A partir del 10E-19 el clima político sube de volumen. Las oposiciones consideran que desde esa fecha terminó la legitimidad de Nicolás Maduro. Las elecciones del 20M-18, se califican como ilegítimas por haber sido convocadas por la ANC y “sin garantías democráticas”. Pero se olvida que este gobierno ya se había calificado de ilegítimo por el candidato de las oposiciones, debido a que las elecciones del 15Ab-13, fueron consideradas fraudulentas. Entonces Henrique Capriles llamó a “protestar con arrechera”. Hubo algunos muertos, heridos y detenidos. Ante estos resultados se cambió el reclamo hacia los cacerolazos.
Luego, ante una maquinaria gubernamental en plena acción, se busca unilateralmente hacer de las elecciones regionales del 08/12/13 un plebiscito para determinar dónde está la mayoría. El oficialismo obtuvo más del 70% de los cargos y se acabó la prédica de la ilegitimidad de NM. Y es por eso que esas oposiciones establecen el 10E como el último día de su legalidad.
Esto quiere decir que la nueva ilegalidad nace de las presidenciales del 20May-18 y lleva a las oposiciones a determinar que no tienen validez y que, por lo tanto, no hay presidente electo y que por lo establecido en la constitución le corresponde el cargo al presidente de la Asamblea Nacional.
Pero a pesar del impulso inicial del diputado Guaidó y su partido, esto no se materializa. Para unos porque carecen de fuerza-organización. Otros piensan que la vieja dirigencia no desea ceder sus espacios. Y, a la final, no se quiere repetir la experiencia del 09/01/17 cuando la AN destituye a Maduro por “abandono del cargo” y el gobierno dio por inexistente esta medida. Y cuando el 14/01/19 la AN acuerda calificar a NM como usurpador del poder y hacer la declaración sin precedentes de que el legislativo asume las funciones del ejecutivo, se crea una situación similar a la anterior: no será tomada en cuenta por el gobierno. Esto, al parecer, lleva a pensar al ejecutivo en la existencia de un plan conspirativo. De allí que se intensifique la prédica del “Más Nunca Volverán” y “Al combate me voy con Chávez”. Esto recuerda entrelíneas que “la revolución es pacífica pero armada”, exclusivista y sin juegos a la alternancia democrática. Y 20 años después, Sancho, sigue la política de los dos monstruos del vacío, el agotamiento, la desesperanza y la destrucción, con NM triunfante.