Venezuela se encuentra sumergida en una estrepitosa recesión económica gracias a la mala administración estatal, es “la economía peor administrada del mundo”. Esta ineficiencia gubernamental ha acarreado una crisis económica que desencadena la hiperinflación y devaluación que azota el bolsillo de cada uno de los venezolanos.
Contracción económica, pérdida de valor de la moneda nacional en contraposición al dólar, hiperinflación que se expande como epidemia en todo el país son los tres principales escenarios que pronostica el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la (Ucab) a finales del año 2018.
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Al finalizar el año un dólar pudiese valer 15,9 millones de bolívares en el mercado paralelo, según las estimaciones del Iies-Ucab, un monto 14.000 veces mayor al de 2017. “La cotización en el mercado paralelo viene incrementándose a un ritmo de 90% mensual”. Mientras tanto, la inflación, la escasez y el financiamiento del déficit fiscal son una de las causas que han llevado a la devaluación monetaria.
Cese productivo
Por otro lado, la producción en el país se reducirá 10,5% a finales de este año, siendo un 37% menos desde 2013, de acuerdo al informe del Iies-Ucab, en sí, el país produce menos de la mitad de lo que producía en cinco años. “El deterioro es aún mayor cuando la atención se centra en el PIB per cápita, estimándose que para finales de 2019 el ingreso real por persona sería equivalente al 53% del nivel que alcanzó en 2012″, detalla el informe.
Ante esto: “Recuperar la economía venezolana parece improbable a menos que se cuente con la solidaridad internacional y la activa participación de los organismos financieros multilaterales y bilaterales”, explica el informe.
El centro de investigaciones de la UCAB, asegura que dicha contracción económica genera una escasez de bienes y servicios; además de la creación de un dinero inorgánico a manos del Banco Central de Venezuela (BCV) que agiliza el proceso hiperinflacionario. Si la economía del país se mantiene en bajo este panorama, la inflación pudiera culminar el año en 60.000%.
“Esta importante reducción en los niveles de la inversión pública y privada inevitablemente ha mermado en forma permanente la capacidad productiva del país, afectando el producto potencial y reduciendo las posibilidades de recuperación rápida del nivel de ingreso en el mediano y largo plazo”, revela el documento.
Con información de Efecto Cocuyo
