Alí Rojas Olaya: Bienhechor de la humanidad

Alí Rojas Olaya

En la vida hay seres humanos que son luciérnagas. Sus teas irradian sabiduría, amor, esperanza y paz. Son soles que llenan de vigorosa energía el alma de quienes tienen la dicha de ser bañados por su refulgencia. Alumbran siempre: en el día son alba, en el atardecer son crepúsculos y en la noche son lunas que fosforecen sobre las errabundas conciencias. Una de estas lucernas fue y es Ramón Rojas.

El 11 de agosto de 1934 nació en Caracas. Hijo de Albertina Rojas y Celestino Díaz. Su madre murió cuando él tenía 7 años. “De mi mamá recuerdo verla cuando ella iba en el carro que la llevaba a la maternidad, me decía adiós con la mano”. Su padre nunca lo reconoció. Ramón creció bajo el manto de su tía Edelmira Rojas.

Ramón Rojas fue una escuela. El kiosco Las Acacias del Prado de María era el aula. El cuarto de música el laboratorio. Su método, la pedagogía de la sensibilidad: “formar corazones para la libertad, la justicia, lo grande, lo hermoso”. Militaba en la célula Andrés y Ramón Pasquier que hace vida política en Castillete. Para Ramón Rojas era indispensable fraguar la conciencia de clases desde el arte: una película de Eisenstein, Titón y Chalbaud; Un poema de Andrés Eloy, Vallejo, Neruda y Aquiles Silva; un Bach, Mozart, Beethoven, Brahms, Sojo, Bor, Estévez y Carrillo.

La lista de sus alumnos es grande. Entre ellos Edgar y Alberto Montilla, Roberto Ruiz, Octavio Seijas; Alberto, Ramón, Eloy y Bárbara Rodríguez; José Gregorio Linares, Papelón, El Niche, Asdrúbal Arenas, Liliana y Alejandro Rivero; Juan Carlos González Kari, Carolina Acosta, Irma y Leonardo Rojas; Gabriela Cielimar y Rafael Ricardo Labastidas; Jorge Luis y Sherezzadde Olaya; Carlos, Luis, Maribel y Ernesto Barrios; Migdalis Álvarez, Karla Patricia Vivas, Argenis Algara, Carlos Gonçalves, Gioconda Ulloa, Ingrid Castell, Marlene Carvajal, Alí Ramón y Maira Rojas Olaya.

Sobre él dice Gabriela Labastidas: “Gracias, tío, por nutrir nuestros corazones con la música, el cine, la lectura y mostrarnos que en un mundo imperfecto se puede encontrar otro maravilloso”.

Hoy Carolina Acosta dirige un coro de niños especiales gracias a la enseñanza musical de su maestro.

Sobre Ramón Rojas bien cabe afirmar lo que nos dice Simón Rodríguez: “Los bienhechores de la humanidad no nacen cuando empiezan a ver la luz, sino cuando empiezan a alumbrar ellos”. ¡Gracias, papá, por tanta luz!

Fuente: 16-08-2016

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2 de Respuestas

  1. RAMON CONTRERAS dice:

    Es grande ser grande, pero es mayor ser humano.

    Will Rogers

  2. Red Bolivariana Comandante Eterno dice:

    evidentemente, Ramón Rojas sigue alumbrando

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