El estado Falcón, es una muestra representativa y homogénea de cómo esta nuestra querida y amada patria. Los falconianos milagrosamente sobreviven ante el brutal desabastecimiento de alimentos, agua potable, medicinas, gas doméstico, inexorables apagones eléctricos, caída frecuente de la plataforma de CANTV, matraqueo de algunos funcionarios de la guardia nacional bolivariana, PNB, policía estatal y municipal, escases de aceites lubricantes para vehículos y motos, dramática falta de dinero en efectivo en los bancos público y privados, el transporte público reducido a su mínima expresión por falta de repuestos, el doloroso y desesperado éxodo de sobrevivencia de falconianos hacia países vecinos, etc.
Ansiosamente, sus habitantes esperaban con el nuevo gobernador que los sonados casos de presunta corrupción denunciados por algunos medios de comunicación regionales y nacionales con respecto a la administración Montilla – Lugo fueran investigados y sometidos al debido proceso judicial. Solo por nombrar algunos de ellos tenemos el “acueducto bolivariano de occidente”, el “matadero de las dos bocas”, “recursos asignados a HIDROFALCON”, etc. Pero el nuevo gobernador y las autoridades que le competen han sido amnésicos con respecto a los temas de peculado.
En Coro y Punto Fijo, ciudades principales del estado Falcón (aproximadamente 600.000 habitantes), el racionamiento de agua es insoportable. En Punto Fijo y sus alrededores el agua potable aparece cada 21 días por 8 horas con muy poca presión. Motivado a eso ha proliferado el negocio inescrupuloso de sobre precios en los cisternas. En la ciudad de Coro y sus alrededores el vital líquido llega 1 ves a la semana por 16 horas. En municipios foráneos la situación es más desesperante. Es indignante e incompresible la carencia de agua tan esencial para la vida. Es de conocimiento público la cantidad de recursos económicos que ha recibido la estatal hídrica para operar eficientemente. Los niveles de las represas están en su óptimo estado. Se evidencia una ineptitud gerencial de la gobernación anterior y la gerencia actual por su inercia y mengua va por el mismo camino.
El gas comunal es otra muestra de ineptitud gerencial. Al desabastecimiento y bajo volumen de gas doméstico proveniente del centro de refinación paraguaná se le suma las malas decisiones gerenciales. En las plantas de llenado y distribución de PDVComunal hay privilegios, en esas plantas entran vehículos oficiales no autorizados ni certificados por el MENPET a llenar cilindros, mientras la ciudadanía, consejos comunales, CLAP esperan pacientemente fuera de las plantas de llenado bajo el sol inclemente para ser atendido. Las resoluciones del MENPET (1862, 704, 290, etc.) no se están cumpliendo. Causa temor la proliferación de fuga de gas por las válvulas de los cilindros.
Seguro estamos que si HIDROFALCON / PDVCOMUNAL mejorara las operaciones gerenciales, la problemáticas inherente se mitigaría considerablemente.
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