Sobre Güiria - Emisora Costa del Sol 93.1 FM

Vaya al Contenido

Menu Principal:

Escritos en la pared


Wikipedia en español
Güiria


Güiria es una localidad y capital del municipio Valdez, ubicada en el estado Sucre, en Venezuela. Lugar donde se inició la campaña que culminó en el Alto Perú y también desde allí salieron los de la Revolución Libertadora. Fundada el 8 de diciembre de 1767; constituye la tercera población del estado, con aproximadamente 40.000 habitantes. Es un importante puerto, el único venezolano sobre el océano Atlántico y centro económico de la península de Paria, por estar cercana a las zonas de exploración y explotación de las áreas gasíferas del golfo de Paria, donde numerosas empresas estatales y privadas tienen proyectos de desarrollo.


Wikipedia en español
Municipio Valdez


Güiria fue fundada como pueblo de misión el 8 de diciembre de 1767, por Frailes Capuchinos.

Güiria y el resto de la Península, junto con la isla de Trinidad, eran buenos lugares para los españoles, tener tierras y buscar El Dorado era su objetivo, pero la dura resistencia de indígenas de la zona dificultaba la llegada española y su desarrollo, pero no los detuvo y se instalaron con pequeñas poblaciones, mas la mayoría de las fundaciones eran protagonizadas por Frailes capuchinos. Algunas poblaciones fundadas en el siglo XVIII fueron: Punta de Piedras, Macuro, Soro, Irapa, etc. Algunas poblaciones se quedaron como simples poblaciones indígenas, otras crecieron por las inmigraciones antillo-francesas, a partir de las persecuciones políticas en 1880. Trajeron familiares, esclavos, y nuevos cultivos, fundaron y explotaron varios nuevos rubros, causando impacto enorme en la economía de exportación hacia Estados Unidos y Europa.

Reseña sobre Güiria
Sociedad Conservacionista de Güiria, Sucre.
Rosa Bosch Teriús
Rosa Pagés Anduze



Güiria, Capital del Municipio Valdez fue fundada como pueblo de misión el 8 de diciembre de 1767, por Frailes Capuchinos - Aragonés de la misión de Cumaná.

El Municipio Valdez fue decretado como tal el 20 de febrero de 1947 y se encuentra ubicado a 10°, 35'00 de latitud Norte 062°, 17'55 Oeste, al Este del Estado Sucre en la Península de Paria a 254 Km. Aproximadamente de Cumaná, 667 Km. Aproximadamente de Caracas y 45 Min. de nuestra vecina Isla de Trinidad y Tobago, presenta un clima lluvioso-cálido de sabana con una extensión territorial de 512 Km2.

Está conformado por cuatro parroquias: parroquia Cristóbal Colón, Capital Macuro; Bideau, Capital Río Salado; Punta de Piedras, Capital Yoco y Güiria, Capital Güiria.

Se encuentra estratégicamente ubicado cercano al Mar Caribe y es una puerta hacia el Océano Atlántico, lo que le brinda un fácil acceso hacia las Islas del Caribe y el resto del Mundo.

Las rivalidades entre los conquistadores españoles por lograr poseer una base territorial en la isla de Trinidad y el sur de Paria, para de allí penetrar al Orinoco en busca de el Dorado, sumado esto a la agresividad de los indios Caribes que recorrían la zona, fueron los motivos que hicieron tardío el poblamiento de Paria por los españoles.

Los primeros pueblos fueron fundados en su mayoría por misioneros capuchinos entre los años 20 y 30 del siglo XVIII Punta de Piedras, Macuro, Soro, Irapa, etc. Muchas de estas fundaciones permanecieron por largo rato como poblados de Indios y otros incrementaron su población a raíz de la emigración de antillanos-franceses, quienes huyendo de persecuciones políticas se establecieron en el Sur de Paria a partir de 1880. Aquí se trasladaron con sus familias, esclavos y cultura; trajeron cultivos exóticos como las especias, fundaron y explotaron plantaciones de algodón cada de azúcar y cacao y establecieron un activo comercio marítimo con las islas del Caribe, Estados Unidos y Europa.

La mayoría de estos pobladores se estableció en Güiria dándole al poblado un gran impulso económico especialmente con el cultivo del algodón. Dicho desarrollo se frenó con la guerra de la Independencia en la cual participaron también estos criollos franceses defendiendo su nueva patria como la propia; entre ellos el general Juan Baptista Bideau, destacado marino de la escuadra de bucanero del general Víctor Huges, Gobernador de la isla francesa de Guadalupe; también los antillanos Gudol, Anduze, France, Gurbil entre otros.

El desarrollo del sur de Paria, paralizado para esa fecha de la Independencia, se reinicia, culminada ésta para los años 30 del pasado siglo, gracias a la visión progresista del Libertador, quien en su última a estadía en el país en el año 1827, dictó un decreto para crear la aduana de Güiria que iba a permitir mayor presencia venezolana en la frontera y a la vez, desarrollar el comercio entre el sur de Paria, el Delta, las islas del Caribe, Europa y Estados Unidos.

El auge económico que propició la aduana de Güiria, decayó a comienzos de siglo cuando el dictador Cipriano Castro con el fin de acabar con los revolucionarios de Güiria, quienes combatían su gobierno y para protegerse mejor de nuevas invasiones de revolucionarios provenientes del Caribe, trasladó la aduana de Güiria y todas las instituciones que le daban vida a un puerto que creó en Macuro, que para entonces era un pequeño poblado alrededor de una plantación de cacao de la familia Ducharne y lo denominó Puerto Cristóbal Colón, en honor del Descubridor.

Con el traslado de la aduana a Macuro, a comienzo de la primera década de este siglo, se desarrolla Macuro y decae Güiria, hasta el año 1935 en que el general Juan Vicente Gómez decreta el traslado de nuevo de la aduana hacia Güiria, para atender movimientos marítimos que requería la Compañía petrolera instalada aquí para entonces.

A partir del traslado de la aduana de Güiria, se frena el desarrollo de Macuro y se reinicia el de Güiria. Desarrollo que decae posteriormente con la estabilización de la producción petrolera y el descenso de los precios y la producción del cacao. La mayoría de los pobladores de Paria emigra hacia otros centros en busca de trabajo, como Monagas, Bolívar, Caracas, Maracaibo, con el objetivo de mejores condiciones de vida para ellos y sus hijos. Desaparecen poblados y plantaciones. Esos emigrantes parianos se llevaron consigo un hermoso legado cultural dejado en estas tierras por esa saludable mezcla de cultura de nuestros antepasados criollos españoles, criollos antillanos-franceses e ingleses e hindúes, a quienes le debemos esa rica herencia cultural que se ha manifestado en nuestro modo de ser, de hablar, en la construcción de nuestras casas, nuestras comidas y especialmente en ese legado lingüístico como es el patua o creole. Todo ello lo estamos perdiendo los pocos que quedamos acá. Nos toca a nosotros rescatarlos porque un pueblo que no conserva sus tradiciones y cultura es un pueblo sin identificación propia. Que va a la deriva. Recordando a esa cultura nos ha de identificar como auténticos parianos. Tenemos ante nosotros un reto que enfrentar y vencer para lograr la pervivencia de nuestra identificación.

Recordemos la expresión que tiene como lema la Sociedad Conservacionista de Güiria: "Los pueblos cuando aman lo suyo, usan el sentido común". - El sentido común es fundamento del desarrollo.

Güiria, junio de 1998
Rosa Bosch Teriús.
Rosa Pagés Anduze
Sociedad Conservacionista de Güiria, Sucre.

Milagros Socorro


La música que sale de los altoparlantes llena el salón y en ese mismo momento irrumpen las bailarinas formadas en dos filas. Tal como me temía, el espectáculo de las estudiantes es el mismo de toda la vida: falda para acá, falda para allá. El mar de tela parece haber atrapado a las hermosas niñas, que luchan con los faralaes con más gracia de la habitual en estos casos. Termina el número y viene otro, igual de soporífero. Las artistas del acto escolar en Güiria del Golfo Triste, península de Paria, estado Sucre, cumplen la misma rutina dancística que mis compañeros y yo en Machiques, pie de la Sierra de Perijá, estado Zulia. Pasan los años, pasan los kilómetros, pasan los gobiernos, las dictaduras van y vienen, y los actos de fin de curso permanecen impertérritos, como si no hubiera más nada en el repertorio musical de Venezuela. Como si no estuviéramos hartos de eso. Me pregunto cómo es posible que los maestros de estas talentosas bailarinas no hayan pensado en montar un steel band, un calypso de ésos que iluminan el mundo con el grito de ambacailá, o algún otro ritmo propio de Güiria (en vez de eso, han puesto a los alumnos a ensayar el eterno Pajarillo, la ubicua Alma Llanera y otros lugares comunes del show business educativo). Me prometo que la próxima vez que escuche La lancha Nueva Esparta, Brisas del Zulia o Barlovento, en un escenario colegial, voy a sacar una pancarta de repudio al adocenamiento y a armar un escándalo. Siento como se abre paso el mal humor. Además, la temperatura no ayuda. Evoco la escritura del güireño Gustavo Díaz Solís: "Hace calor. El calor vive en la sombra como presencia metálica y humana."

Vistos los hermosos rostros de las jóvenes bailarinas, comprobado el estoicismo y energía con que batallan con los metros de falda y reconocido interiormente el garbo con que ejecutan las viejas canciones, necesito un estímulo mental que me distraiga de los estragos causados por Yolanda Moreno en complicidad con Venevisión. Y hete aquí que a mi lado está una señora pequeña, tocada con un corto velo de blancura impecable lo mismo que su hábito de monja, que contempla a las bailarinas como si vinieran del Bolshoi. Está encantada. La miro mejor. Lo que está es henchida de orgullo. Claro, sabe algo que yo ignoro. Sabe mucho. Casi rozo mi cabeza con la tela de su velo para preguntarle la edad de los artistas. Con la vivacidad del rayo me suministra no sólo la edad sino la fecha de nacimiento, en promedio, del conjunto. Cuando viene un número que consiste en reproducir la coreografía y los movimientos gimnásticos de las porristas (o algo así, no me hagan caso, detesto los actos escolares –los míos, los de mis hermanos, los de mi hijo- y todo me parece espantoso), le pregunto quién cosió los trajes (porque son de lycra y se ven bien cortados y arreglados). Me señala una mujer que está detrás del público y aclara que se trata de una profesora. ¿Ella sola hizo todo?, me asombro. Efectivamente. Así ha sido. Y las telas, ¿las compraron los representantes de las muchachas? La religiosa mantiene su sonrisa de orgullo mientras me explica que estos muchachos vienen de familias muy pobres y que sus padres no podrían financiar ese vestuario. Compraron las telas con una donación de Pdvsa.

La monja me llega al pecho. Me doy cuenta de esto en cuanto termina el acto y nos ponemos de pie. Ya he visto con detenimiento su rostro. Lo analicé mientras algunos de los muchachos que acaban de graduarse de bachilleres en la Escuela Técnica Popular María Auxiliadora, de Güiria, donde nos encontramos, tomaban la palabra para agradecer a la señora Leonor Giménez de Mendoza el apoyo de Empresas Polar, que abrió varias plazas para que ellos hicieran sus pasantías en empresas del grupo emplazadas en la zona. Escuchando las estupendas exposiciones de las bachilleras y los bachilleres, notables por su capacidad de expresión y por la fuerza que le imprimían a sus palabras (llenas de esperanza, de alegría y de belleza), me voy haciendo el cuadro de la Escuela Técnica Popular María Auxiliadora en Güiria, que, tal como es criterio de la Red de Escuelas Técnicas de la congregación salesiana, imparte un bachillerato que contempla un ciclo diversificado de tres años –no dos, como suele ser- para capacitar a los muchachos en especialidades como tecnología de pesca, técnicas de alimentos, promoción social y de servicios de salud, de manera que egresen con un título de bachiller al tiempo que cuenten con una formación que les permita trabajar mientras siguen estudios superiores, de TSU o universitarios, o crear sus propias microempresas.

Durante el año escolar 2006/2007, esta Escuela atendió 624 alumnos, distribuidos de la siguiente manera: Educación Básica III etapa, 360 alumnos; Educación Técnica, 144 alumnos; y Capacitación Laboral, 120 alumnos. Mientras los escucho hablar, tomo nota mental de que todos tienen la edad propia de los graduandos de bachiller. Me refiero a que no hay allí viejones mezclados con muchachitos. No hay rezagados, pues. Y la monja me informará de que, en su mayoría, provienen del Municipio Valdez, y de toda la zona de Paria (Macuro, Río Salado, Las Salinas, Mapire, El Mango, Puerto Hierro, El Hoyo, La Toma, Guaraguarita, El Yoco, Soro, Punta de Piedra, Santa Rosa, Río de Güiria y Río Bautista).

La monja es rubia. Del cintillo de su velo escapan las puntas de una pertinaz pollina gris. Sus ojos son muy azules y la tez de su rostro muy blanca. Volvemos a quedar vecinas en la mesa donde se sirve el almuerzo. Se llama Ada Alvarado. Es larense. Tiene 70 años. Es la madre superiora del pequeño grupo de religiosas salesianas de Güiria y el alma de la Escuela.

Es la última en recibir las bandejas, de las que se sirve pequeñas porciones que come con gusto. Le gusta que le hagan preguntas sobre su trabajo. ¿Trabajo? Obsesión. Me entero de que la Escuela Técnica Popular María Auxiliadora es la única institución educativa en Güiria que ofrece menciones técnicas en Educación Media Profesional, lo que constituye un aporte inmenso a la comunidad puesto que la City del Golfo, cuya fecha oficial de fundación es el 8 de diciembre de 1767, tiene un solo liceo oficial.

Alguien ha considerado, arbitrariamente, que sor Ada no quiere vino. La han saltado en la ceremonia del escanciado, lo que la obliga a exigirlo con maneras educadas pero muy firmes. Hace señas para que cese el servicio cuando su copa está por la mitad de vino tinto. Resulta que el colegio donde estamos y que se ve tan espléndidamente organizado no pertenece a la congregación. Los espacios han sido cedidos en comodato y, además, ya son insuficientes para atender la alta demanda de cupos que reciben de las comunidades. En suma, están arrimados a un lugar demasiado pequeño para ellos. Se necesita una nueva sede. Claro que no tienen un cobre. Por suerte, tienen un magnífico terreno, "inversión solidaria" de la familia Ducharne Balliachi. Y cuentan también con el proyecto de arquitectura e ingeniería, aporte de Fundación Empresas Polar. Falta el dinero para construir la nueva sede. Sor Ada no puede ocultar su entusiasmo con el proyecto, del que habla como si fuera una realidad a la que sólo falta cortarle una cinta para instalarse en ella.

Explica que en la nueva sede –en verdad, un complejo de varios edificios- educarán, formarán y capacitarán más niños y jóvenes de los que atienden en la actualidad; y ofrecerán un espacio cultural y de desarrollo endógeno para las comunidades del municipio Valdez. La idea es impartir Educación Técnica Media en las siguientes disciplinas: Agropecuaria: Tecnología Pesquera,  Técnicas  de Alimentos; Industrial: Tecnología del Gas, Tecnología del Petróleo, Electricidad, Electrónica; Comercio y Servicios: Informática, Turismo, Mercadeo, Secretariado Ejecutivo; Salud: Promoción Social, Historia Médica, Laboratorio Clínico. Esto sin descartar otras menciones que se irán abriendo al ritmo de la demanda y necesidades de desarrollo local y regional.

El proyecto de la nueva sede es un sueño o un delirio, según se mire. Se trata, tal como pone el material informativo preparado por los salesianos, de una ciudad educacional con varias edificaciones independientes, separadas –o agrupadas- de acuerdo a su función.  En un terreno de31.123 metros cuadrados planean construir11.687 m2, distribuidos en: área educativa; módulos de aulas, laboratorios y talleres; Módulo administrativo (incluida la biblioteca); área comunal; gimnasio de usos múltiple; gazebo (churuata de reuniones); tiendas, iglesia, comedor, casa de huéspedes; módulo residencial y urbanismo (incluye vialidad y paisajismo). Sin levantar la vista del plato, sor Ada asegura que todo eso se levantará en 18 meses, concluidos los cuales abrirán las puertas a 1800 alumnos.

-Qué chévere, digo, genuinamente maravillada por todo. ¿Y cuánto costará eso?
-Dieciséis millardos de bolívares –responde ella, atenta a un pedacito de tarkarí de pollo y con el tono de quien hubiera calculado la edad de Harry Potter cuando el malo le hizo la herida en la frente.
-¿De dónde van a sacar ese realero?
-En Venezuela hay mucha gente rica. Ya verás que todo el mundo va a colaborar y recogeremos el dinero.
¡Dieciséis millardos!, ¡vergueisius!, pienso. Ya me he volteado casi totalmente hacia ella, con todo y silla. ¿Estará loca?, llega el momento en que me conmuevo.

Con la piedad que suelen demostrar los verdaderos ricos cuando tienen al lado a un limpio que se ha quedado patidifuso al escuchar una suma inimaginable para su pobre cabeza de asalariado, la religiosa cambia el tema. "Siempre estoy diciendo que no se detengan a ver las cosas negativas, que si los jóvenes se emborrachan, que si los padres no colaboran lo suficiente con la educación de sus hijos… No hay que pararse en eso. Lo que hay es que procurar que tengan oportunidades".

Miro su plato. La miro a ella. Miro un papelito donde está escrito su mail ([email protected]) para que la contacten los interesados en echar una mano con la nueva sede. Necesita 16 millardos. En este momento no tiene ni un millón, está arrimada en un local, y expone su proyecto faraónico sin desviar la atención de los cuatro granos de arroz blanco que se ha servido. Aquí está pasando algo que no termino de entender.

-¿Por qué hace usted todo esto?
-Por amor a Dios.
Lo dice tan concentrada en el platico de postre que parece que lo está hipnotizando.
-… y en esos muchachos, que son mis hijos, y merecen la escuela que van a tener.

Publicado en la Revista Clímax, septiembre de 2007

lunes, 22 de agosto de 2011
#eventos: Los Sabores de Güiria llegan a La Guayaba Verde


Del 20 al 27 de agosto, La Guayaba Verde ofrecerá un Festival de Comida Güireña organizada por el Chef Eduardo Castañeda. Durante una semana podrán disfrutar de preparaciones con una sazón particular que reflejan el aporte cultural de varios pueblos, unidos en los fogones de esta zona del Golfo de Paria. Talkarí de chivo, Pelau de gallina con coco, Roti de Pollo, Calalú, entre otras preparaciones, serán servidas en el restaurante.

Como inicio de esta actividad, Castañeda ofrecerá un Taller de Roti, plato que siempre ha estado presente en el menú de La Guayaba Verde, el cual consiste en un pan ácimo de origen indio que llegó a tierras venezolanas, ya tropicalizado a través de Trinidad y Tobago, y que hoy en día forma parte de la gastronomía de Güiria.

Tránsito fugaz del petróleo a través de Güiria


domingo, 1 de enero de 2012

Frente a las costas del Sur de Paria han traficado centenares de millones de toneladas de crudo y productos petroleros procesados a relativa corta distancia de Güiria.

En la actualidad, Güiria figura entre los puntos de contacto logístico del plan de desarrollo de la llamada plataforma deltana. Aunque están difusos algunos de los cacareados proyectos multimillonarios asociados al gas, de momento, ciento beneficio económico genera esta condición de localidad desde donde se brinda un apoyo más bien circunstancial el cual, no obstante, activa el movimiento del puerto, del aeropuerto, ocupa a la hotelería y deja alguno que otro beneficio adicional que está pendiente medir.

Más allá de la propaganda, los proyectos de PDVSA han sido objeto de minuciosos análisis de impacto ambiental por empresas y organismos especializados en la materia. Los resultados dividen la opinión de los güireños como la de los expertos. Entre otros, la Fundación Proyecto Paria maneja sus propias conclusiones.

Güiria conoció los efectos sociales, económicos y medio-ambientales ­ factor que nunca como hoy se evaluó con tanta mesura-. Lo efímero o transitorio que puede ser un programa puntual asociado a la explotación de los hidrocarburos como también de la minería pues acabó siendo temporal lo que Puerto de Hierro significó como simple estación de transferencia instalada por la Iron Mines en el Golfo de Paria.

En el primer trimestre de 1948, la Creole resolvió cerrar el campo desarrollado a sus expensas en Güiria para servir como puente para la transferencia de crudos extraídos en oriente, a las embarcaciones de mayor calado encargadas de transportar el producto al mercado externo.



Güiria resultó víctima tanto de los crecientes volúmenes de producción como de la renovación de la industria naval que al cabo de la guerra mundial, mucho más confiada, puso a navegar tanqueros capaces de prescindir de las ventajas de la terminal que -de acuerdo a informes de la época-, recién construida, fue catalogada como inadecuada para responder a las necesidades de la Creole cuando finalizara la década de los años 40.

Luego de invertir 18 millones de bolívares, en 1945 se estimó injustificado el dinero fresco requerido para adecuar la terminal a las exigencias de nuevos tiempos y medios disponibles.

Las facilidades petroleras establecidas en Güiria estuvieron conectadas al inicio, exclusivamente, con la explotación del campo de Quiriquire y la exportación del crudo extraído de allí a través del río San Juan en buques de 18 pies de calado y 40 mil barriles de capacidad.

Como la llamada Barra de Maturín ofrecía limitada seguridad al tráfico de los barcos de mayor calado y capacidad, la petrolera resolvió terminar de cargarlos aguas afuera, para lo cual se utilizó gabarras o pequeños buques-tanque para trasegar el complemento de la carga no embarcada en la terminal del propio campo sobre el río San Juan.

Pioneer, Creole Jefe, Creole Lindo o Creole Bueno eran los nombres que alguien recordará llevaban los buque-tanque de menor formato cuya operatividad también se hizo ineficiente en vista de la capacidad de transporte y la seguridad, razón para que la Creole explorara alternativas. Una de ellas fue fundar en Güiria una terminal con apropiadas capacidades para almanaje y embarque.

El paso anterior había sido fondear la gabarrra-tanque Navahoe frente a la desembocadura de la Barra de Maturín, rebasada en su capacidad para asimilar la producción de Quiriquire destinada a la exportación - señala una crónica publicada en 1948 por la revista El Farol.

El puerto de Güiria era el punto cercano y conveniente, con obvia vocación marina, hacia donde sin interrupciones podían llevar durante día y noche la carga sacada a través del río San Juan.

En 1934, la estación terminal estaba en funcionamiento con su línea submarina, estación de bombeo, nueve tanques de almacenaje de 80.000 barriles cada uno. La operación requería de 250 trabajadores que terminaron siendo 38 cuando comenzó el desmantelamiento luego de 14 años.

¿Qué sucedió?
Los técnicos especialistas en operaciones naviera se equivocaron al establecer las condiciones bajo las cuales atracarían los tanqueros de mayor calado. A tal punto fue el error de cálculo de maniobrabilidad en el área, que de noche no se podía atracar por lo que desde el primer momento se consideró insatisfactorio el rendimiento obtenible. Una noche para entrar al muelle y sin poder cargar, ocasionaba pérdidas que había que evitar. Barco parado no gana fletes.

Los registros de siniestros mostraron ­ además- una incidencia bastante alta de accidentes en las operaciones de amarre.
En 1937, estaba en pleno desarrollo de refinería de Caripito, con exigencias aún mayores pues la comercialización de productos diferentes al crudo exigía instalaciones como las que nunca se pensaron para Güiria, ya para ese instante poco apreciada por los marinos como terminal para cargar petróleo.

Comenzaron entonces los estudios sobre el dragado de la Barra de Maturín, cuyo lecho estaba a merced de arenas provenientes de los ríos Orinoco y San Juan, arrastradas por el tráfico de las gabarras y pequeños buques-tanque dedicados a sacar 60.000 los barriles diarios de crudo provistos por la explotación de Quiriquire. Se hallaron las soluciones para el dragado y en la primera fase del proyecto fue instalado en 1937, un balizaje densificado compuesto de 32 boyas, 33 balizas y cuatro faros. Los trabajos dieron al canal 32 pies de profundidad, suficientes para asegurar el tráfico confiable de barcos hasta de 120 mil barriles de capacidad.

En 1948, la Creole abandonó Güiria. Los trabajadores fueron reubicados en otros campos.
Por cierto que en materia de transportes, José Teriús Figuera, averiguó algo acerca de la presencia del automóvil en su natal Güiria, a donde el primer carro llegó de Trinidad, semi armado. Lo llevó Abraham Palis, abuelo del magistrado de la antigua Corte Suprema de Justicia, Luis Palis.
«Trajo también el señor Palis un mecánico para armarlo. Fue Andrew Rigaud, quien vivió hasta hace dos años cuando murió a la edad de 98 años. Rigaud armó el carro y enseñó a conducirlo al güireño José Casis.

Leyendas
1, El Esso Ávila frente a las costas güireñas en 1954. La Creole ya había abandonado la gran terminal instalada en la península de Paria.

2. En diciembre de 2011 se cumplieron 68 del primer vuelo de Avensa empleando un trimotor Ford A5 que trajo a Maiquetía repuestos para automóviles embarcados en Barquisimeto. Existe una colección de óleos ejecutados por Alvaro Rodríguez del Villar que dan testimonio de los pasos de Avensa como aerolínea nacional e internacionalizada. Una de las escenas es la que ilustra esta nota en la cual un Convair turbohélice 580 se aproxima a la terminal aérea güireña. La empresa ofrecía servicios diarios sobre Güiria al igual que también vuelos diarios a la ciudad de Nueva York.


fecha: 2013-05-19
“Para llegar a esta edad el secreto es una buena alimentación”
Por: Geroncio Centeno

Mirta Eduvigis López de Rodríguez, nació en el año 1917 en Güiria. Ella misma se define como una persona católica con una niñez y adolescencia rodeada de una linda familia. Con una historia de amor, típica de una novela romántica, contrajo nupcias con César Aníbal Rodríguez.

Mirta Eduvigis López de Rodríguez, nació en el año 1917 en Güiria. Ella misma se define como una persona católica con una niñez y adolescencia rodeada de una linda familia. Con una historia de amor, típica de una novela romántica, contrajo nupcias con César Aníbal Rodríguez, con quien concibió cuatro hijos. Hoy, con sus recién cumplidos 96 años, es una mujer muy lúcida, conversadora y consecuente lectora de la Biblia. Mirta, sigue siendo el bastón principal de su familia, aunque obviamente, ya sus hijos son hombres y mujeres con sus respectivas familias. Al preguntarle sobre su secreto para llegar a esa edad con tan buena forma física y mental, nos señaló que todo se debe a una buena alimentación “en mi época de niña, todas las hortalizas y carnes eran caseras, nada de químico, mucha naturaleza”. Desde este foro especial del Diario La Región, le pedimos a Dios todopoderoso, que Mirta siga compartiendo con su familia y siga cumpliendo muchos años más, porque como ella misma lo dice, quiere llegar a cumplir la misma edad de su bisabuela María Luisa, que murió a los 113 años de edad.

¿Cuéntame, Mirta, ¿cómo se inicia tu vida?
Nací en el pueblo pesquero más bonito de la Costa de Paria, Güiria, como dice mi primo Guzmán Centeno en su canción, “Güiria mi amado terruño del Golfo de Paria del estado Sucre, siempre te recordaré”, el 12 de mayo de 1917. Según me dicen, fui una niña hermosa, blanquísima, con ojos azulitos y cabello del color de la barba del maíz. Me presentaron con el nombre de Mirta Eduvigis. Soy la hija primogénita de Justina López, la segunda de cinco hermanas, Manuelita, Ana Isabel (Anita), Concepción (Conchita) y Rosa Antonia (Toña), todas hijas de Baudilia (Sesé).

¿Cómo fue tu infancia, fuiste una niña consentida entre tu familia?
Según me contaron mis tías, ellas me criaron y me consintieron como una muñeca, ya que mi madre era una joven de 16 años de edad cuando nací. Luego de 4 años mi madre tuvo otros hijos, Isabel María (Tisa), Antonio José (Fotí), José Raúl (Ulcito), Pedro Luis (Güin), Luisa Margarita (Margota), Gloris (Glorata) y Carmen Mercedes (La Negra). También me dijeron mis tías que caminé a los 7 meses y que al año, al oír las campanadas dominicales, me ponía un trapito sobre la cabeza y me iba a la iglesia aún, si estaba desnuda. En la medida de mi crecimiento, recuerdo, que iba a la escuela y siempre me felicitaban porque avanzaba progresivamente. Compartía con mis hermanos en todos los juegos y en los estudios del día a día, menos con Isabel, porque siempre discutía conmigo cuando me invitaba a jugar trompo, pichas o a escondidas (40 matas) porque no la complacía; yo la invitaba a que me acompañara a la iglesia y lo que hacía era voltearse e irse al patio a jugar con mis hermanos varones. Fui obediente a las recomendaciones de mis padres, Justina y Santiago, e igual a las inquietudes de mis tías, de mi maestra Felicia Gil, quien se sentía orgullosa porque aprendía las matemáticas, principalmente, con mucha facilidad.

¿Por qué crees tú que a los 96 años estés tan bien física y mentalmente?
Crecí en un ambiente con mucha necesidad económica, sin embargo, era muy feliz en el disfrute diario de los baños en el Río Guatapanare; igualmente ordeñar una vaca para beber postrera, mejor dicho, la leche directamente de la ubre; la comida de cada día era muy sana porque las vituallas (ocumo blanco, apio, dashing, chaco, papas, ñame, mapuey, etc.), las hortalizas, igual que los pollos y los cochinos, eran producidos y criados en las casas, desde donde la obteníamos. La carne roja se compraba en el matadero del pueblo; los baños en la playa también influían en la fortaleza orgánica del día a día; pero, yo diría que lo más importante en la alimentación, era, sin dudas, la bebida Mabi, servida en botellitas luego de dos o tres días fermentándose, debido a su componente en base a semillas, hojas y concha de tallo de árboles específicos como el tallo del mabí, el buadén, etc. Esta bebida tiene la facultad de llegar al organismo como un complemento alimenticio vitamínico que potenciaba mi organismo, daba vida a la mente, a la sangre, al cuerpo todo, por ello mi familia es longeva, ya que mis tías, tíos, abuelos y bisabuelos duraron en su mayoría, pasados los noventa años. Recuerdo a mi bisabuela María Luisa (mama Luisa), a quien todos decían que yo era su vivo retrato, murió a los ciento trece años. Ahora yo te pregunto, ¿crees factible que yo dure tanto o más que ella? Por favor, no me respondas. Además del mabí las meriendas que vendían Mazut y Dulita, eran hechas con frutas naturales y cosechadas en las casas o en las haciendas y en los cocales cercanos, tales como: penepis, a base de jengibre; paté cocó y paté banan, como su nombre lo dice de coco y cambur; bofló, crema, gató-tan o gató-mí.

¿Cómo fue tu niñez y adolescencia?
Como te dije anteriormente, fui consentida no sólo por mis tías sino también por las señoras amigas de mi mamá y de la mayoría de mis amigas con quienes casi a diario jugaba en la plaza “Langichichuí Mucabolé”, en patuá, papiamento casi el idioma de ese momento en Güiria. Fui bastante preocupada por ayudar a mi mamá en enseñar obediencia y buenas costumbres a mis hermanos, considerándolo mi norte, al igual que la preocupación por la perfecta atención a los quehaceres de la casa. Mi mayor alegría era cuando me decían mis tías que iríamos a pasar unos días en La Salina con mi tía Toña, porque para mí era mi hermana mayor, por la poca diferencia de edad. Visitar el cocal de Popó era una delicia, porque se vivía al aire libre; el olor a las frutas, las florecitas silvestres, el ruido de las olas del mar cuando se rompían contra las rocas. Todo daba vida a mi vida. Cada año, hasta cumplir los 15 años de edad, el párroco de la iglesia hablaba con mi mamá para que me permitiera ir durante el mes de mayo a colocarle azucenas al pie del altar de la Santísima Virgen Inmaculada, patrona de Güiria. Hasta la edad de 17 años, no había mucho para el disfrute, sin embargo, las fiestas patronales durante toda una semana, convertía a la comunidad en ir y venir con mucha alegría por los distintos programas que organizaban los adultos, entre los cuales era muy conocido el señor Julio Casas.

Mirta, háblame de los personajes del pueblo muy conocidos por ti, y que marcaron tu vida
Recuerdo mucho al ciego Dionisio porque era cariñoso con las personas que lo atendían y le compraban las alcancías con caritas que elaboraban manualmente en las conchas de los cocos secos, a pesar de haber nacido sin visión. También recuerdo a la loca Meregilda, quien vivía en la hacienda de cacao, después de Paso Coronel, con su hermana María Dalí, porque yo siempre iba a visitarla con mi abuela Baudilia (Sesé). Ella se alegraba mucho al verme y me llevaba a pasear hacia la siembra de cacao. Conmigo jamás fue furiosa como sucedía con otras personas que la molestaban, sino que me cuidaba y disfrutábamos mucho. A mí me gustaba mucho ir a visitarla porque además, íbamos a la orilla del río, donde me bañaba con un gusto en esa agua helada y cristalina.

¿Cómo y cuándo te llegó el amor eterno?
A la edad de 17 años, ya siendo una joven bien desarrollada, fui a pasar unos días con mi tía Manuelita, casada con Alejandro Ducharne, empleado de la aduana, quienes vivían en Macuro, un señor de apellido Fanguiño estaba enamorado de mí y me había dicho que quería hablar con mis padres para casarse conmigo. Yo, asustada por esa situación, ya que ese señor no me gustaba y mucho menos estaba enamorada de él, pedí permiso a mi mamá para ir a Macuro y resultó que al día siguiente de haber llegado apareció en la puerta de la casa un joven galán de aproximadamente 24 años de edad, de nombre César Aníbal Rodríguez, empleado de la empresa petrolera Creole, a quien mire fijamente y lo mismo hizo él y allí, en ese instante apareció mi Cupido y nos flechó (amor a primera vista). A partir de ese momento, él iba todos los días a conversar con Alejandrito para verme. Recuerdo que mi tía tenía una bodega y yo ayudaba a vender para hacer algo, lo que ilusionó a César a ir todos los días a comprar catalinas y para pagar el valor de la merienda colocaba el shelling debajo de la pesa, porque el primer día que intentó pagar estiré la mano para recibir la moneda, el pasó su mano sobre mis dedos y eso fue suficiente para no permitirle que volviera a rozar mis dedos. Así pasó 6 meses. Ya nos entendíamos de tanto vernos y hablar poco. Lo que nunca pudo fue colocar la moneda en mis manos. Me causa mucha risa recordar que pocos días antes de regresar a Güiria, mi tía Manuelita intentó limpiar debajo de la pesadora y se encontró con todas las monedas que durante siete días a la semana por 6 meses César había colocado para el pago de las catalinas. Cuando llegó el día de mi regreso a Güiria, mi tía Manuelita me informó que como César había hablado con ella y Alejandrito, para que le permitieran visitarme como mi novio, ella le contestó que yo debía regresar, pero si él le prometía que durante un año sólo nos escribiríamos y además él dejaría de ir al bar a echarse los palitos con los amigos de la compañía, ella le escribiría a mi mamá para que nos autoricen a ser novios y así poder casarme con un hombre de moral intachable. Así ocurrió y el 9 de noviembre de 1935 me convertí en la esposa de César Aníbal.

Discurso de orden con motivo de la celebración del Quinto Centenario de la Evangelización en América.
Profesora Carmen Cecilia Casas de Irazábal


Ciudadano
Alcalde Marcos Romero La Luz y demás miembros del Concejo Municipal
Ciudadano miembros de la Cámara Municipal
Nuncio Apostólico Oriano Onilicci
Arzobispo de la Arquidiócesis de Cumaná

Quiero agradecer al ilustre Concejo del Municipio Valdez, el haber sido designada, como Oradora de Orden, con motivo de la Celebración del Quinto Centenario de la Iniciación de la Evangelización en América por lo misionero colonizadores.

En nombre del pueblo Güireño y Valdeciano en general, le damos la más calurosa bienvenida, al Excelentísimo Arzobispo Oriano Onilicci, Nuncio Apostólico de su Santidad Juan Pablo II, en Venezuela, a nuestro primer Arzobispo Metropolitano. Doctor José Alfredo Rodríguez Figueroa y a la delegación de la Diócesis de Cessena- Sarcina de Italia quienes nos honran con su visita en momento tan significativo para esta tierra de Gracia.

Queremos expresarle a Monseñor Alfredo Rodríguez, nuestro regocijo por la decisión papal que le ha sido conferida y desearle los mejores logros al frente de nuestra Arquidiócesis.

Asimismo, enviar al Papa Juan Pablo II a través de su representante en Venezuela, nuestra palabra de gratitud por tan alto honor conferido a Cumaná Capital del Eestado Sucre, quien era merecedora de ello, por su merito histórico y gran labor Evangelizadora que ha venido desarrollando desde el siglo XVI hasta nuestros días.

En este día de júbilo en toda la jurisdicción del Municipio Valdez por tan notable acontecimiento, queremos hacer un paréntesis para añadir como algo ligado a nuestro acontecer religioso -una coincidencia histórica por decirlo así- y aquí se trata del 17 de julio de 1937, nos honro tan bien con su visita el primer Obispo de la Diócesis de Cumaná, su Excelencia SIXTO SOSA, con motivo de bendecir la imagen de nuestra Señora del Carmen, traída a esta población desde Nueva York, a bordo del tanquero Maturinés, por el extinto Capitán Julio César Casas, hijo adoptivo de Güiria, quedando así establecida esta festividades que a través del tiempo sea arraigado en el corazón de nuestro pueblo.

Hoy, cincuenta y cinco años más tarde, con apenas dos días de diferencia, está entre nosotros, el Primer Arzobispo Metropolitano de nuestra recién nombrada Séptima Parroquia Eclesiástica de Venezuela, conformada por: Cumaná, Margarita y Barcelona.

En esta ocasión cabe destacar, que la Parroquia de Güiria, ha sido privilegiada a través de los años y en esta fecha del mes de Julio, nos honraron con su visita desde el año 37, los obispo que han estado al frente de nuestra Diócesis, y hoy recordamos con profundo cariño y agradecimiento a: Monseñor Sixto Sosa, Monseñor Crisanto Mata Cova, Monseñor Mariano Parra León, quienes con su presencia contribuyeron a afianzar la fe y devoción en el pueblo Güireño.

Asimismo, quedara inscrito para la Historia que el Arzobispo Oriano Onilicci, es el Primer Nuncio Apostólico que pisa Tierra Pariana.

Sea propicia la oportunidad de hallarnos reunidos en este lugar, el más vecino a Macuro, donde dejaron sus huellas los conquistadores españoles y, justamente, en este año 1992, a los 500 años de haberse producido el encuentro de dos civilizaciones, para que haya escogido como tema central de mi exposición "Colón y su encuentro con otro mundo".

La figura principal de esta legendaria hazaña no podría ser otra que la del Almirante Cristóbal Colón, aunque muchos historiadores hayan querido minimizar su importancia, argumentando que otros viajeros como vikingos, fenicios y africano, ya habían arribado a las Costas de América. Es posible que así fuera, pero en todo caso se trataban de expediciones aisladas y esporádicas y ninguna como la de Colón, con un objetivo predeterminado y una planificación cuidadosamente estudiada. De allí que hoy, el V Centenario de haberse producido este hecho trascendente en la Historia de la Humanidad, en casi todos los países del mundo se están celebrando eventos conmemorativos de tal fecha, y la imagen señera del "Almirante de la Mar océano" sea obligado para expertos y profanos.

Cuando me refiero al encuentro de Colón con otro mundo, es para desvirtuar el patrón utilizado durante cientos de años del mal llamado "Descubrimiento de América". Como se podía "descubrir" una cultura que existía hace ya más 30.000 años y cuyos restos aun nos maravillan, como es la de los pueblos aztecas, mayas e incas. No dejaremos de lamentar nunca que la colonización española haya sido tan cruenta y que haya destruido, y arrasado lo que encontraba a su paso, sin preservar para disfrute de la humanidad el tesoro de conocimientos que aquellos pueblos poseían en muchas ordenes diferentes, como astronomía, matemática, ingeniería, botánica y farmacología. Así pues que he preferido utilizar la expresión Colón y su encuentro con otro mundo, para referirme a este acontecimiento que, según el historiador Francisco López de Gomera, Cronista Oficial de Carlos V, es el "mayor acontecimiento histórico después de la redención del género humano por nuestro Señor Jesucristo".

El arribo de Colón a las Tierra Americanas significa para este Continente su incorporación a un nuevo espacio histórico, el espacio de la cultura cristiano-occidental.

Podemos considerar que el lugar denominado Macuro es el sitio de Venezuela por donde se inicio la etapa histórica de nuestro país, el proceso de vinculación con la civilización Europea y el primer anuncio del Evangelio a través del legado hispánico.

Iniciada la dominación española comienza la obra evangelizadora, con la organización eclesiástica de la provincia queda bajo la dirección del obispado de Puerto Rico.

Se establece en 1515, los primeros asientos misionales de tierra Firme (Cumaná, Macarapana, etc.) denominados Anexos Ultramarinos.

Con el establecimiento de todas esas misiones así como la Fundación de Pueblos de españoles, se desarrollo la agricultura y el comercio, creciendo en importancia toda la provincia.

Los misioneros se preocuparon por defender a los indios de los abusos cometidos por corregidores y gobernadores y de hacer valer sus derechos.

Durante casi 150 años fueron numerosos los misioneros que se establecieron en el Oriente del país.

Muchos desarrollaron una encomiable labor culturizante y evangelizadora y también muchos pagaron con sus vidas, la gran tarea misional en tierra americana, que fue para ellos promesa y esperanza.

Queremos destacar un tema en homenaje a los venidos de otras latitudes que comparten con nosotros este acontecimiento histórico, para cumplir como educadora, con una misión insoslayable, como es la de contribuir a divulgar nuestra historia regional y local junto con la historia nacional.

Y así diremos:
Güiria y Paria.
Allí donde se encontraron Europa y Tierra Firme.

En la pluma de Colón, Venezuela nació como Tierra de Gracia, los ojos enfermos de Colón debieron estremecerse ante tanto verdor y belleza, y su pluma, acostumbrada al austero lenguaje de informes y acontecimientos vibro con el entusiasmo de un enamorado.

Primeros fueron indios, luego españoles y negro, más tarde franceses, cuando las chispas de la Revolución Francesa llegaron a las Antillas y aventaron a las Costas de Paria a Guadalupeños Martiniqueños. Ellos fueron los que iniciaron las grandes haciendas de cacao y cocos.

Paria es tierra de hombres hospitalarios, bondadosos, creativos y valientes.

Güiria, fue al comienzo una serpiente gigantesca y venenosa, una serpiente tan feroz que hasta los Caribes, que no le tenían miedo a nadie, le temían a la Güiria. Incluso Turipiari, gran cacique de la región, cuyos dominios se extendían desde el Golfo de Paria o Golfo Triste, como lo llamara Colón hasta las riberas del Orinoco, temían a la Güiria.

El Golfo y la Península donde es botón de mapa Güiria, debe su topónimo a una serpiente de agua y de haber existido juglares o cantores ciegos en su época, la Güiria, sería hoy animal de una mitología marinera.

De las poblaciones costaneras del Oriente venezolano, una de las más pintorescas es Güiria, y también de las más activa por la pesca y la agricultura.

Quien llega a Güiria por mar la observa de frente a su Golfo, con sus pescadores de siempre, con sus lanchitas multicolores, pequeñas como sus intensiones: traer la pesca suficiente para el consumo familiar y el presupuesto del día. Pero también se avista su moderno Puerto Pesquero, con sus muelles grandes, sus barcos de grandes tonelaje y sus enormes almacenes de pescado, todo lo cual no puede sino darle categoría de Puerto Pesquero Internacional.

A Güiria se le cuenta su edad con una cantidad de tres cifras. Se le atribuye su Fundación a Sacerdotes Franciscanos observantes, el 8 de Diciembre de 1767, hace ahora 225 años. Cuando se inicio la lucha por la Independencia de Venezuela aun era joven, de apenas 43 años. Historiadores nacionales y extranjeros citan acontecimientos ocurridos en Güiria durante esos días como el arribo de Simón Bolívar a Puerto en 1816, a bordo del Bergantín "Indio Libre", para entenderse con el ejército "Libertadores de Oriente", y seguir su campaña hacia Maturín. Como mudo testigo de este hecho se conserva todavía un árbol de Tamarindo que lucha contra la indiferencia de los años. Al referir la historia de Güiria tampoco se puede dejar de mencionar a los 45 jóvenes Patriotas que arribaron muy cerca del Rio Guatapanare -todavía sacia la sed de la población- y se enfrascaron en violentos combates con las fuerzas realistas.

Citan también a Santiago Marino, quien inicio en Güiria una vigorosa campaña para ser designado año más tarde jefe del Estado de oriente.

Además de Mariño, en Güiria iniciaron hechos de envergadura Piar, los Bermúdez, Juan Manuel Valdez, Juan Gabazo, el marino, Jefe de la Plaza, con más de trescientos (300) hombres bajo sus órdenes, fue vencido aquí por los patriotas en una hazaña digna de recuerdo.

En oficio fechado en Carúpano el 23 de julio de 1816, dirigido a Juan Bautista Arismendi, Simón Bolívar elogio a las tropas provenientes de Güiria calificándolas de excelentes.

Aun se conservan en la Plaza Miranda de Güiria, algunos de los cañones realistas que, ubicados en una posición estratégica sobre el cerro "La Tush-Tush" para aquella época denominado Cerro del Castillo, exterminaron a muchos patriotas.

CONSERVADORA Y PROGRESISTA.

Güiria, es hoy la Capital del Municipio Valdez que tiene una población de 28 Mil Habitantes. Es un lugar de pescadores, actividad que sobrevivió y supero aquel pasado agrícola y representa ahora, la mitad de la economía de su población. La pesca es vital para Güiria. La vida misma gira en torno a ella. Los pescadores secan sus redes al sol; construyen y reparan sus embarcaciones; se preparan a diario para zarpar con la "fresca". Cada madrugada la bahía de pescadores se convierte en el sitio más concurrido del pueblo. Allí se negocia la pesca: el jurel, el carite, la anchoa y el cazón.

Los pescadores, tostados por el sol, contrastan junto con sus pequeñas lanchas, con los enormes barcos que acuden a los muelles del "Puerto Internacional" a vaciar sus bodegas repletas de toneladas de pescado.

Pero el nuevo Puerto de Güiria con su varadero, su grandes muelles, sus frigoríficos que actualmente están sub-utilizados, y sus plantas pulverizadoras de hielo, todavía no logran satisfacer al hombre que no pesca para comer, sino para subsistir.

Hoy evocamos los años idos, de aquella Güiria de sus suculentos platos asimilados de la cultura hindú: "Tarkarí", "El Calalú" y "El Curgullón", aquella Güiria de auge petrolero, de rumbrosas festividades del Carmen, de las alegres misas de aguinaldos, de carnaval y calipsos que llenaron toda una época.

Y retomando nuestro encuentro con otro mundo quiero señalar que Macuro merece ser monumento nacional y continental. Si valorizamos la historia Macuro tiene parecida importancia en el suceso de hacer 494 años a lo que tuvo la Rábida. En lo que ahora llamamos DÍA DE LA RAZA.

Macuro es brisa de utopía
Macuro es como el gen de Tierra Firme.
Macuro es más América.
El Golfo Triste es un poco la génesis de una era que se inicio en 1498 con el Tercer Viaje de Colón.

Para llegar a Macuro solo hay dos medio, el aéreo y el marítimo (a lo Cristóbal Colón). Por tierra se llega hasta Güiria y de Güiria hay que tomar embarcación para poder conocerlo, pues la carretera finaliza a poco kilómetros de la Capital del Municipio Valdez, en Rio Salado y un poco más adelante donde las tunas esperan su plato de peltre.

Macuro en virtud de las magnificas condiciones de su Puerto, conto con una Aduana, una Agencia del Banco de Venezuela, una oficina de Pilotaje, un Cuartel Nacional, instituciones estas que existieron por espacio de treinta años, pues en 1935 a solicitud de una Compañía Petrolera fueron suprimidas estas oficinas. También tuvo alumbrado eléctrico pero los motores que la proporcionaban los trasladaron a otra parte, trayendo esto como consecuencia la emigración casi total de su población.

Fue el General Cipriano Castro quien como homenaje al Gran Almirante injustamente olvidado, a excepción de otros que decreto el General Guzmán Blanco, quien le dio a las ensenadas de Macuro y Aricagua el nombre de Puerto Cristóbal Colón, único lugar que figura con ese nombre completo en la Geografía de Venezuela y que sin exagerar un 90% de la población venezolana ignora o desconoce donde está ubicado Macuro.

Hasta el desconocimiento de su nombre y ubicación ha sido desafortunado para este lugar históricamente privilegiado.

Puerto Cristóbal Colón ha sido olvidado por los Gobierno.

A través del tiempo le han ofrecido villas y castillos, entre otras muchas obras, cabe señalar, la construcción de un FARO ALEGÓRICO que quedo en proyecto.

Posteriormente otros Presidentes de Venezuela en distintas oportunidades por supuesto, prometieron y hasta decretaron una carretera y un Ferrocarril de montana que uniría a Macuro con las demás regiones del país, pero estos ofrecimientos no han pasado de letra impresa en los periódicos y gacetas oficiales.

Recientemente le han prometido con motivo de celebrarse los 500 años del encuentro de dos mundos lo que a continuación mencionamos:

- Reconstrucción de la aduana
-Cuartel, del resguardo marítimo, de la Casa de Las Palomas, etc.
- Construcción del muelle y un ciclo básico.
- Es triste decirlo pero las cloacas tampoco funcionan.

Nada de lo anteriormente señalado se ha cumplido hasta el presente y así creo que lo han podido observar nuestros ilustres visitantes en su primer viaje a Macuro, con el objeto de colocar una cruz como significado del "Primer Anuncio del Evangelio en Tierra Americana".

Este incumplimiento de los gobernantes aumenta cada día más la poca credibilidad que tiene el pueblo en ellos.

Las promesas de nuestro actual gobierno se saben lo que son: dibujos en la arena de la playa. Como Macuro, que actualmente está más cerca de 1498 que del año 2000.

La gente de Macuro esta consiente que esta Tierra de Gracia como la llamara Colón se detuvo en el tiempo; no avizora un porvenir mejor, sino el sueño y la esperanza que tal vez venga un mañana diferente.

Después de este recorrido histórico, y para finalizar citaré lo dicho tantas veces por mi maestro Alberto Betancourt, Cronista de la ciudad de Güiria.

"Ruinas e ilusiones rotas
Paria queda demasiado lejos de Caracas.
Además su escasa población no supone
Un gran caudal de votos...

Allá Colón y su ilusión de jardines y paraísos
Tal vez el sol infinito, que daño sus ojos,
Le sembró también un mundo de fantasmas".

ILUSTRES VISITANTES, GRACIA POR HABERNOS HONRADO CON SU VISITA.
SEÑORAS Y SEÑORES
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS

BUENAS TARDES


Gustavo Díaz Solís (Venezuela)


Cuentista y ensayista. Nació en Güiria, en 1920. Realizó sus estudios en la Universidad Central de Venezuela (1938-1944), así como en la Washington University (1944-1945) y en The University of Chicago, en Estados Unidos. Graduado en Derecho, continuó sus estudios para el profesorado en el Instituto Pedagógico de Caracas (1946-1949). Colaborador de Élite, El Heraldo, Fantoches, Revista Nacional de Cultura y El Nacional. Se desempeñó como catedrático de la Universidad Central de Venezuela —en las Escuelas de Periodismo y de Letras—, y como director y secretario del Seminario del Doctorado en Letras. Fue consultor jurídico del Ministerio de Educación. Como cuentista ha sido distinguido con los siguientes reconocimientos: Primer Premio en el concurso de cuentos de Fantoches (1942) y Tercer Premio en el concurso de cuentos de El Nacional (1947). Sus cuentos han sido recogidos en varias ediciones, entre los que destacan: “Ophidia y otras personas” (1968) y “Arco secreto y otros cuentos” (1973); también son notables sus traducciones de los poetas norteamericanos Robert Frost y T. S. Eliot.

Aniversario de la muerte de General Pedro Ducharne Aceituno
(tomado de "Biografías" en guiria.com.ve)


General Pedro Ducharne Aceituno
Puerto España (Trinidad) 1837
Inmediaciones de Güiria 14-1-1875

Caudillo militar. Representante del conservatismo en el oriente del país (1859-1875). Hijo de Pedro Ducharne, natural de Francia y de Margarita Aceituno, oriunda de Güiria. Recibe parte de su educación en el colegio San Jorge de Puerto España. Cursa estudios de derecho, sin llegar a concluirlos, en la Universidad de Caracas, donde es condiscípulo del futuro general Antonio Guzmán Blanco.

A la muerte de su padre, entra a administrar las propiedades de su familia en Güiria, convirtiéndose en uno de los principales caudillos del oriente venezolano. Toma las armas durante la Guerra Federal a favor del bando centralista y se destaca en los combates con el jefe federalista José Eusebio Acosta (1861-1862). Apoya la Revolución Azul (1868-1870) y se enfrenta a la Revolución Liberal acaudillada por Guzmán Blanco (febrero - abril 1870), particularmente en el combate de Irapa (21-9-1870) librado contra las fuerzas expedicionarias del general José Loreto Arismendi, quien muere en la acción. Obligado a retirarse a la isla de Margarita, Ducharne logra reorganizar sus tropas y mantiene actividades de guerrilla en la costa de Paria, ataca a Carúpano (junio 1871) e invade a Ciudad Bolívar (septiembre 1871).

Enemigo declarado de Guzmán Blanco, se une al levantamiento, promovido en el oriente, por el general José Ignacio Pulido (fines de 1874); derrotada la insurrección, es víctima de una delación, capturado y asesinado en las inmediaciones de Güiria, aparentemente por orden del propio Guzmán Blanco. Tuvo dos hijos que también tienen un espacio histórico en Venezuela, por su liderazgo militar Horacio y Pedro Ducharne.

Fuente: Diccionario de Historia de Venezuela Fundación Polar

 
Copyright 2015. All rights reserved.
Regreso al contenido | Regreso al menu principal