Se insiste en sostener la agenda política confrontativa como estrategia para minimizar la profunda y compleja crisis social, que afecta a la casi totalidad de las familias Venezolanas. Lo cual lo consideramos como un gran error político.
Cuando analizamos la profunda caída de los niveles sociales en el primer semestre del 2018. Nos encontramos con ser el único país del mundo con tan preocupantes y elevados niveles de inflación, pobreza, escasez, reducción de la capacidad de compra a un 20% al compararlo con la de diciembre 2017, así como caída en la calidad de vida y desarrollo humano.
Las desmejoras en los servicios públicos se profundizan a pesar de los miles de millones de dólares anunciados en mejorarlos. El preocupante deterioro en nuestro sistema de salud está a la vista con sus consecuencias en nuestra población.
Las expectativas creadas de mejoras inmediatas no se han logrado y como alternativa se impone una agenda política confrontativa, contra los supuestos “responsables y causantes” de todas las calamidades en la cual nos encontramos los venezolanos, con lo cual se demuestra que se pretende seguir sosteniendo el estado de cosas sin resolverse la grave situación social que tenemos actualmente.
Esta agenda confrontativa pretende responsabilizar a otros actores de las evidentes equivocaciones cometidas al imponer una agenda estatista y regulatoria cuyos resultados están a la vista. Se habla de la “guerra económica impuesta” responsable de la escasez, altos precios, falta de producción y demás calamidades que nos afectan. Haciéndose los responsables del manejo económico del país los desentendidos al “ignorar” que el 80% de la actividad productiva está en manos públicas, así mismo no “saben” que la política monetaria expansiva del banco central al poner billones de bolívares para auxiliar financieramente al gobierno es la causa de la hiperinflación creciente.
Se olvidan como los grandes ingresos petroleros fueron gastados sin lograr los beneficios previstos para las grandes mayorías. Las cuales hoy son las más afectadas por la crisis al estimarse que más del 80% de los venezolanos viven en pobreza crítica y extrema.
Hoy nos encontramos en una Nación donde no se observan soluciones a las complejidades que nos afectan y donde a pesar de ser el país con mayores reservas petrolera en el mundo y de haber tenido ingresos por petróleo y prestamos superiores a un trillón de dólares en los últimos años, estamos considerados por las organizaciones internacionales especializadas en la materia, una Nación en grave crisis humanitaria, la cual es evidente, por la escasez de alimentos y medicinas con sus visibles efectos en la salud de sus habitantes.
NP
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