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Enrique Meléndez: Jorge Ramos en Miraflores

 

Sin duda alguna que la filtración del video, que rueda por las redes sociales; relativo a la entrevista, que le hizo el periodista mexicano Jorge Ramos a Nicolás Maduro, sacudió a nuestra opinión pública. He allí el poder de los medios. De hecho, en esas escenas, que se observan, se comprueba que Nicolás Maduro no es para nada un político: un niño malcriado a quien la vida lo llevó al lugar y a la hora, en la que estaba señalada su suerte de llegar a ser presidente de la República. Tuvo el mismo comportamiento, que los acusadores de Sócrates allá en la Grecia ateniense, quienes lo condujeron a la muerte, hartos de un hombre que los ponía en ridículo, a través de indagatorias sobre el supuesto conocimiento, que poseían; que era como hacer de periodista, a propósito de la mecánica de preguntas y repreguntas, y que los griegos conocían como dialéctica. Sócrates lo llamaba a esto hacer de partero, y en honor a su madre, que era su oficio en aquella Atenas de Pericles: los hacía perder sus papeles, y con lo cual demostraban que sus conocimientos no tenían fundamento alguno. De modo que uno pudiera decir que el propio Sócrates fue el primer periodista de la historia, al instaurar dicha dialéctica; un género literario, que luego continuó y recogió Platón en sus famosos Diálogos; pasando en el mundo de las letras por ese clásico que se conoció como Conversaciones de Eckermann con Goethe, y vino a hacerse una cotidianidad en nuestro medio noticioso hacia finales del siglo XIX; cuando el diarismo deja de tener el formato del folletón, y, en ese sentido, llegamos a la llamada entrevista moderna; en la cual cualquiera no se sostiene: he allí lo que se conoce como la habilidad del periodista: hacer salir de sus casillas al entrevistado, de modo de que su trabajo sacuda la opinión. ¿No tuvo el mismo comportamiento Nicolás Maduro de los acusadores de Sócrates?

Enseguida se crispó; en lo poco que se ve, de lo que logró el periodista conversar en la entrevista con su interlocutor, se nota su cinismo de entrada, al calificar de basura el testimonio del número de presos políticos, que se le atribuye a su régimen, y cuyos nombres aparecen en esas páginas, que le muestra. Apela a ese argumento muy manido desde que Hugo Chávez comenzó a mandar a la cárcel a la gente: no son presos políticos, sino políticos que han cometido un delito, y por lo cual merecen estar presos; algo que, por supuesto, no deja de decir la actual ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela: políticos presos. Hasta allí se ve que conserva la calma Maduro, y la que pierde, cuando el periodista le muestra la tabla electrónica, y entonces aparecen unos chamos, hurgando entre la basura de un camión del servicio de aseo urbano, y mientras uno de ellos se come un mendrugo de pan, que ha encontrado entre los desechos, admite que está comiendo de la basura, por culpa de Maduro, y que es lo que no se puede tolerar; lo que da lugar a que aparezca en escena Jorge Rodríguez, que le dice algo al oído a Maduro; por lo que queda la acción sin continuar; quizás el instante en que llega a la orden de detener allí mismo al periodista, e incautarle todos sus equipos.

¿Cómo reacciona un chavista? Como lo hizo un conocido mío, a quien le hice ver el video: “No se puede admitir que a Maduro se le falte el respeto de esa forma”. No se pase por alto que estamos ante una gente que celebró lo que Carlos Andrés Pérez llamó el desmadre de los medios, que se cernió en contra de su persona, y que logró llevarlo a la cárcel; además de deponerlo de la presidencia. Para volver a los griegos: el origen de la filosofía está asociado a lo que ellos conocían como la polis; la ciudad; cuya evolución política en su sociedad había estado marcada por procesos de democratización, y lo que había permitido la libre expresión de las ideas, y por esta vía se había llegado a la impugnación del mito. A partir de ahí, según el famoso teórico marxista, George Lukacs, pasa a ser una sociedad de preguntas; habiendo sido una sociedad de respuestas; puesto que todo lo tenía explicado a través de la mitología. ¿Es el universo producto de los dioses o de procesos naturales? Así llegamos a la sociedad de la razón; más propiamente, la sociedad de la ciencia y de la técnica, que es el producto de la razón, y lo cual no lo hubiéramos podido hacer, sino se da ese libre intercambio de ideas, es decir, esa dialéctica y, aún obsérvese, en esa sociedad, no obstante, hay lugar para que se condene a muerte a un hombre, cuyo único pecado es indagar por la verdad de la gente. El periodista Ramos permaneció detenido unas horas, junto con su equipo, a causa de ese arrebato de cólera de Maduro; donde dejó ver, decíamos, su conducta poco política; pero, además, que actúa como una persona que se siente, históricamente, en la época prehelénica; es decir, de antes de la razón; partiendo del hecho mismo, de que hubiera podido defenderse ante el periodista de un modo mucho más racional; con la cabeza fría, que es lo que supone el cálculo; pues la política, como trató de demostrarlo Spinoza se rige por un modo geométrico; es decir, por jugadas, y que es donde se requiere cabeza fría. ¿Cómo queda este señor ante el mundo? Como un arrebatado, que no tolera que alguien le diga la verdad, y con lo cual choca con el otro gran precepto de la civilización occidental, producto de la cultura cristiana, y es la humildad. Si algo se aprende de Sócrates, en ese sentido, es precisamente la salvedad, que hace con respecto a su persona: yo sólo sé que no sé nada; aun cuando el oráculo de Delfos decía que él era el más sabio de los hombres.

Sacudió, además, este video a la opinión pública por la forma en que se filtró a los medios. ¿De dónde provino, si todo ese material había quedado incautado en algún archivo de Miraflores? He allí lo que ha sido motivo de controversia, pues se ha llegado a decir que, quien lo hizo, fue Jorge Rodríguez, y lo que deja entrever la soledad de Maduro.

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