Lo advertimos no una, sino varias veces en El Cooperante. Que Nicolás Maduro estaba más que dispuesto a atrincherarse en el Palacio de Miraflores. Que no cedería ante la presión del ingreso de la ayuda humanitaria. Que Maduro es un dictador, que los dictadores se aferran al poder y al generalato que los sostiene hasta las últimas consecuencias. Y revelamos que la mayor dificultad a lo interno de la Fuerza Armada era la destrucción del liderazgo en los cuadros medios, necesarios para un pronunciamiento en contra del régimen. El discurso que este sábado pronunció Juan Guaidó apunta a ello.
Danny Leguízamo
El generalato no representa a todo el sector castrense. La cúpula que sostiene a Maduro se aprovecha de todo aquello que construyó (o destruyó) Hugo Chávez desde la purga del 11 de abril de 2002, que fue una derrota transformada en victoria. La infiltración cubana, la desprofesionalización y la politización, acabó con todo vestigio de liderazgo en los cuadros medios. Sin el liderazgo en los cuadros medios, el descontento -que lo hay- en la Fuerza Armada no puede manifestarse en bloque. Lo escribimos en una nota titulada “Esto es lo que ocurre a lo interno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana“, del 22 de febrero. En ella, una fuente nos anticipó de la situación de la FANB.
¿Y qué ocurrió este sábado? Que hubo pronunciamientos. Varios. Que al menos 60 funcionarios entre guardias y policías desconocieron al régimen de Maduro. Pero les hizo falta un líder en los cuadros medios. Ese líder, de existir, sería capaz de agrupar todo el rechazo hacia Maduro que es una realidad innegable, porque los militares, los que no reciben prebendas millonarias del Gobierno, tienen familiares enfermos o con desnutrición, y sus sueldos son miserables.
En el balance que ofreció el presidente interino, Juan Guaidó, tras los sucesos del 23 de febrero, dispara artillería pesada:
Ustedes (los militares) no le deben lealtad a un hombre que quemó medicinas en frente de enfermos. No le deben ningún tipo de obediencia a quien con sadismo, celebra que no entre la ayuda humanitaria. Quien usurpa el poder tomó la decisión del crimen de exterminio. Es hora de un pronunciamiento en bloque. Nuestra responsabilidad como pueblo es resistir e insistir, venezolanos. No tendremos cómo pagar las vidas de esos venezolanos y nos duele profundamente, no sé de qué se reirán en Miraflores porque a nosotros sí nos duelen nuestros hermanos. Es irreversible el cambio. La esperanza nació para no morir. Dios bendiga a Venezuela
Lo dicho por Guaidó apunta al fondo del problema. Maduro sigue allí porque el bloque no se pronuncia. El bloque mayoritario del sector militar que no quiere tragedias para el país. Y esa es la mayor dificultad que afrontará Guaidó en las próximas horas.