Inicio > El pizarrón de Fran > El pizarrón Opinión > Luis Martínez: Gobierno disoluto

Luis Martínez: Gobierno disoluto

La situación económica del país es precaria y volátil. Las deudas se acumulan y dificulta  respuestas oportunas y cumplimientos de pagos. Mientras el gobierno monta toda una parafernalia en convencer a los venezolanos de que su credibilidad y popularidad aumenta con pírricos triunfos electorales, la desconfianza y reconcomio se expande por doquier. La situación económica para la familia venezolana se hace insostenible, como insostenible se hacen los discursos del gobierno en querer brindar una imagen de la realidad venezolana totalmente desconectada del sentimiento de frustración que vive la gente.

La sobrevivencia es la guía sobre la que diariamente cabalga la angustia del pueblo venezolano. Ya no se oculta, no hay temor, es vos populis el descontento traducido en abierto cuestionamiento de un gobierno incapaz de gobernar y resolver los problemas que agobian a los ciudadanos. El gobierno transita un camino de disolución que cada día se hace más evidente. No solo se trata de la inoperancia en materia económica o la incapacidad de contener una inflación desbordada que destroza lo poco que gana el venezolano o de la amplísima corrupción que ha transformado en multimillonarios a una caterva de delincuentes vinculados a los grandes negocios del gobierno o de la inhumana y bestial indiferencia que muestran ante la falta de medicinas y la precariedad alimentaria que acaba con niños, jóvenes y adultos en nuestro país. No solo se trata de la destrucción de la moneda o el inusual aumento de la delincuencia criminal. Se trata que estamos entrando en una grave situación de hambruna nunca vista en el país y lo peor de ello es que tenemos un gobierno que no tiene respuesta para resolver la crisis o mitigarla, pero si para impedir cualquier ayuda internacional que  se ofrezca. El gobierno cree tener el control del país prevalido de la acumulación del poder que ostenta. No observan con claridad las alarmas que poco a poco, pero de manera continua se encienden en las entrañas del pueblo venezolano. Estoy convencido que se encuentran en su momento de mayor debilidad política y sin dan lectura correcta de la situación en que se encuentran, pueden aprovechar la mesa de negociación que el mundo le brinda, para minimizar el impacto de la perdida inexorable del poder.

Estamos a pocos días de culminar un año marcado por la profundización de la grave crisis iniciada el mismo día que Chávez accede al poder en Venezuela.  También estamos entrando en el ocaso de una revolución que se vendió como innovadora y resulto ser el mayor fraude histórico en los anales de la política contemporánea, no solo de nuestro país, sino del mundo. Hoy los capitoste del gobierno acuden, y está bien que acudan, a una negociación que de resultar positiva como todos los venezolanos desean, abrirá caminos de reencuentro entre los venezolanos, de reinstitucionalización y sobre todo generara condiciones para cambiar el gobierno sin traumas de manera pacífica, constitucional y electoral. Gobierno disoluto.

Loading...

Te puede interesar

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *