Miles han emigrado de Venezuela por la aguda crisis económica y politíca que sufre el país. Fernando Vergara
WASHINGTON .-Se espera que el gobierno de Donald Trump pida el lunes a sus socios en América Latina y el Caribe que dejen la retórica sobre Venezuela y suspendan al país sudamericano de la Organización de Estados Americanos (OEA), según conoció la empresa McClatchy.
POR FRANCO ORDOÑEZ Y JACQUELINE CHARLES
El vicepresidente Mike Pence anunciará el fuerte mensaje en una recepción con aliados donde prometerá que va a tomar nota de los países que no se unan a Estados Unidos en una votación el martes para expulsar a Venezuela de la organización regional.
“Las dictaduras prosperan por la indulgencia de las organizaciones regionales”, le dijo un funcionario de la Casa Blanca a McClatchy. “El régimen de Maduro solo consolidará aún más el poder autocrático al precio de la democracia y la libertad si los miembros de la OEA no tienen el coraje de actuar”.
Las más de 30 naciones se reunirán el lunes y el martes para la 48ª Asamblea General anual de la OEA, donde se espera que Venezuela sea el foco de dos días de discusiones en Washington.
La votación del martes será una prueba importante para los diplomáticos de América Latina y el Caribe, que se han mostrado reacios a tomar medidas punitivas contra uno de sus miembros.
Venezuela ya ha dicho que se va de la OEA y el año pasado anunció que comenzaría el proceso de retirada. Pero según el estatuto de la OEA, una nación tarda dos años en abandonar la organización y los funcionarios podrían cambiar de opinión.
Venezuela cuenta con las reservas de petróleo más grandes del mundo, pero la otrora próspera nación se ha desplomado en una crisis humanitaria y económica cada vez más profunda, en medio de la escasez de alimentos y una tasa de inflación que se ha cuadruplicado en los últimos meses.
A pesar del dramático colapso económico de Venezuela, el país aún puede contar con el apoyo de muchas naciones del Caribe. Algunos permanecen leales a Maduro en el plano personal, otros son reacios a sentar un precedente por temor a que puedan ser el próximo objetivo.
Entre los países que probablemente sienten esa presión, según las fuentes, está Haití, cuyas recientes abstenciones sobre Venezuela han sido problemáticas para los funcionarios de la administración Trump y algunos legisladores de Estados Unidos
Durante la Cumbre de las Américas en abril, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, se reunió con el entonces Secretario de Estado en funciones John Sullivan y el senador Marco Rubio, republicano por Florida.
Rubio confirmó al Miami Herald que planteó el tema de Venezuela con Moïse, quien actualmente preside el bloque regional de 15 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom).
Los funcionarios del gobierno de Trump junto a otros se han sentido cada vez más frustrados con la abstención de Haití en el tema de Venezuela en la OEA. El país había tomado una línea dura contra Estados Unidos a favor de Venezuela.
Rubio dijo que Moïse sugirió que Haití podría actuar como intermediario porque tiene buenas relaciones con Venezuela.
“Mi respuesta fue que eso era genial si pensaban que podrían hacerlo mientras [Venezuela] transitaba hacia la democracia y no para que Maduro permaneciera en el poder”, dijo. “Pero mi punto más importante fue que si algún país de la región sabe lo que es sufrir la opresión y las catástrofes humanitarias, ese es Haití, y les pedí que lo tuvieran en cuenta al ver su papel en la OEA”.
Trump ha sido agresivo con Venezuela, liderando los esfuerzos para aislar al régimen de Maduro. A principios de este mes, la administración de Trump pidió un cambio de régimen en Venezuela, acusándolo de convertirse en una “amenaza activa” para toda la región.
“Por la seguridad de todas las personas en América Latina, es hora de que vaya Maduro”, dijo Nikki Haley, embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, en la 48ª Conferencia Anual de Washington sobre las Américas en el Departamento de Estado.
Maduro, quien este mes obtuvo un nuevo mandato de seis años, ha culpado a Estados Unidos por los problemas del país y acusó a Washington de tratar de derrocarlo.
A Pence se le unirán a la recepción del lunes Sullivan, ahora subsecretario de Estado, y el embajador en la OEA Carlos Trujillo, donde también se espera que reiteren el llamado a Venezuela para restaurar las instituciones democráticas.
“El presidente Trump ha sido claro, Estados Unidos no va a quedarse callado mientras Venezuela se derrumba”, le dijo el funcionario de la Casa Blanca a McClatchy. “Estados Unidos se mantiene firme con quienes luchan por el pueblo de Venezuela y se acordará de los que se mantienen al margen sin tomar medidas”.