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Enrique Meléndez: La intriga presente

 

Eso que ha estado haciendo los EEUU en los últimos tiempos con respecto a este gobierno, es lo que se conoce en el arte de la guerra como la estrategia de la intriga; sobre todo, a partir del tema de la posible intervención militar. Para lo cual han contado con un caballito de batalla muy eficaz, que viene a resultar Juan Guaidó. Como decía Diosdado Cabello, al comienzo del gobierno de Hugo Chávez: “Chávez los tiene locos”. En este caso uno dice: “Guaidó los tiene locos”. La última de las locuras ha sido la orden de detención, emanada del TSJ, a Edgar Zambrano; que es una manera de atentar contra Guaidó; sólo que en una forma tan descabellada, que se lleva todo el estado de derecho por delante; si se toma en cuenta que una decisión de esta naturaleza implica una serie de pasos constitucionales, que no se han dado; lo que significa desconocer la institucionalidad, y ya aquí hay actos de irracionalidad. Además, ¿qué es lo grave que ha hecho Zambrano en las presentes circunstancias?

He allí el efecto intrigante: llevar al extremo al oponente, en este caso al gobierno venezolano, a nivel de sus acciones, a un costo muy elevado en términos de su imagen en el campo internacional; que queda en condición de inconstitucionalidad, a partir de su participación en los organismos internacionales, en donde privan los criterios democráticos, y cuya legitimidad asume, entre tanto, Juan Guaidó, y a quien no lo tocan ni con el pétalo de una rosa. Además, éste está bien asesorado, seguramente, por el gigante del Norte, y así que les amaneció este 30 de abril; cuando el gobierno había orquestado todo un plan, para detenerlo, ya que sabía que le venía un golpe palaciego, a la cabeza de Juan Guaidó, y así se vino a revelar que en el complot hasta los rusos estaban comprometidos; como el hecho de que Padrino López y Maikel Moreno habían llegado al acuerdo de propiciar dicho golpe, según palabras de uno de los altos funcionarios del gobierno de EEUU; sólo que, al parecer, Padrino López abrigó otra cosa en su mente, no siendo hombre de palabras, y hacerse de las suyas con el poder, y aquí es donde dicen que está la influencia de los rusos; no me crean, especulaciones, que llegan por las redes. La verdad es que esta gente, en este instante siente tanto el agua al cuello, que lo que lanza son zancadas de ahogado, y esto sin disparar un solo tiro los gringos.

Nadie se explicó el hecho de la cadena de medios, que convocó Maduro al amanecer del pasado jueves, y donde al parecer pasaba revista a las tropas, acantonadas en uno de los patios del Fuerte Tiuna; quizás, como respuesta, a la especie de que de EEUU salió el portaviones Dwith Eisenhower; rumbo a las costas venezolanas. Que son también especies, que lanza el G-2 cubano, y el que no deja de ser, asimismo, parte agregada a la situación de guerra de intriga, que vivimos a esta hora menguada en el país, y así lanza estos dardos, para que Maduro se luzca en ese sentido.

Los nazis amenazaban a los pueblos, que iban a tomar, una y otra vez con el cuento de su presencia allí en determinada fecha: no venían. Volvían a amenazar. Llegaba un momento en que era tanta la intriga, que la gente hasta terminaba deseando que se presentaran lo más próximo posible al pueblo; agotada por la angustia, y esto es lo que dicen que dejó entrever la cara de Nicolás Maduro la madrugada de este jueves, cuando convocó dicha cadena, y que bien merecía que se le dijera: “Nicolás Angustia”.

¿Va a venir el Comando Sur de EEUU, como se espera, en efecto? He allí una situación que se ve que se negocia entre EEUU y Rusia, y no sólo a nivel de los cancilleres de ambos países, sino también entre Trump y Putin, de acuerdo a las informaciones, que amanecieron en la cresta noticiosa, y que es donde uno observa que la estrategia de Putin en este caso, más que el oro; que se está llevando del Arco Minero, a cambio de la deuda, que se tiene con su país, por concepto de compra de armas, responde a un tema de la geopolítica mundial; uno diría, a partir de las veleidades imperiales de Putin, y que no es más que eso, pues la reedición del capítulo del caso de los Misiles de Cuba en la década de 1960, en las presentes circunstancias aquí, no se traduce sino en una caricatura; tomando en cuenta que Rusia es un país con una economía comparable sólo a la de España. Incluso, esta caricatura se torna más grotesca, cuando se dice que Rusia es un Haití cargado de armas nucleares: un país que no le puede ofrecer más que chatarra militar a Venezuela; como lo ha hecho.

La otra repercusión de la intriga se ve en la desbandada de los altos funcionarios del gobierno, cuyos personajes son tan significativos, que cualquier revelación que hagan; habiéndosele ya considerado a Venezuela  un narco Estado, además de terrorista, justificarían una intervención al país estilo Manuel Noriega; empezando por el famoso “Pollo” Carvajal; cuya captura policial en España, deja entrever que fue previamente acordada con las autoridades de EEUU. ¿Es verdad lo que se dice que Calixto Ortega (sobrino), presidente del Banco Central de Venezuela saltó la talanquera, y se llevó la documentación relativa a la venta ilegal de oro, por parte de este gobierno, en el mercado internacional? Hoy mismo reventó las redes sociales un relato, atribuido a Tibisay Lucena, a quien se le vio en Maiquetía con unas 16 maletas, signo de que no se va por unos días; portando, además, según se supo, una documentación falsa. ¿Será verdad que Cilia Flores compró una casa por $ 18 millones en República Dominicana, y que apareció por allá? Antes, se había hablado de uno de los guardaespaldas de Diosdado Cabello, que había aparecido en los EEUU; dispuesto a contarlo todo. Esta desbandada nos hace recordar el cuento de García Márquez; donde hay pueblo con una hechicera, a quien un día se le ocurre decir que en ese pueblo va a pasar algo: al final, el pueblo se queda solo. Es lo que se conoce también como la estrategia de la boa constrictor.

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