
“…Y si se hallas diez justos…”
Resurrección significa levantarse, resurgir y renacer a una nueva vida; en el cristianismo, es morir en Dios para la vida eterna. El ser humano lleva consigo la aspiración natural y religiosa de la inmortalidad celestial. En el cristianismo, la resurrección de Cristo es la piedra angular de la fe, es la pascua al romperse la materia liberando el espíritu. La resurrección no es únicamente morir para resucitar, porque el alma muere y resucita día a día por nuestras obras y conductas y resucitamos en Cristo en el “aleluya” dando gracias a Dios con buenas acciones, con sentimientos nobles y amor fraternal. Todas las religiones monoteístas tienen sus orígenes en el Dios Único, Omnipotente y Justo, es el mismo Dios de Abraham, de Cristo y de Mahoma, pero el poder político, pretendiendo ser el ungido de Dios, ser el monarca absolutista o reinar detrás del trono con ambiciones desmedidas y corruptas, tornaron la armonía y la paz en guerras y odios sucumbiendo en doctrinas económicas y sociales extremistas propugnando ideal social subyugando conciencia y convirtiendo al pueblo hipnotizado en la esclavitud mas indigna al cercenar el libre desenvolvimiento de la personalidad; ello, no es solo en el socialismo marxista y tiránico sino también en la democracia capitalista y salvaje, perdiéndose por supuesto, la justeza en la sana convivencia social. La búsqueda de los diez justos, no ha concluido desde el Génisis. Amaos los unos a los otros, es el gran legado, pero hemos entendido “armaos los unos a los otros”. Castigar al justo por el pecador, es injusto porque no es la voluntad de Dios que es bondad, conciliación y perdón. La paz es el verdadero ideal social, es servicio, armonía y fraternidad para todos los seres humanos cristianos, islámicos y judíos, cumpliendo la palabra de Dios en nuestros yo interno y con verdadero sentimiento humanitario resucitamos todos los días en Cristo. Quien viva odiando muere abrazando su peor enemigo, el odio. Dios ni es bueno ni malo, es Justo. La humanidad reclama evolución justa de conciencia en la relación capital y trabajo. La revolución política permanente del socialismo marxista es la degradación del verdadero socialismo humanitario y en la democracia capitalista salvaje y demagógica, se cercena la democracia periclitada, de igualdad y libertad para la sociedad justa. La paz, es el ideal social. “Vivir por vivir, no es vivir, vivir en paz es vivir”.
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