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Exclusión: Aproximadamente 1200 militares venezolanos padecerían VIH

 

Dentro de la Fuerza Armada Nacional no hay espacio amplio ni estrecho para uniformados que portan el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Las sanciones son precisas para los castrenses y su aplicación está marcada de prejuicios, homofobia y desinformación.  Al menos 1200 militares venezolanos que estarían afectados prefieren el secreto antes de poner en riesgo su profesión.

El Cooperante

Tener un diagnóstico de VIH dentro de la Fuerza Armada Nacional es una batalla trágica y déspota: los superiores que no aceptan a un seropositivo en sus filas y la humillación y discriminación que se evita a como dé lugar. Esta reacción a la enfermedad empuja a pedir la baja antes de tiempo y en ocasiones se expulsa al soldado sin mayor explicación.

Pocos uniformados se atreven a denunciar y pelear por su causa aún cuando los médicos indican que pueden continuar en sus labores por estar asintomático o con la carga viral indetectable en su sangre, lo que se traduce en cero riesgo de infectar a otros.

Según fuentes del portal web Armando Info, en el Hospital Militar Carlos Arvelo, en Caracas, confirman los diagnósticos y emiten los informes médicos para las comandancias, donde los jefes no siempre respetan la confidencialidad.

En los cuarteles venezolanos las reglas internas tampoco dan tregua a los seropositivos. Los estudiantes de las instituciones, escuelas y academias de formación de oficiales, suboficiales, tropa profesional, profesionales de carrera y de cualquier nivel de formación de dependen del Ministerio de la Defensa, que resulten positivos a la prueba de VIH, son sometidos a una junta médico-militar para determinar su invalidez para continuar en la carrera militar o no, y de aprobarse tal condición, el joven es excluido inmediatamente “para preservar su salud”.

Si el resultado de “presunto positivo” lo recibe un alistado (aquellos que aún no han sido juramentados para prestar servicio militar), es “diferido temporalmente” hasta realizarse los exámenes confirmatorios; y si se confirma son expulsados.

Si es un soldado, lo que corresponde es un reposo domiciliario, y en caso de que el diagnostico de VIH lo reciba un militar profesional, a partir de ese momento sólo podrá desempeñar funciones administrativas. Todo esto según las Normas para la prevención, manejo y control de la Infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), en el personal militar y civil de la Fuerza Armada Nacional, vigente en Venezuela desde 2007.

Hay que recordar que para ingresar a cualquiera de los componentes de la Fuerza Armada Nacional se exige la prueba del VIH dentro de la lista de exámenes hematológicos, de resultar seropositivo se niega el ingreso, mientras que una vez dentro, anualmente y antes de cada ascenso, es repetida.

 

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