En el caso concreto de Venezuela lo que se busca con una transición es pasar de una situación de menos democracia a más democracia
El cinco de agosto del año 2016 publiqué en este mismo diario un artículo que considero oportuno reproducir.
El artículo decía: El diccionario define la transición como la “situación o estado intermedio entre uno antiguo o pasado y otro nuevo, al que se llega tras un cambio”. También dice que es “la acción y efecto de pasar de un estado a otro distinto”.
En el caso concreto de Venezuela lo que se busca con una transición es pasar de una situación de menos democracia a más democracia. De menos abastecimiento a más abastecimiento. De más inflación a menos inflación. De menos seguridad a más seguridad. De menos calidad de vida a más calidad de vida. De más confrontación a menos confrontación.
La primera condición para que se produzca una transición pacífica, civilizada y constructiva es la de sustituir la cultura de la confrontación que ha prevalecido durante los últimos años, por una cultura de la cooperación para superar la grave crisis que nos afecta.
La transición debe conducirnos, de una dialéctica del conflicto y de la lucha agonal, es decir, si yo gano tú estás muerto y si tu ganas yo estaré muerto, por una dialéctica del diálogo, de la búsqueda de consensos y de la puesta en marcha de políticas concertadas para darle de comer al hambriento, darle medicinas a los enfermos y darle seguridad a los ciudadanos.
¿Cuáles son los factores a tener en cuenta para una transición civilizada y constructiva? En primer lugar, el gobierno y los partidos que lo sustentan. Es indispensable para el logro de una transición pacífica y constructiva que los factores que actualmente están en el gobierno, contribuyan con la transición. En segundo lugar, la Asamblea Nacional y los partidos que la integran. De lograrse la colaboración inteligente del ejecutivo y del legislativo para la transición, estaríamos haciendo realidad el mandato constitucional, consagrado en el artículo 136 constitucional que ordena a los órganos del Poder Público, “colaborar entre sí en la realización de los fines del estado”.
Otros factores imprescindibles para asegurar una transición inteligente, pacífica y constructiva son: La Fuerza Armada Nacional, los factores de la producción, trabajadores y empresarios y la Iglesia con el aval de su enorme autoridad moral. Tengo conciencia de que todo lo que he dicho es poco menos que imposible lograrlo. Sin embargo, creo que es lo que habría que hacer. Es lo único que, en mi opinión, podría conducir inteligente, pacífica y constructivamente, a superar la crisis nacional.
@EFernandezVE