tope de 8. 000 Km/hora.

No explico detalles que VENEPRESS tampoco es una publicación especializada. Solo intento contrastar sueños de grandeza… con la mediocridad que signa el día a día nuestro.

No son los sueños grandes y las soluciones que bien pueden ser pequeñas pero útiles, sino la discusión menuda, politiquera y mediocre… lo que acapara la agenda pública de discusión en nuestro país y hasta gente inteligente, bien informada, culta y por qué no, amante de la patria… solo hablan del tema que les gusta a los políticos porque la sociedad espueleada desde los medios… solo pide basura menuda.

Uno de estos amigos dilectos es Manuel Malaver.

Comunicador a quien el Colegio de Periodistas durante los años tardíos del puntofijismo lo persiguió con saña por no haber egresado con un título universitario. Lo persiguieron logrando que algunos medios lo despidieran del trabajo a pesar de ser Manuel una de las escrituras más profundas y cultas de la época.

Almorzando con Manuel un extraordinario chivo que preparó Laura, su esposa, el amigo me dio una primicia que desde luego no se relaciona con el “túnel sumergido” de los ingenieros anglosajones.

Según Malaver el gobierno le tendría a Henri Falcón una “sorpresa” o factura para ser presentada al cobro en el día de la elección: La cobradora sería Tibisay Lucena que en su rol de Rectora Presidenta anunciará que número uno… Nicolás Maduro gana –eso no es primicia desde luego-… y número dos… que el sub campeonato le corresponde a Javier Bertucci.

La predicción de Manuel sobre el presunto ganador no generaría muchas ganancias en una casa de apuestas porque todos creen que Maduro repite… la de Bertucci apenas daría un pequeño rédito toda vez que el candidato Falcón, a pesar de tener una pléyade de mentirosos anunciando sus triunfos, nunca pudo organizar algo que pareciera un acto de masas mientras que el evangélico que va “por voluntad propia”… sí.

En lo que todos los analistas, borrachitos incluidos, coinciden es en apostar que Quijada llega de último.

A Falcón lo hunden las declaraciones de la Conferencia Episcopal cuando piden los obispos la suspensión de las elecciones. También lo hunde la huida de Kelloggs que aparentemente no cree, como la CEV, en un triunfo del ex gobernador de Lara.

Pero elucubraciones electorales aparte, queda un país con grandes problemas, comenzando por la pobreza extrema, la falta de recursos, la salida del mejor capital humano etc. que nos hacen olvidar los grandes asuntos y ni pensar en construir “túneles sumergidos”… a ese país a punto de estallar no le han hecho ofertas interesantes los candidatos… y lo único que han ofrecido, salvo detalles… es populismo.

Ya he sintetizado las ofertas de los aspirantes a presidente pero en la recta final vale la pena volver a las andadas.

Maduro, presunto ganador, alguna vez ofreció cárceles para que todo delincuente tuviera asegurado un puesto entre rejas. ¡Bravo, ojalá cumpla!

Pero en seguida ofrece el Presidente nuevos bonos, continuar con “el legado”, y, contradictoriamente mejorar la producción… punto este que aparte de  contrastar con lo visto en casi 20 años… va a contrapelo de los alineamientos internacionales que no son los mismos de los que se aprovechó la China.

Falcón, aparte de estar rodeado de una cohorte de bohemios y habladores de boberías… también en el área económica sus más íntimos son personas de poco fiar hasta por el ADN.

¡Y el país lo sabe!

Bertucci, aparte del feo episodio del bachaqueo de combustible al exterior por el que estuvo preso el candidato… solo ofrece que la comunidad internacional nos resolvería los problemas del hambre y la falta de medicinas… mediante un “canal humanitario”… de no ser trágico provocaría reír que un aspirante a Presidente crea que otros países nos han de alimentar y curar… gratis.

Y ya dije que Quijada ni siquiera cuenta.

En tales condiciones aún sabiendo las dificultades “logísticas” insisto… lo más digno no es abstenerse… quedándose en casa.

Lo digno es ir a votar –no habrán colas- y esperar que la maquinita pite… para introducir en la urna un VOTO NULO… las ofertas escuchadas y la experiencia de vida dicen… QUE NINGUNO VALE LA PENA.

Y solo cabe esperar que milagrosamente y en contra de las estadísticas porque no somos la China a quien los yanquis le aportaron capital y tecnología… el ganador pueda comenzar un gran cambio.

Dios nos oiga.

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