Inicio > Cultura > Un estudio advierte sobre la “normalización” de las tallas grandes

Un estudio advierte sobre la “normalización” de las tallas grandes

 

Existe en nuestra sociedad una obsesión –que a veces llega a resultar insana– por el culto al cuerpo y la delgadez, lo que ha llevado a que las personas con sobrepeso tengan que lidiar con crueles críticas y una evidente discriminación. Tal vez en respuesta a ello, ha surgido un movimiento corporal que reivindica la belleza de un cuerpo plus size, su exuberancia y el atractivo de las curvas. Y ha ocurrido tanto en el caso de las mujeres –ahí están, como representantes de ello, modelos como la estadounidense Ashley Graham– como en el de los hombres –Zach Miko es el primer modelo masculino de tallas grandes de la división Brawn de IMG Models–.

Más allá de los estereotipos sociales que se atreven a juzgar a las personas por su apariencia, la ciencia lleva un tiempo preguntándose si las curvas son siempre sinónimo de mala salud. Y la respuesta es “no siempre”, ya que una persona con sobrepeso puede obtener unos análisis clínicos perfectos. Pero no es la norma general, ni siquiera aunque su estilo de vida sea relativamente saludable. Porque el sobrepeso y la obesidad están asociados, según diversas investigaciones, a un incremento del riesgo de llegar a desarrollar diabetes tipo 2, así como enfermedades cardiovasculares.

Una nueva investigación, llevada a cabo en Inglaterra, advierte sobre la normalización de los cuerpos plus size porque podría venir acompañada de un número cada vez mayor de personas que subestimen su sobrepeso. Está claro que hay que luchar contra la estigmatización de las personas con sobrepeso, pero el estudio advierte que no ser conscientes de los peligros que este problema conlleva para la salud podría tener un efecto negativo en esta.

Dicha investigación, llevada a cabo por la doctora Raya Muttarak, de la Universidad de Anglia del Este, de Inglaterra, y el Instituto Internacional de Análisis Aplicado de Sistemas, con sede en Austria, ha revisado las características demográficas y socioeconómicas de subestimar el sobrepeso para revelar las desigualdades sociales en los patrones de percepción errónea del peso.

Se analizaron los datos correspondientes a 23.460 personas con sobrepeso u obesidad y, al hacerlo, llegaron a la conclusión de que la percepción errónea del peso había aumentado en Inglaterra en los últimos años. Según este estudio, los hombres y las mujeres con niveles educativos más bajos son más propensos a subestimar su peso, y eso supone que tengan menos probabilidades de perder kilos. Asimismo, según este estudio, los miembros de grupos étnicos minoritarios también son más propensos a subestimar su peso; aunque es más probable que intenten reducir peso. En general, aquellos que subestiman su peso son un 85% menos propensos a tratar de perder peso.

Los resultados, que han sido publicados en la revista Obesity, muestran que el número de personas con sobrepeso que perciben mal los kilos que pesan ha aumentado con el tiempo: del 48,4% al 57,9% en el caso de los hombres; y del 24,5% al 30,6% en el de las mujeres, en un periodo comprendido entre 1997 y 2015. En el caso de los sujetos obesos, la proporción de hombres que en 2015 no eran conscientes de su peso real casi doblaba el porcentaje de 1997: habían pasado del 6,6% al 12%.

La visión de la doctora Muttarak es la siguiente: “Al ver el enorme potencial del mercado de la moda de tallas grandes, los comerciantes pueden haber contribuido a la normalización del sobrepeso y la obesidad”. Y añade: “Si bien este movimiento ayuda a reducir la estigmatización de los cuerpos más grandes, también puede, potencialmente, socavar el reconocimiento de tener sobrepeso y sus consecuencias para la salud. En Inglaterra, el incremento de la percepción errónea del peso es alarmante y probablemente el resultado de esa normalización”.

La cara y la cruz

De esta manera, lo que es algo obviamente muy positivo y digno de celebrar –que la moda por fin esté ampliando el mercado global de tallas grandes para que a las personas que tenían problemas a la hora de encontrar ropa de tamaño especial ahora les resulte más fácil vestirse y que, por tanto, se reduzca el estigma que sufren por parte de la sociedad– podría conllevar un efecto colateral negativo, siempre según este estudio, al socavar el reconocimiento del sobrepeso y sus consecuencias para la salud.

Esta investigación se ha realizado en el marco de una creciente preocupación por el aumento de las tasas de obesidad y sigue un informe realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que reflejaba que el 63% de los adultos británicos tienen sobrepeso o son obesos.

Por supuesto, tampoco hay que perder de vista que la obsesión por un cuerpo esbelto puede llegar a resultar muy insana, tanto física como mentalmente. Problemas como la anorexia, la bulimia o la vigorexia –trastorno del comportamiento caracterizado por la obsesión de conseguir un cuerpo musculoso, perfecto y atlético– están a la orden del día y es algo que las políticas de salud también necesitan vigilar.

Fuente: muyinteresante / MF

 

Loading...

Te puede interesar

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *