Argentina está pasando en la actualidad por un momento de mucha incertidumbre. En los últimos meses, el país latinoamericano ha visto como su crítica situación económica desembocaba en una nueva crisis financiera que, el pasado mes de junio, intentó atenuarse con el mayor rescate de la historia del Fondo Monetario Internacional. Hoy, el peso sigue devaluándose día tras día y ha perdido ya la mitad de lo que valía hace un año.
¿Pero dónde se encuentran los orígenes de este nuevo período de escasez? Tras unos meses en los que la moneda nacional estaba sobrevaluada, el Gobierno decidió llevar a cabo una devaluación gradual del peso, pero enseguida se evidenció que esa gradualidad planeada no podía hacerse realidad. La posible solución pasó por aceptar un blindaje de 50.000 millones, que según el presidente Mauricio Macri volverá el equilibro fiscal al país en 2020.
Al mismo tiempo, la alta inflación que año tras año se produce en Argentina lleva a un aumento de los precios y, como consecuencia, un empobrecimiento de la población. También han subido las tasas de interés, algo que tiene un evidente impacto en la economía de la nación, y ha caído el número de trabajadores registrados. Por otro lado, el sector agrícola se ha visto afectado por una gran sequía y ello podría llevar al país a una recesión.
Hace solo unos días, el descalabro argentino sufría una de sus peores consecuencias a nivel mundial. Las bolsas europeas, como el IBEX 35 español, tuvieron pérdidas importantes, aunque el préstamo del FMI debería ayudar a enderezar de nuevo la situación y devolverle a la divisa su valor anterior. Ya hay algunos economistas que consideran que aquellos que se benefician de esta depreciación deberían devolver el favor en forma de impuestos.
Entre las medidas anunciadas por la administración de Macri, además del dinero prestado por la organización dirigida por Christine Lagarde, se encuentra estimular el sector turístico. Preocupa que sean muchos los que se hayan desdicho de visitar el país en sus vacaciones debido a esta nueva crisis y las consecuencias que ello podría tener en otras industrias como la restauración. Además, el presidente quiere llevar al país a un modelo liberal y expandir la obra pública.
No es la primera vez que Argentina se enfrenta a una situación así de delicada. La más reciente en la memoria del país es la crisis de 2001, cuando se produjo el famoso corralito. Estas restricciones a la hora de disponer de dinero en metálico tuvieron consecuencias como la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa, y una inestabilidad política que duraría varios años. Diferentes medidas consiguieron sacar la nación para adelante. Habrá que ver cómo se consigue superar la crisis que actualmente atraviesa.
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