Cada vez son más las tiendas, restaurantes e incluso supermercados que reciben pagos en moneda extranjera.
La dolarización de la economía es una realidad que todos los neoespartanos hemos palpado. Desde la compra de un par de zapatos hasta la cena en un buen restaurante están siendo cobrados en divisa extranjera en la región insular.
Por ejemplo, en una tienda de calzados en el centro de Porlamar unos zapatos deportivos se pueden conseguir a unos 40$, dependiendo del tipo de cambio que haga el encargado del establecimiento. Mientras que un juguete puede ser adquirido en unos 20 dólares.
A pesar de que las tiendas expresan sus precios en bolívares esos montos están calculados en moneda extranjera, y este debe ser cambiado casi a diario por las constantes fluctuaciones que tiene el mercado negro.
Pero a veces no todo es responsabilidad del comerciante, son muchos los insulares que se ofrecen a pagar en billetes verdes. Por ejemplo, un peluquero en la avenida 4 de Mayo comentó que le ofreció el secado y planchado de cabello a un cliente en Bs.2500 y ella prefirió pagarle cinco dólares por todo.
El especialista en desarrollo institucional, Jerjes Dorta Martínez comentó que hoy en día son muchos los establecimientos que reciben dólares como forma de pago, pues resulta más factible para ellos que recibir los bolívares y luego cambiarlos para evitar la devaluación de su dinero.
Comentó que estas divisas son utilizadas para comprar más mercancía a futuro. “Los comerciantes como la mayoría de las personas prefieren cambiar de inmediato sus bolívares a dólares para blindar sus ahorros. Muchas personas están trabajando y recibiendo pagos en dólares por lo que esta situación cada vez será más normal”.
Dorta dijo que la dolarización se puede ver en los egresos de los venezolanos más que en los ingresos. “Cada vez que un chofer va a comprar un repuesto tiene que notar la dolarización. El precio de los medicamentos también lo está”.
El jurista dijo que la dolarización es la forma que han utilizado los comerciantes para blindarse ante la hiperinflación en el país.
El Sol de Margarita